Las cenizas del volcán Pacaya afectan vuelos en Guatemala
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Planeta viviente
El Universal
29/5/2010
El volcán Pacaya arrojaba columnas de ceniza ayer, un día después de que una poderosa erupción provocó la muerte de al menos una persona, obligó al desalojo de cientos de familias y a cerrar el principal aeropuerto del país.
El volcán, a 40 kilómetros al sur de Ciudad de Guatemala, hizo erupción el jueves, arrojando una lluvia de gruesa ceniza y pequeñas rocas en la capital, cubriendo las calles con una capa de polvo negro. Dueños de tiendas y residentes lavaban las entradas de sus casas y removían pilas de cenizas de los tejados y aceras.
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Un periodista de la televisión local, que había estado reportando desde el volcán, murió cuando fue alcanzado por unas piedras expulsadas durante la erupción, dijo el portavoz de la policía Donald González. Todos los vuelos en el aeropuerto de Ciudad de Guatemala fueron cancelados debido a la arena volcánica en la pista.
“Nos informan que el volcán volvió a tener una erupción, aunque la ceniza todavía no ha llegado acá”, dijo el director interino de aviación civil, Felipe Castañeda. “Estamos preocupados por las dos situaciones: arena en la pista y en el aire, el ambiente”, subrayó González.
En poblados cerca de Pacaya —que normalmente tiene un bajo nivel de emanaciones y frecuentemente emite pequeñas cantidades de lava que atraen la atención de turistas— cerca dedos mil personas fueron desalojadas la noche del jueves y el viernes. Unas 600 personas pasaron la noche en colchones de hule espuma en edificios municipales y en una iglesia.
Las erupciones del Pacaya usualmente duran alrededor de seis horas, pero vulcanólogos dijeron que la del jueves fue su explosión más fuerte en más de una década y la actividad continuaría en los próximos días. Los científicos midieron las columnas de cenizas en mil 500 metros por encima del cráter del volcán. “Jamás hemos visto algo así (...) aquí se oyen los estruendos del volcán y cayeron piedras encendidas todavía, piedras grandes. Mucha gente estaba asustada”, dijo Néstor Sican, que vive en el poblado de Amatitlán, entre la capital y el volcán.
Pacaya, que está cerca de la ciudad colonial de Antigua y de fincas donde se cultivan algunas de las variedades de más alta calidad de café, ha estado activo desde la década de 1960 pero no había arrojado rocas ni cenizas desde 1998. Anacafé, la asociación de productores de café de Guatemala, dijo que todavía estaba recolectando información de cultivadores alrededor del volcán para estimar si había daño en los cultivos.
Felipe Guzmán, un productor de café y miembro del consejo de Anacafé, dijo que las lluvias podrían ayudar a limpiar las cenizas que cubren los arbustos de café. En varias zonas del centro del país se reportaron cortes en los servicios de energía eléctrica y agua potable, lo cual elevó los temores de la población.
El volcán, a 40 kilómetros al sur de Ciudad de Guatemala, hizo erupción el jueves, arrojando una lluvia de gruesa ceniza y pequeñas rocas en la capital, cubriendo las calles con una capa de polvo negro. Dueños de tiendas y residentes lavaban las entradas de sus casas y removían pilas de cenizas de los tejados y aceras.
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Un periodista de la televisión local, que había estado reportando desde el volcán, murió cuando fue alcanzado por unas piedras expulsadas durante la erupción, dijo el portavoz de la policía Donald González. Todos los vuelos en el aeropuerto de Ciudad de Guatemala fueron cancelados debido a la arena volcánica en la pista.
“Nos informan que el volcán volvió a tener una erupción, aunque la ceniza todavía no ha llegado acá”, dijo el director interino de aviación civil, Felipe Castañeda. “Estamos preocupados por las dos situaciones: arena en la pista y en el aire, el ambiente”, subrayó González.
En poblados cerca de Pacaya —que normalmente tiene un bajo nivel de emanaciones y frecuentemente emite pequeñas cantidades de lava que atraen la atención de turistas— cerca dedos mil personas fueron desalojadas la noche del jueves y el viernes. Unas 600 personas pasaron la noche en colchones de hule espuma en edificios municipales y en una iglesia.
Las erupciones del Pacaya usualmente duran alrededor de seis horas, pero vulcanólogos dijeron que la del jueves fue su explosión más fuerte en más de una década y la actividad continuaría en los próximos días. Los científicos midieron las columnas de cenizas en mil 500 metros por encima del cráter del volcán. “Jamás hemos visto algo así (...) aquí se oyen los estruendos del volcán y cayeron piedras encendidas todavía, piedras grandes. Mucha gente estaba asustada”, dijo Néstor Sican, que vive en el poblado de Amatitlán, entre la capital y el volcán.
Pacaya, que está cerca de la ciudad colonial de Antigua y de fincas donde se cultivan algunas de las variedades de más alta calidad de café, ha estado activo desde la década de 1960 pero no había arrojado rocas ni cenizas desde 1998. Anacafé, la asociación de productores de café de Guatemala, dijo que todavía estaba recolectando información de cultivadores alrededor del volcán para estimar si había daño en los cultivos.
Felipe Guzmán, un productor de café y miembro del consejo de Anacafé, dijo que las lluvias podrían ayudar a limpiar las cenizas que cubren los arbustos de café. En varias zonas del centro del país se reportaron cortes en los servicios de energía eléctrica y agua potable, lo cual elevó los temores de la población.
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