Inglaterra: Gordon Brown recupera para su equipo al "príncipe de las tinieblas"

4/10/2008
La verdad.es

El hasta ahora comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, fue nombrado este viernes nuevo ministro para Empresas del Gobierno británico, como parte de una remodelación del primer ministro, Gordon Brown, que dio más unidad al partido Laborista en un momento difícil. Mandelson dirigió hasta agosto la delegación europea en la negociación para un nuevo tratado de la Organización Mundial de Comercio. Tras el fracaso de la negociación abandona Bruselas. Ha sido, quizás tras el ex primer ministro conservador, Edward Heath, el político británico que con más claridad ha defendido la UE y, cuando era miembro de la Cámara de los Comunes, encabezaba la delegación británica del comité parlamentario británico-español.

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El primer ministro Brown es reconocido como el principal obstáculo que encontró Blair para incorporar la libra en el euro, pero la recuperación del nuevo Lord Mandelson -tendrá que recibir un escaño en la cámara alta para formar parte del Gabinete- no llama la atención por integrar a un ministro europeísta.

El anuncio del regreso de Mandelson provocó asombro en Westminster porque él, Brown y Blair fueron los tres artífices que íntimamente diseñaron y ejecutaron la transformación del Laborista en un partido con posibilidades de gobernar y en una maquinaria electoral admirable.

Y los tres protagonizaron la tragicomedia posterior del laborismo. Tras la muerte súbita de John Smith, el laborismo tenía que elegir entre Brown y Blair, pero, antes de que decidieran quién iba a presentarse a la elección, Mandelson alimentó a los periodistas la candidatura de Blair.

Brown cedió entonces y la década del laborismo ha estado marcada por su rencor hacia sus dos íntimos ex amigos, que le habrían traicionado. Mucho antes de que el actual primer ministro forzase a Blair a dimitir, en 2007, Mandelson ya había caído por el precipicio.

Considerado como el más inteligente estratega de los tres y al mismo tiempo el artífice de la manipulación mediática- el spin- que dio fama y descrédito a la década, Mandelson tuvo que dimitir dos veces del Gobierno por desastres personales.
La primera, del Ministerio de Comercio e Industria, parecido al que ocupará ahora, al descubrirse que dio datos inexactos al banco para lograr un préstamo para comprar su bella casa en el sofisticado barrio de Notting Hill. La segunda, ya vendida la casa, y siendo ministro de Irlanda del Norte, en un enredo en el que aparecía llamando al Ministerio de Interior para interesarse por la solicitud de pasaporte de dos hombres de negocios indios.

El príncipe de las tinieblas regresa al Gobierno con sus saberes y sus lastres y le acompaña en el retorno Margaret Beckett, la mujer discreta y eterna del laborismo, que disputó sin éxito a Blair el liderazgo el partido en aquel episodio.

La remodelación estaba provocada por la renuncia al cargo de la ministra de Transportes, Ruth Kelly, y Brown la ha aprovechado para crear un Gabinete más fuerte, con más empaque ante el partido y para integrar a un 'blairista' pata negra, como Mandelson, y apaciguar las facciones.

Hace quince días, Brown estaba hundido. Su discurso en la conferencia del partido, en Manchester, recortó las diferencias en los sondeos. El de David Cameron a los suyos, esta semana, ha sido recibido con división de opiniones. ¿Tiene aún posibilidades el laborismo?Según Peter Kellner, director de la empresa de sondeos YouGov, la población británica no ha arrojado aún a los laboristas a las tinieblas ni está encandilada con Cameron. Es muy difícil que se recuperen, decía hace unos días, pero aún es posible. El primer ministro ha enviado como comisaria a Bruselas a la baronesa Ashton, casada con Kellner.