Cerdos voladores, Tamiflu y granjas industriales

F. William Engdah
Global Research
Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre
03/05/09

Si creyésemos las informaciones de nuestros acreditados medios internacionales, el mundo está al borde de un brote epidémico mundial, denominado H1N1 o más popularmente “gripe del cerdo”. Se dice que el brote de la mortal gripe se descubrió en México. Según los informes de la prensa, pasados unos días, los titulares de los periódicos informaban de hasta 150 muertes en México, causadas al parecer por este virulento virus porcino, letal para los humanos, contagiado a éstos y ahora supuestamente transmitido de persona a persona. Se informa al minuto de casos aparecidos desde Canadá a España y en otros países. Lo único malo de esta historia es que se basa en gran medida en mentiras, publicidad y ocultamiento de las posibles causas reales de las muertes en México.

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Una página web, con el revelador nombre de Swine Flu Vaccine [Vacuna contra la gripe porcina], informa de las alarmantes noticias, “uno de cada cinco habitantes de las ciudades más pobladas de México lleva máscaras para protegerse contra el virus, cuyo foco inicial parece situarse en Ciudad de México. Hasta ahora, al menos 103 muertes han sido atribuidas a la gripe del cerdo y se prevén muchas más en el futuro. El ministerio de Sanidad de México ha informado de otros 1.614 casos identificados, “se nos ha comunicado que el H1N1 comparte materiales genéticos de los virus de la gripe humana, aviaria y porcina”. [1]

Aeropuertos de todo el mundo han instalados escáneres para medir la temperatura de los pasajeros e identificar a cualquiera con temperatura superior a la normal como posible sospechoso de padecer gripe porcina. Los viajes a México se han derrumbado y la venta de vacunas de la gripe, especialmente el Tamiflu de los laboratorios Roche, se ha disparado en unos días. La organización Mundial de la Salud ha declarado “una emergencia sanitaria que preocupa internacionalmente” definida como “la aparición de una amenaza inminente de enfermedad o de las condiciones sanitarias, debida al bio-terrorismo, epidemias, pandemias, agentes letales muy infecciosos o toxinas que provocan graves riesgos a un número significativo de personas”. [2]

¿Cuáles son los síntomas de esta supuesta gripe del cerdo? No están nada claros según los virólogos y expertos en salud pública. Dicen que los síntomas son relativamente comunes y no específicos. Un médico entrevistado en CNN afirma que “Así que diferentes organismos pueden ocasionar esos síntomas. Este es el dilema”. “Hasta ahora no existe todavía un análisis completo que permita a un médico diagnosticar que una persona padece la gripe porcina”. La mayoría de los individuos con peste porcina empezaron por tener fiebre. También es común tener náuseas, dolores musculares y vómitos además de los habituales estornudos, dolor de cabeza y demás síntomas de resfriado. Síntomas todos ellos tan generales que es como no decir nada.

El Centro nacional estadounidense para el control de las enfermedades (CDC, en sus siglas inglesas) de Atlanta, avisa en su página oficial en Internet: “ la gripe porcina (gripe del cerdo) es una enfermedad respiratoria de los cerdos causada por el tipo A de los virus de la gripe que produce brotes regulare en los cerdos. La gente, normalmente no sufre este tipo de gripe, pero pueden producirse infecciones en seres humanos y a veces ocurren. El virus de la gripe del cerdo se sabe que se contagia entre personas, pero en el pasado esta transmisión se limitaba a sólo tres personas” Sin embargo, añaden, el “CDC ha determinado que este virus de la gripe porcina A (H1N1) es contagioso y se transmite entre personas. No obstante, en este momento, no se sabe con qué facilidad el virus se va a extender entre los humanos”. [3]

¿Cuántos medios en los últimos días han elegido como titular “un caso sospechoso de gripe del cerdo” sin comprobarlo con las autoridades sanitarias locales para preguntar sobre algunas cuestiones básicas? Por ejemplo, ¿el número de casos confirmados de H1N1 en su localidad? ¿El número de muertes confirmadas como resultado del H1N1? ¿Las fechas de ambos? ¿El número de casos sospechosos y las muertes debidas a la gripe porcina?

Algunos hechos conocidos

Según Biosurveillance, que forma parte de Veratect, Centro del Pentágono y del gobierno estadounidense encargado de la información epidemiológica, el 6 de abril de 2009 funcionarios de la sanidad local declararon una alerta médica sobre un brote de enfermedades respiratorias en La Gloria, de la municipalidad de Perote, en el Estado de Veracruz, México.

En ella se informaba de que “Las fuentes caracterizan el suceso de un “extraño” brote infección respiratoria aguda, que derivó en neumonía en algunos casos pediátricos. Según un habitante local, los síntomas eran fiebre alta, tos severa y grandes cantidades de flemas. Los funcionarios médicos habían recogido 400 casos tratados médicamente en la última semana en La Gloria, con una población de 3.000 personas; los mismos funcionarios indicaron que el 60% de la población (unos 1.800 casos) habían resultado afectados. No se facilitó un periodo preciso, pero las fuentes informaron que un funcionario local había estado pidiendo ayuda sanitaria a la ciudad desde febrero.” Lo que después denominaron como “extraño” no eran las características de la enfermedad sino la época del año en la que se producen más casos de gripe, que en México es el periodo comprendido entre octubre y febrero.

El informe señalaba: “Los residentes sostenían que tres casos pediátricos, todos de niños menores de dos años, murieron a consecuencia del brote. Sin embargo, los funcionarios de sanidad declararon que no existía relación directa entre las muertes de los niños y el brote; aseguraron que los tres casos fatales eran algo “aislado” y “sin relación con los otros”.

Después, y mucho más revelador, informaron de los aspectos de la historia, durante mucho tiempo ignorados por los principales medios de información, “Los residentes creen que el brote ha sido causado por la contaminación de las granjas de cría porcina situadas en la zona. Creían que las granjas, gestionadas por Granjas Carroll, contaminaron la atmósfera y los depósitos locales de agua, lo que a su vez produjo el brote de la enfermedad. Según ellos, la compañía rechazaba cualquier responsabilidad en el brote y atribuía los casos a la “gripe”. Pero un funcionario municipal declaró que las investigaciones preliminares indicaban que el vector de la enfermedad era un tipo de mosca que se reproduce en los residuos del cerdo y que el brote estaba relacionado con las granjas porcinas. [4]

Desde la implantación de las “industrias agrícolas”, proyecto iniciado con fondos de la Fundación Rockefeller en los años 1950 para convertir las granjas en empresas de maximización de beneficios, la producción estadounidense de cerdos o porcinos se ha transformado en empresas de producción masiva industrializada, de gran eficiencia, desde el nacimiento al sacrificio de los animales. Los cerdos están enjaulados en lo que se denomina Factory Farms, concentraciones industriales dirigidas con la misma eficacia que los campos de concentración de Dachau o Bergen-Belsen. Los animales se conciben por inseminación artificial y una vez nacidos, se les inyecta regularmente antibióticos, no para combatir las enfermedades frecuentes en las super pobladas unidades de crecimiento sino para que engorden y cojan peso más rápidamente. Acortar el tiempo hasta el momento de sacrificarlos es un factor de máxima prioridad para la obtención de beneficios. El proceso completo está integrado desde la concepción y el sacrificio, al transporte y distribución en los supermercados.

Las Granjas Carroll de México(GCM) resultan ser instalaciones de concentración empresarial para cerdos. En 2008 produjeron casi un millón de ejemplares en su fábrica, 950.000 según sus propias estadísticas. GCM es una empresa mixta del que el 50% de capital es propiedad de la mayor compañía industrial de producción porcina del mundo, Smithfield Foods of Virginia. [5]

Ahora la historia se vuelve interesante.

Estanques de residuos y otros campos de deportes

El Times de Londres entrevistó a la madre de Edgar Hernández, de cuatro años, de La Gloria, Veracruz, sede de las instalaciones de producción porcina del gigante Smithfield Foods. Su periodista local señala, “Edgar Hernández jugaba entre los perros y cabras que vagaban por las calles, probablemente ajeno al hecho de que la gripe del cerdo que había contraído unas semanas antes- fue el primer caso conocido- casi había paralizado a su país y había alarmado al resto del mundo. “Me sentí importante”, dijo el niño de cinco años, “pero tuve dolor de cabeza y de garganta, y mucha fiebre durante un tiempo. Tuve que estar en la cama”.

Los periodistas añadían: “El lunes 27 de abril se confirmó que Edgar fue el primer afectado por la gripe del cerdo, una revelación que ha situado a La Gloria y a sus empresas de producción de cerdos y “estanques de residuos” de sus alrededores en el centro de la carrera mundial para averiguar cómo ha surgido este nuevo y letal brote de gripe porcina. [6]

Eso resulta muy interesante. Ellos hablan de “La Gloria y de sus empresas de producción de cerdos y “estanques de residuos” que la rodean.” Presumiblemente los estanques de residuos de la factoría de Smithfield Foods son los lugares donde se vierten las heces y la orina de al menos 950.000 cerdos al año que pasan por sus instalaciones. Norson, la empresa mixta de Smithfield en México, afirma que sólo ella sacrifica 2.300 cerdos diariamente. Una barbaridad que da idea del volumen de residuos porcinos que se producen en las instalaciones concentradas en La Gloria.

Significativamente, según los periodistas del Times, “los habitantes de La Gloria se venían quejando desde marzo de que el emanación procedente de los residuos de las Granjas Carroll estaba ocasionando graves afecciones respiratorias. Ese mes hicieron una manifestación en la que llevaban pancartas con cerdos tachados por una X y marcados con la palabra peligro (sic en el original). [7] Ha habido peticiones para exhumar los cadáveres de los niños que murieron de neumonía para que puedan ser analizados. La legislatura estatal de Veracruz ha pedido que Granjas Carrol de Smithfield haga públicos los documentos sobre el tratamiento de sus residuos. Smithfield Foods al parecer ha declinado comentar la demanda, diciendo que “no iba a responder a rumores”. [8]

Un resumen de la investigación de Ed Harris informaba “ según los habitantes, la compañía ha rechazado cualquier responsabilidad y atribuido los casos a la “gripe”. Sin embargo, un funcionario municipal de sanidad ha declarado que las investigaciones preliminares indicaban que el desencadenante de la enfermedad era una clase mosca que se reproduce en los residuos porcinos y que el brote está relacionado con las granjas de cerdos”. [9] Ello implicaría que el miedo a la gripe porcina se habría originado en los asesores políticos de la mayor factoría industrial del mundo en la producción de cerdos, Smithfield Foods. La Marcha, periódico de Veracruz responsabiliza a las Granjas Carroll de Smithfield del brote, y descubre el inadecuado tratamiento de las enormes cantidades de residuos animales procedente de la producción de cerdos. [10]

Es comprensible que la compañía se sienta algo más que incómoda con la repentina atención suscitada. Esta compañía, que abastece a las cadenas de comida rápida McDonald y Subway , fue multada con 12 millones trescientos mil dólares en 1997 por violar la Ley de Aguas Potables. Quizás se hayan ido a una remota y pequeña zona rural mexicana en la que se benefician de una normativa relativamente laxa donde no tienen que preocuparse ante la idea de ser acusados de violar ley alguna sobre las aguas potables.

La producción de cerdos en granjas industriales es un clásico foco de enfermedades y toxinas pero se le presta escasa atención.

Granjas industriales como concentraciones tóxicas

En el fondo, la fuerza motriz que mueve a los gigantes de las industrias agrícolas a establecer sus instalaciones en el Tercer Mundo, en lugares como Veracruz, México, tiene mucho más que ver con la reducción de costes y la falta de vigilancia sobre la salud y la seguridad, que con la mejora de la calidad sanitaria y de seguridad del producto final.

Está ampliamente documentado y ha sido objeto de informes del Congreso estadounidense, que las instalaciones de producción animal a gran escala como las Granjas Carroll son importantes focos de reproducción de toxinas patógenas.

Un reciente informe de la US Pew Foundation, en colaboración con la Escuela Pública de Salud de la Johns Hopkins, señala que “el método de producción de alimentos de origen animal ha cambiado desde el sistema extensivo, basado en granjas pequeñas o medianas, propiedad de una sóla familia, a un sistema de grandes e intensivas explotaciones donde los animales se encuentran estabulados en grandes cantidades en estructuras cerradas que se parecen más a los edificios industriales que a los tradicionales establos. Ese cambio se ha producido, en primer lugar, al margen de la opinión de los consumidores y ha tenido un coste para el medioambiente y un impacto negativo en la salud pública, en las comunidades rurales y en la salud y el bienestar de los propios animales. [11]

El estudio Pew subraya: “Las granjas familiares, independientes y diversificadas de hace 40 años, que producían una variedad de cosechas y unos pocos animales, están desapareciendo como unidades económicas, remplazadas por granjas industriales mucho mayores, y con frecuencia muy capitalizadas. Los animales que muchas de esas granjas producen pertenecen desde el momento de su nacimiento o desde su llegada a la planta de procesado y desde allí al mercado, a compañías dedicadas al empaquetado de carne”. [12]

El estudio enfatiza que la utilización de “ residuos animales sin tratar sobre las tierras cultivables puede contribuir a un exceso de nutrientes, contaminar las aguas superficiales, estimular el crecimiento de bacterias y algas con la subsiguiente disminución en la concentración de oxígeno en las aguas superficiales. [13]

Ahí es donde deberían empezar las verdaderas investigaciones respecto a los peligros para la salud de las industrias porcinas como la de Perote en Veracruz. La difusión por parte de los medios de informes que provocan pánico en toda la humanidad ante la idea de contraer “síntomas” que recuerdan vagamente a la gripe o la gripe porcina, y las declaraciones realizadas hasta la fecha por autoridades de la Organización Mundial de la salud o del CDC están muy lejos de provocar una investigación científica racional.

Tamiflu y Rummy

En octubre de 2005, el Pentágono ordenó que se vacunase contra lo que se llamó gripe aviar, H5N1, a los militares estadounidenses desplazados en todo el mundo. Entonces, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld anunció que había presupuestado más de 1.000 millones de dólares para almacenar la vacuna, el Oseltamivir, vendido con el nombre de Tamiflu. El presidente Bush pidió al Congreso asignar otros 2.000 millones de dólares para tener reservas de Tamiflu.

De lo que Rumsfeld se olvidó informar en aquel momento fue del enorme conflicto de intereses. Antes de llegar a Washington en 2001, Rumsfeld había sido presidente de una compañía farmacéutica de California, Gilead Sciences, propietaria de la patente mundial exclusiva del Tamiflu, una droga desarrollada en sus laboratorios y cuyos derechos mundiales de distribución se vendieron al gigante farmacéutico suizo, Roche. Rumsfeld era supuestamente el mayor accionista en Gilead, que tenía el 10% de todas las dosis de Tamiflu vendidas por Roche.[14] Cuando el asunto se filtró, el Pentágono publicó una escueta declaración en el sentido de que Rumsfeld había decidido conservar y no vender sus acciones en Gilead, alegando que si lo hiciera podría interpretarse “como que existía algo que ocultar”. Aquella decisión conflictiva le supuso millones más de beneficios al subir el precio de su participación en Gilead en más del 700% en unas semanas.

El Tamiflu no es azúcar suave que se pueda tomar a la ligera. Tiene efectos secundarios importantes. Tiene componentes que podrían tener efectos fatales para personas con problemas respiratorios y frecuentemente, se ha dicho, produce náuseas, vértigos y otros síntomas parecidos a la gripe.

Desde el brote de pánico por la gripe del cerdo (no por la gripe sino por el pánico suscitado por ella) las ventas de Tamiflu y las de otras medicinas relacionadas con la gripe se han disparado. Las empresas que cotizan en Wall Street se han precipitado a emitir recomendaciones de compra procedentes de la compañía: “Recéteme, doctor. No me importa lo que sea... no quiero morir...”

El gobierno Bush se sirvió hábilmente del pánico y del miedo a morir para promover el fraude de la gripe aviar. La alarma actual provocada por la gripe del cerdo, recuerda los siniestros sucesos de la gripe aviar, que se localizó en instalaciones industriales de producción de pollos en Tailandia y otras zonas de Asia cuyos productos se exportaban a todo el mundo. En lugar de llevar a cabo una investigación sobre las condiciones sanitarias de aquellas industrias avícolas, el gobierno Bus y la OMS responsabilizaron a las pequeñas granjas familiares que criaban “pollos en libertad”, una medida que tuvo consecuencias económicas devastadoras para los granjeros cuyos pollos se criaban en las mejores y más naturales condiciones sanitarias. Tyson Foods de Arkansas y CG Group de Tailandia se dijo que iban a los bancos sonriéndose.

Ahora queda por ver si el gobierno Obama utiliza el miedo suscitado alrededor de la gripe porcina para repetir los mismos comportamientos, en esta ocasión con “cerdos voladores” en lugar de “aves voladoras”. Las autoridades mexicanas han informado ya de que el número de muertes confirmadas, debidas a la gripe del cerdo, son 7 y no las 150 o más exhibidas en los media y que la mayoría de los otros casos sospechosos eran gripe común.

(continuará)

Notas

[1] Health Advisory [Consultores de Salud], en http://www.swine-flu-vaccine.info/.
[2] Ibid.
[3]Centres for Disease Control, Swine Influenza and You, accesible en http://www.cdc.gov/swineflu/swineflu_you.htm.
[4] Biosurveillance, Swine Flu in Mexico-Timeline of Evenets, 24 de abril, 2009, accesible en: http://biosurveillance.typepad.com/biosurveillance/2009/04/swine-flu-in-mexico-timeline-of-events.html.
[5] Smithfiel Foods, http://www.smithfieldfoods.com/our_company/our_family/Norson.aspx.
[6]Ruth Maclean in La Gloria y Chris Ayres en Mexico City, ‘I had a headache and fever’ dice un niño superviviente, London, Times, 28 de abril de 2009.
[7] Ibid.
[8] Ibid.
[9] Ed Harrir, Blogger Examine Environmental Role in Mexisco Swine Flu Outbreak, 27 de abril de 2009, accesible en http://www.planetthoughts.org/?pg=pt/Whole&qid=2870.
[10] Ibid.
[11] The Pew Commission on Industrial Farm Animal Production, Putting Meat on the Table: Industrial Farm Animal Producton in America, accesible en: http://www.ncifap.org/_images/PCIFAPFin.pdf.
[12] Ibid.
[13] Ibid.
[14] F. William Engdahl, Is Avian Flu another Pentagon Hoax?, GlobalResearch, 30 de octubre de 2005.

F. William Engdahl es autor de Seeds of Destruction: The Hidden Agenda ogf Genetic Manipulation (Global Research, 2007, véase abajo) y A Century of Ear: Anglo-American Oil Politics and the New World Order (Pluto Press). Su nuevo libro, Full Spectrun Dominance: Totalitarian Democracy in the New World Order (Third Millenium Press) va a aparecer a finales de mayo. Su sitio web es: www.engdahl.oilgeopolitics.net.

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