El ministro de defensa colombiano justifica atacar a otro país en "legítima defensa"

Univisión.com
4/3/2009

El presidente colombiano Alvaro Uribe salió este martes al paso de una declaración del ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, que provocó reacciones de Ecuador y Venezuela, y dijo que el funcionario no quiso "crear molestias con los países vecinos", pero no lo desautorizó.

"El gobierno nacional tiene el mayor interés de desarrollar la agenda constructiva definida por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez. De igual manera, el gobierno reitera la voluntad de mantener y construir buenas relaciones con los países vecinos y hermanos", agregó la declaración divulgada a través de un comunicado de prensa.

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En el mismo, Uribe reveló que en la mañana de este martes dialogó con Santos y éste le expresó que "en ningún momento ha pretendido con sus declaraciones crear molestias con los países vecinos".

"El presidente ha reiterado el pedido de que se tenga sumo cuidado en las declaraciones que comprometen las políticas internacionales, las cuales deben ser emitidas por el ministro de Relaciones Exteriores", concluyó el comunicado divulgado en la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, donde Uribe cumplió compromisos oficiales.

El pronunciamiento de Uribe se produce luego de que Ecuador y Venezuela hubieran reaccionado a una declaración de Santos, quien en una entrevista divulgada el domingo por el diario El Tiempo de Bogotá reivindicó el derecho de Colombia de perseguir a los "terroristas" aún fuera de sus fronteras.

Venezuela dijo este martes en una nota de prensa de la cancillería que esa actitud "amenazan la estabilidad y la soberanía" en los países de América Latina, y además la consideró "repudiable" y "prepotente".

Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió el lunes a Santos contra cualquier acción militar en territorio ecuatoriano.

"Señor Santos, no se meta con Ecuador, no cometa ese terrible error", afirmó Correa en una ceremonia policial celebrada en Quito.

La declaración de Santos se produjo al cumplirse un año de que el Ejército colombiano hubiera bombardeado el 1 de marzo de 2008 un campamento clandestino de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), descubierto en territorio ecuatoriano fronterizo con Colombia.