Denuncia diario argentino: Peña Esclusa está vinculado a terroristas bolivianos

ABN/Aporrea.org
21/04/09

El ultraderechista venezolano Alejandro Peña Esclusa, ex integrante de Tradición, Familia y Propiedad, junto a dos ex militares argentinos implicados en intentos de golpes de Estado en ese país y apuntados por posibles violaciones a los derechos humanos, estarían relacionados con los planes de magnicidio denunciados días atrás en Bolivia.

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“El ingeniero venezolano Alejandro Peña Esclusa, acérrimo opositor al gobierno de Hugo Chávez, es quien preside UnoAmérica, la cruzada por denunciar a los gobiernos izquierdistas de América Latina. Bolivia y Venezuela encabezan las “preocupaciones” de la organización que recluta “fieles” y financiamiento en la derecha de Colombia”, denunció el diario argentino Página/12.

El rotativo argentino explicó que el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, se comunicó con el embajador argentino en La Paz, Horacio Macedo, para pedirle colaboración en el control de los pasos fronterizos “por la eventual presencia de activistas argentinos en distintas regiones de Bolivia”. Días atrás, la policía boliviana desbarató una banda de supuestos terroristas durante un operativo en el hotel Las Américas, de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde fueron abatidas tres personas y dos más fueron detenidas.

Según Página/12, uno de los ex militares argentinos es el “carapintada” Jorge Mones Ruiz, que durante la década del 80 participó en un intento de golpe contra el gobierno argentino del presidente Raúl Alfonsín. Quienes encabezaron este levantamiento obtuvieron por parte de esa administración la sanción de una norma que permitió la impunidad a los uniformados que participaron en la dictadura militar en Argentina entre 1976 y 1983.

El matutino explicó que Mones Ruiz “encontró un nuevo conchabo como delegado argentino de UnoAmérica –una organización de ultraderecha que pretende ser la contracara de Unasur–, viajó a Bolivia y se habría contactado con Rózsa”. Esta última persona es Eduardo Rózsa, ciudadano boliviano-croata, muerto en el operativo del pasado jueves, y que participó activamente en fuerzas ultranacionalistas croatas durante la Guerra de los Balcanes.

También se explicó que Mones Ruiz fue oficial de inteligencia del Ejéricto argentino en Bolivia durante un tramo de la dictadura militar y hace un tiempo viajó al país andino, acompañado Liliana Raffo de Fernández Cutiellos, viuda del teniente coronel Horacio Fernández Cutiellos, muerto durante el intento de copamiento del Regimiento de La Tablada por parte del Movimiento Todos por la Patria (MTP).

La mujer, que encabeza la agrupación de derecha Movimiento por la Verdadera Historia de la provincia de Córdoba, “visitó en prisión al ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández, acusado de conspirar contra el gobierno de Morales”, señaló Página/12.

“Entre los objetivos del viaje habría estado reunirse con otro camarada del betún (otro militar golpista), prófugo por delitos de lesa humanidad y radicado en Santa Cruz de la Sierra: Luis Enrique Baraldini”, quien tiene pedido de captura internacional quien es acusado de participar en la represión del régimen militar argentino.

El artículo del matutino además indicó que “los carapintadas hicieron empatía con las facciones lideradas por Branco Marincovic, el empresario sojero líder del comité secesionista de ese departamento boliviano caracterizado por las consignas racistas contra Morales”.

El gobierno de Bolivia confirmó que el grupo desbaratado estaba integrado por los fallecidos Rózsa, Arpád Magyarosi (húngaro-croata), Michael Dwyer (irlandés) y los detenidos Mario Tadic (boliviano-croata) y Elod Toasó (húngaro).

Durante el operativo donde fueron abatidas estas personas se decomisaron distintos tipos de armamentos y se encontraron evidencias de planes que buscaban asesinar al presidente Morales y al vicepresidente García Linera, además de a miembros del gabinete nacional y al prefecto de Santa Cruz, el opositor Rubén Costas.

Este lunes, el ministro de Gobierno boliviano, Alfredo Rada, declaró que agrupaciones “ultranacionalistas, separatistas” y empresariales cruceñas son responsables de apoyar a la célula terrorista.

“Se necesita de una estructura y de recursos. Hay grupos y personas de extrema derecha, ultranacionalistas, separatistas en Santa Cruz” que apoyaron al grupo, afirmó el funcionario.