Minorías recibirían menos analgésicos en hospitales de EEUU

2/01/2007
Reuters

Los pacientes negros e hispanos que padecen algún dolor son menos propensos que los blancos a recibir analgésicos potentes en los departamentos de emergencia de los hospitales estadounidenses, pero los motivos irían más allá del prejuicio racial, informaron investigadores.

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En una observación de 375.000 visitas a salas de emergencia durante 13 años, un estudio reveló que el 31 por ciento de las personas blancas con dolor recibían medicamentos en base a opioides, una clase amplia de analgésicos narcóticos que se administran sólo con prescripción médica.
Eso, comparado con un 23 por ciento de los pacientes negros y un 24 por ciento de los hispanos.
En cambio, el 36 por ciento de los pacientes pertenecientes a las minorías étnicas de Estados Unidos recibían analgésicos menos potentes, no opioides, como el acetaminofeno (paracetamol) y el ibuprofeno, durante las consultas de emergencia, frente al 26 por ciento de los pacientes blancos.
Existirían muchos motivos detrás de esta disparidad racial, escribió el autor del estudio, el doctor Mark Pletcher, en la edición de esta semana de Journal of the American Medical Association.
El alivio del dolor comenzó a recibir más atención a fines de la década de 1990 y en el 2001 se emitieron guías formales en Estados Unidos para mejorar el control del dolor en los pacientes.
En general, el uso de opioides en los departamentos de emergencia aumentó del 23 por ciento de los pacientes en 1993 al 37 por ciento en el 2005, indicaron los investigadores.
"Estudios efectuados en la década de 1990 mostraron una disparidad racial o étnica en el uso de estos analgésicos potentes, pero esperábamos que los esfuerzos recientes del país sobre el control del dolor en las salas de emergencia redujera esa brecha," indicó Pletcher en un comunicado.
"Lamentablemente eso no sucedió," agregó el investigador de la University of California en San Francisco
Pero la investigación reveló que la mayor disparidad racial a la hora de administrar medicación fuerte se hallaba entre los pacientes con más dolor y los que tenían 12 años o menos, que suelen ser los menos propensos a abusar de las drogas.
"No hay evidencia de que las personas que no son de raza blanca sufran dolor menos severo o distintos tipos de dolor cuando llegan al departamento de emergencia," expresó Pletcher.
"Creo que nuestros datos indican que los opioides están siendo menos recetados a las minorías (étnicas) en los departamentos de emergencia, especialmente a los pacientes negros e hispanos," agregó el autor.
Un factor sería que los pacientes blancos son más propensos a esperar y reclamar alivio del dolor y a comunicar mejor sus síntomas en comparación con los pacientes de las minorías étnicas, manifestó el reporte.
Los blancos, en tanto, quienes suelen tener más seguros de salud, recibirían más medicamentos de los que deberían, añadió el escrito.
Pero las disparidades raciales persistentes sugieren que se necesitan cambios en los protocolos de las salas de emergencia respecto del control del dolor, concluyó el informe.