Los mareos y sus causas ocultas

El síndrome de Menière puede provocar nauseas, vómito y sudoración, que impiden realizar actividades durante la crisis.

Al planear las vacaciones hay que pensar si alguien de la familia se marea con facilidad, lo cual puede transformar el paseo en un mal viaje. Los especialistas dicen que quienes sufren por el mareo deben consultar a un médico y descartar que sean víctimas de ciertos males, como la Enfermedad de Menière.

Se trata de un trastorno del oído interno caracterizado por vértigo, disminución auditiva, náuseas, vómito y zumbido, señalan especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esas vueltas locas

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El doctor Alejandro Martín Vargas Aguayo explica que 15% de los pacientes con síntomas de mareo son víctimas de este mal crónico de origen desconocido. Se trata de un padecimiento cuyo diagnóstico puede tardar meses, incluso años, lo que retrasa su tratamiento.

La enfermedad aparece repentinamente con episodios agudos y severos de vértigo prolongado, pérdida auditiva y campanilleo. Es crónico, es decir que no tiene cura, sólo se puede controlar y aunque no es causante de muerte puede ser causa de accidentes graves en el hogar o el trabajo.

“Esta enfermedad genera incapacidad, ya que puede durar muchas horas, tiempo en que el paciente siente que todo le da vueltas, tiene nauseas, vómito y sudoración, que le impiden realizar actividades durante la crisis”, advierte el médico.

Pero eso no es todo, pues llega acompañada de “hipoacusia unilateral: Disminución de la audición en un oído, que sucede en promedio en 85% de los casos, aunque a la larga puede ocurrir en ambos”.
En el laberinto

El doctor Vargas Aguayo menciona que todos los malestares de Menière se asocian a la estructura del oído interno o laberinto, centro principal y controlador del equilibrio del organismo. Cuando se altera el oído por esta enfermedad se desencadena una reacción negativa.

El doctor Alejandro Vargas comenta que frecuentemente se le relaciona con vértigo o migraña vestibular. De ahí la importancia de que, ante los primeros síntomas de mareo o zumbido, se acuda al médico para diagnosticar el cuadro clínico respectivo y, en su caso, descartar que se trate de la Enfermedad de Menière.

Insiste en que es un mal crónico y en que la única solución es controlar el padecimiento, a fin de evitar las crisis de vértigo, vómito y campanilleo.

El tratamiento, explica el experto en audición, se orienta principalmente a bajar la presión del oído interno, a través de medicamentos, diuréticos, dieta baja en sal, así como evitar la cafeína y el tabaco. La mayoría de los pacientes, 85%, responden al tratamiento.

En casos severos, cuando no hay respuesta a los medicamentos, sobre todo en el aspecto de vértigo, se recurre a la cirugía, que ayuda a descomprimir el saco endolinfático del oído interno, y de esta manera aminorar el problema.