Bolivia declara interlocutor no válido a embajador de EEUU

Reuters / BolPress / Granma / La Razón

Bolivia declaró el jueves interlocutor no válido al embajador de Estados Unidos, exigiéndole que se retracte de unos dichos "racistas" contra la reciente intervención del presidente Evo Morales en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El nuevo entredicho entre La Paz y Washington se produjo a raíz de una sugerencia de Morales de considerar el traslado de la sede de Naciones Unidas fuera de Estados Unidos.
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En su intervención ante la plenaria de la 62 Asamblea General de las Naciones Unidas, el pasado 26 de septiembre, Morales sugirió el cambio de sede del organismo mundial a otra nación que ofrezca mayores garantías a sus visitantes.

Antes, el jefe de Estado había censurado el maltrato del cual fueron víctimas los miembros de su delegación a su arribo a Nueva York.

Según el propio Morales, cuando en 1945, Estados Unidos solicitó la sede de ONU, dio todas las garantías de circulación a los representantes de los países miembros, compromiso que viola permanentemente.

"No me extrañaría si quieren también cambiar la sede de Disney," ironizó el embajador estadounidense Philip Goldberg en declaraciones divulgadas el jueves por medios locales y que provocaron la ira del Gobierno boliviano.

Goldberg restó importancia a la queja del mandatario boliviano y aseguró en cambio: "A todo el mundo le encanta Nueva York (como sede de Naciones Unidas), siempre hemos tratado bien a todos."

El canciller Choquehuanca consideró que las declaraciones de Goldberg "no son dignas de un representante diplomático, son actitudes racistas, no sólo contra el país sino contra todo el movimiento indígena de Latinoamérica y el mundo."

"Son una actitud racista las declaraciones de Goldberg, esperamos que se retracte el embajador, mientras tanto no es un interlocutor válido para nosotros," dijo a reporteros el canciller David Choquehuanca.

En La Paz, el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, anunció que su gobierno emprenderá una campaña mundial para cambiar la sede del organismo mundial.

Quintana también condenó la prepotencia y signos de supremacía que caracterizaron a las autoridades norteamericanas cuando este año obstaculizaron el aterrizaje del avión presidencial boliviano casi dos horas en un aeropuerto de Nueva York.

En 2006, recordó, al vicepresidente de la República, Alvaro García, se le prohibió abordar una de las líneas aéreas del norteño país.

Todos esos hechos, opinó, muestran el irrespeto con que el gobierno de George W. Bush intenta tratar a funcionarios del Estado boliviano que están lejos de representar una amenaza para la seguridad de ese país.

La ONU no es de propiedad de Estados Unidos sino de todos los miembros asociados que tienen el mismo derecho de ser sede de un encuentro mundial de jefes de Estado, declaró el sub jefe de la bancada de la Cámara de Diputados del MAS César Navarro. El senador Antonio Peredo (MAS) condenó las expresiones del Goldberg y aseguró que comparar la ONU con Disneylandia “refleja su ignorancia y su falta de respeto a los presidentes que acuden a la sede de las Naciones Unidas”.

El presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Senado, Tito Hoz de Vila, coincidió en que el mensaje implica el desconocimiento del diplomático.

“Indudablemente las declaraciones que ha hecho el embajador no son precisamente de lo más respetuosas, pero lo grave está en que, si el Gobierno nacional ya no lo considera un interlocutor válido, eso significa que ya no lo reconoce como embajador“, agregó Hoz de vila.

Recientemente, el Gobierno boliviano acusó a Estados Unidos de financiar a la oposición derechista y resolvió que los ciudadanos estadounidenses deberán recabar visa para visitar Bolivia a partir del 1 de diciembre, igualando las exigencias que los ciudadanos bolivianos deben cumplir para entrar a Estados Unidos.

A ello se sumó el inicio de relaciones con Irán, un día después de la clausura de la Asamblea de la ONU. Antes de ello, Goldberg había declarado que esperaba que Bolivia no respalde el programa nuclear de ese país, lo que justamente hizo el presidente Evo Morales en la declaración conjunta que firmó con su homólogo Mahmud Ahmadinejad.