"Gaza es una mancha en la conciencia de la humanidad, un genocidio"

Nueva Tribuna
02/06/10

Las reacciones por el asalto a la flota humanitaria no han servido para que las autoridades israelíes cesen en su asedio al pueblo palestino sometido –según algunos- a un régimen de apartheid. Un conflicto enquistado desde hace décadas y de difícil solución por falta de voluntad política.

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“No queremos matarlos de hambre sólo someterlos a dieta estricta”. La frase, pronunciada hace ya tres años por los gobernantes israelíes, deja a las claras cuál es la política que viene manteniendo el actual gobierno israelí con respecto al pueblo palestino. Así lo ha recordado Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria que, en conversación con nuevatribuna.es, se ha mostrado muy poco optimista de que la presión internacional tras el asalto a la Flota de la Libertad sirva para resolver un conflicto que se prolonga desde hace sesenta años, con seis guerras y dos intifadas palestinas de por medio.

“Esa frase quiere decir que cada vez que la olla llega al punto de ebullición se trata de destapar un poco la presión para que se alivie. Eso es dieta estricta, cuando yo quiera y como yo quiera alivio un poco la tensión, sobre todo si me está presionando la comunidad internacional y tengo que dar una imagen de que no soy un ogro, y unos días después volvemos a donde estamos, llevamos así tres años”.

”APARTHEID Y OCUPACIÓN”

Esa es la cruda realidad sobre la que representantes políticos y de la sociedad civil en España quieren hacer llamar la atención. El asedio y el bloqueo al pueblo palestino es un hecho día a día y hora tras hora. “La gente no puede alegar ignorancia. Hay una ocupación por la fuerza y por el ejercito”. Lo dice la diputada de Izquierda Unida, Inés Sabanés, que la semana pasada estuvo en Jerusalén y visitó dos campos de refugiados.

“Israel incumple sistemáticamente las condiciones de mínimos que significa el asumir el reconocimiento de los derechos del pueblo palestino. La situación en los campos de refugiados es muy preocupante, sus condiciones son extremas. Es una situación de apartheid y de ocupación”, insiste. “En las calles de Jerusalén y donde vive la población palestina hay un control sistemático, está el ejército, está la policía, están los propios civiles armados…”, afirma.

Su testimonio es compartido por Majed Dibsi, vicepresidente de la Comunidad Hispano-Palestina que llega a calificar la situación como un “genocidio”. En Gaza, donde viven un millón y medio de personas, “sigue el bloqueo por tierra mar y aire. Se suministra al capricho de los israelíes, ni siquiera la mínima parte de lo que se necesita a diario, se les priva de cosas esenciales para sobrevivir. Israel tampoco cumple sus compromisos para la reconstrucción de Gaza. Continúan los bombardeos. Es una situación extrema, una mancha en la conciencia de la humanidad”, dice este abogado de origen palestino afincado en Madrid.

”ACTÚAN CON GAZA COMO SI FUERA UN ESTADO HOSTIL”

Y es que pese a las continuadas resoluciones de la ONU los incumplimientos del Estado israelí con la normativa internacional son sistemáticos. “Cuando se dice que Gaza es un prisión no se está haciendo una metáfora, no tienen salida ni por mar, ni por aire ni por tierra. Es un régimen de apartheid. Es Cisjordania se producen 700 controles militares diarios que boicotean y hacen inviable la vida social y económica del pueblo palestino. Israel decide que día se abre la carretera, que día puedes cultivar tu campo, o que día puedes firmar un contrato con una empresa”, resalta Jesús Núñez.

“Actúan con Gaza como si fuera un estado hostil al que tienen derecho según ellos a bombardear y a matar. No quieren reconocer que son fuerza ocupante quieren desentenderse de sus obligaciones para con la población civil. No solo no suministran sino que también impiden la entrada de víveres, de material de construcción y de bienes de primera necesidad”, subraya Majed Dibsi.

El bloqueo no se circunscribe solo a alimentos, medicinas o combustibles sino también en material para reconstruir las viviendas destruidas por las bombas. Por razones de seguridad, Israel no permite la entrada de cemento y ladrillos. La situación es tan límite que los túneles subterráneos entre Gaza y Egipto se utilizan para contrabando.

RETOMAR EL PROCESO DE PAZ

Hay que tener en cuenta que si bien Israel reconoce la ocupación de esos territorios no anexionados (Gaza, Cisjordania y Jerusalén este), territorios “en disputa”, lo llaman, sigue sin reconocer la responsabilidad que supone toda ocupación: “No asumen lo que el derecho internacional humanitario determina, que el ocupante es el principal responsable de la seguridad y el bienestar de la población ocupada. Israel no lo hace, mira para otro lado y les castiga colectivamente, lo cual es una violación de derecho internacional”, asegura Jesús Núñez.

Entonces, ¿qué tiene que pasar para que la situación cambie? La respuesta a esta pregunta arroja muy pocas esperanzas. Mientras que para Majed Dibsi, la condena unánime al ataque de la flotilla solidaria y la reacción de Turquía obligará a Israel a “atenuar el embargo”, para Jesús Núñez, lo “más probable” es que Israel “presente su cara buena durante unos días hasta que pase el chaparrón para después volver a donde estábamos”. A su juicio, “la experiencia acumulada nos dice que hasta ahora Israel ha contado con un margen de impunidad internacional como no tiene ningún Estado en el planeta y tiene la percepción de que para ellos no existen líneas rojas que no puedan cruzar porque cada vez que las han cruzado han visto que no tiene repercusión alguna”.

Para Sabanés, “mientras no se avance en la dirección de resolver los derechos básicos: cumplimiento del derecho internacional en contra de la ocupación y del derecho humanitario, no se solucionará el conflicto”. La dirigente de IU cree que una salida posible puede ser la presión de la misma sociedad civil tanto palestina como israelí que están a favor de la paz. Los últimos impulsos dados en este sentido son la creación de ‘comités populares’ para unir a todos aquellos que están a favor del proceso de paz y la culminación en una conferencia internacional donde se vuelvan a fijar las bases de una negociación con actores internacionales dado que la negociación directa israelo-palestina no está funcionando.

En ese sentido, los actores internacionales deben jugar un papel fundamental. Para Jesús Núñez, Estados Unidos, la ONU o la Unión Europea deben impulsar ese proceso enquistado desde el asesinato de Isaac Rabin en 1995. Desde ese momento –dice- “ningún dirigente israelí ha estado comprometido con la paz como estaban Rabin y Arafat, que creían que debían seguir negociando aunque hubiera muertos en las calles porque los dos eran conscientes de que había enemigos de la paz de uno y otro bando”, explica.

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