La OTAN en operaciones: El Cáucaso, el otro polvorín de Obama

IAR Noticias
06/05/09

En medio de un renovado clima de tensión entre y Rusia y el eje EEUU-OTAN, este martes fuerzas de la alianza atlántica iniciaron maniobras militares en Georgia, un enclave estratégico de "occidente" rodeado por un dispositivo militar ruso desde agosto del año pasado. Los casi treinta días de duración de los ejercicios de la OTAN, en una región altamente militarizada y con las dos flotas navales posicionadas una enfrente de la otra en el Mar Negro, preanuncian un creciente estado de tensión en el Cáucaso.

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La OTAN inició este martes en Georgia maniobras militares conjuntas en la que también participan varios países no aliados y que ya han generado el rechazo frontal de Rusia y las repúblicas separatistas Osetia del Sur y Abjasia.

La primera etapa de los ejercicios militares denominados "Cooperative Longbow 09/Cooperative Lancer 09", que se llevan a cabo en el marco del programa aliado "OTAN Asociación para la Paz", se realizará a nivel de estados mayores y se prolongará hasta el 19 de mayo.

En las maniobras militares participan 650 militares de 20 países aliados y socios, incluidos nueve Estados miembros (España, Estados Unidos, Canadá Grecia, Turquía, Reino Unido, Albania, Croacia y Hungría), otros diez países socios de la Alianza (Georgia, Ucrania, Armenia, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Serbia, Moldavia, Kazajistán y Suiza y Emiratos Árabes Unidos.

Según interpretan analistas rusos, se trata de una peligrosa reedición de "escalada militar" en un escenario internacional dominado por una crisis recesiva de difícil pronóstico y desenlace, que le suma a EEUU otro peligroso frente abierto en una región petrolera marcada por los conflictos en Pakistán y Afganistán.

Moscú llamó a la Alianza y a los países participantes a cancelar esos ejercicios, pero sólo consiguió que renunciaran a su participación al menos cuatro estados que son aliados suyos, Armenia, Moldavia, Kazajistán y Serbia.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, afirmó que el plan aliado de efectuar estas maniobras "es miope y no contribuye a la reanudación de los contactos entre Rusia y la OTAN", que rompió su cooperación con Moscú tras invadir el Ejército ruso Georgia el año pasado.

Al mando de las maniobras está el jefe del cuartel general aliado en Madrid, teniente general Cayetano Miró Valls, mientras su supervisión en el teatro de operaciones está a cargo del brigadier general italiano Giovanni Savarese.

Los ejercicios de estado mayor, que se llevan a cabo en la base militar de Viazani, en las afueras de Tiflis, buscan -segúnla OTAN- "elevar el grado de complementación de los países miembros a nivel de brigadas multinacionales en situaciones de crisis".

A las protestas de Rusia se sumó este martes Osetia del Sur, que denunció que los ejercicios suponen una "abierta demostración" de apoyo por parte de la OTAN a la "máquina de guerra" georgiana.

"Las maniobras son una amenaza directa para la seguridad en el Cáucaso", aseguró Murat Dzhióyev, jefe de la diplomacia suroseta, quien enfatizó que "no hay garantía de que Georgia no utilice esta situación y el apoyo de la OTAN para sus agresivas intenciones".

Dzhióyev recuerda que los ejercicios militares tendrán lugar "en medio de la inestabilidad en la que se encuentra sumida Georgia", tras el motín militar que protagonizó la víspera un batallón de blindados cerca de Tiflis.

Las autoridades abjasas declararon a su vez que los ejercicios "pueden animar a Georgia a emprender nuevas aventuras militares y provocaciones contra Abjasia y Osetia, países independientes cuyos pueblos rechazan la coexistencia con Georgia dentro de un solo estado".

Paralelamente, las relaciones entre Rusia y la OTAN experimentaron un brusco giro de tensión que dejó sin efecto las conversaciones bilaterales que habían iniciado tras el conflicto armado desatado en la región en agosto del año pasado.

La Cancillería rusa informó este martes que la jefa de la Oficina de Información de la OTAN en Moscú y otro funcionario de esa institución han sido privados de sus respectivas acreditaciones en respuesta a la expulsión de dos diplomáticos rusos de Bruselas.

Según fuentes rusas y aliadas, la Cancillería belga a petición de la OTAN retiró las acreditaciones a dos funcionarios de la misión rusa ante la Alianza, Víctor Kochukov y Vasili Chizhov, este último, hijo del embajador de Rusia en la Unión Europea, Vladímir Chizhov

La semana pasada, la Alianza expulsó de su sede en Bruselas a dos diplomáticos rusos acusándolos de "espionaje", y Rusia respondió este lunes expulsando de Moscú a dos representantes canadienses de la OTAN y anunciando que el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, no asistirá a la reunión del Consejo Rusia-OTAN que estaba prevista para este mes.

Las relaciones entre la Rusia y la OTAN congeladas después de la guerra del Cáucaso en agosto del año pasado, fueron sometidas a un proceso de ablandamiento rápido (en horno microondas) el pasado 28 abril.

En esa fecha, por primera vez desde el conflicto entre Rusia y Georgia, se celebró la sesión del Consejo Rusia-OTAN a nivel de embajadores, en la sede de la Alianza en Bruselas.

Los embajadores se reunieron para preparar la agenda del encuentro de ministros de Asuntos Exteriores del Consejo Rusia OTAN el próximo 19 de mayo, al cual Moscú comunicó que no asistirá.

Por su parte, las fuerzas leales al presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, sofocaron ayer una rebelión militar que, según Tbilisi, ha sido instigada por Rusia para impedir la realización de las maniobras de la OTAN que comienzan este martes en el país caucásico.

La renuncia de Lavrov fue acompañada luego del anuncio de la expulsión de dos diplomáticos de la OTAN en Moscú como réplica a la expulsión la semana pasada de otros dos rusos en la sede aliada acusados de espionaje.

Saakashvili aseguró por televisión que la situación estaba "bajo control" e hizo un llamamiento al Kremlin a "abstenerse de acciones provocadoras".

Moscú calificó esas acusaciones de "total desvarío" y afirmó que Saakashvili intenta desviar la atención de sus propios problemas políticos internos.

En los últimos días, Rusia, que ha instalado poderosas bases operativas en la región además de tener emplazada su flota naval en el Mar Negro, reforzó sus líneas militares en la frontera entre Osetia del Sur (epicentro del conflicto) y Georgia.

De esta manera, Rusia y el eje EEUU-OTAN vuelven a cruzarse peligrosamente en el Cáucaso, una región clave en la disputa estratégica por el control de los recursos energéticos de Eurasia que ya tuvo su primer desenlace armado con la llamada "guerra de Georgia" en agosto pasado.

Moscú interpreta el despliegue de fuerzas atlánticas como un intento del "eje occidental" de reafirmar su presencia militar en la región tras la derrota política, militar y diplomática sufrida con el posicionamiento militar de Rusia en el Cáucaso, en agosto del año pasado.

El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, calificó el jueves de "provocación descarada" los ejercicios que la OTAN efectuará en Georgia este mes de mayo.

"Los ejercicios que la OTAN tiene previsto llevar a cabo en Georgia son una provocación descarada por mucho que se intente convencernos de lo contrario", dijo Medvédev en el acto de firma de acuerdos con Abjasia y Osetia del Sur sobre vigilancia conjunta de fronteras, celebrado el jueves 30 en el Kremlin.

Georgia, puntal de estrategia USA en el Cáucaso, continúa rodeada por el aparato militar ruso, mientras que Ucrania (aliada de EEUU) y Moldavia (más inclinada hacia Moscú) están asediadas por conflictos políticos internos donde el sector "pro-ruso" está recuperando espacios de poder.

Esto denota el alto voltaje estratégico de la región donde se realiza el despliegue de las fuerzas de la alianza atlántica (OTAN).

A su vez Rusia, a una semana de las maniobras de la OTAN en el Cáucaso, consolidó su posición estratégica en la región mediante acuerdos militares con Osetia del Sur y Abjasia sobre el control ruso de las fronteras de esas repúblicas, reconocidas por Moscú como estados independientes, después de la invasión militar perpetrada por Georgia contra Osetia del Sur, en agosto del año pasado.

De acuerdo a los términos establecidos en los acuerdos, Abjasia y Osetia del Sur "delegan en Rusia las atribuciones en materia de vigilancia de la frontera estatal hasta que sean formados cuerpos republicanos de guardafronteras". Esta cláusula se aplicará a las fronteras tanto terrestres y aéreas como marítimas.

Según la cancillería georgiana, los acuerdos fronterizos suponen un intento de Rusia para fortalecer su potencial militar en "territorios ocupados de Georgia".

En agosto de 2008, las tropas georgianas atacaron a Osetia del Sur, y Rusia se vio obligada a intervenir con unidades militares para defender a la población suroseta, gran parte de la cual tiene ciudadanía rusa.

Durante el conflicto armado de tres semanas Moscú realizó cinco movidas claves: Pulverizó al Ejército de Georgia entrenado y armado por EEUU, se posicionó en el control de las áreas estratégicas de la región (principalmente del oleoducto BTC, un enclave energético de las petroleras anglo-estadounidenses), rompió virtualmente "relaciones" con la OTAN, dividió la ONU boicoteando todos los proyectos de resolución en su contra, y a inicios de septiembre reconoció la independencia de las provincias separatistas de Abjasia y Osetia del Sur que permanecían presionadas por el tutelaje del gobierno de Georgia, títere desembozado de la OTAN y del eje "occidental" en el Cáucaso.

Putin y Medvedev, luego de posicionarse militarmente con el control de Georgia, y de comprobar la lentitud de reflejos del decadente Imperio capitalista "occidental" referenciado en el eje USA-UE, vivieron el conflicto como una victoria en la disputa por el control del Cáucaso.

Nueve meses después el eje EEUU-OTAN-UE se reposiciona militarmente y provoca nuevamente a Rusia en el Cáucaso, creando una escalada que los expertos ya denominan el "reciclamiento de la guerra fría con Obama".

La administración de Obama sufre por estas horas su primer "crisis de imagen internacional" con la masacre aérea que terminó este martes con la vida de más de 120 personas, incluidos mujeres y niños, en Afganistán.

Pakistán, el Cáucaso y Afganistán, tres conflictos estratégicos que definen el mapa geopolítico militar en Eurasia, ya han convertido al "sueño americano" de Obama en una pesadilla imperial de incierto despertar.

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