V de Vendetta: ¡Un penique para el viejo Guy!

Laura Knight-Jadczyk
sott.net
5/11/07


Hace más o menos un año vimos la película V de Vendetta. Como tantos otros, yo pensé que era una analogía realmente buena de la situación que atraviesa el mundo actual, si bien se la representó como “el futuro”. En muchas escenas, no sólo transmite la idea de cómo los medios de comunicación tergiversan la información, sino que en realidad habla acerca del hecho de que se remplazan términos, que nuestro lenguaje ha sido corrompido para ser utilizado por psicópatas.
Miremos algunos clips editados especialmente para ilustrar este punto [NdT: lamentablemente están en inglés], y luego proseguiré:

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Hace un año, alrededor de esta fecha, todos estaban exaltados, seguros de que las elecciones en los Estados Unidos iban a cambiar la situación y traer un fin a la Locura de Bush. Y hace un año también, el 8 de noviembre de 2006, escribí lo siguiente:

“¿Ustedes creen que ‘el sistema funcionó’, que la democracia triunfó, y que las elecciones del día de ayer son el primer paso hacia la corrección del desajuste que Bush y los Neocons han creado en el planeta?
“Vuelvan a reflexionar. No es que ‘el sistema’ no haya funcionado; funcionó de maravillas, pero usted ha sido engañado una vez más.

”Nada ha cambiado. De hecho, la victoria Democrática orquestada con un fin preciso ha puesto a dormir a muchos de ustedes. Esta última fue organizada para que creyeran que aún viven en una democracia. Pero la realidad es que la soga sionista está más amarrada que nunca a la política del Estado Estadounidense, y los electores estadounidenses deben darse cuenta de que no es relevante qué partido triunfe en las elecciones.”

Yo estaba en lo cierto, como lo he estado una y otra vez.
Y no me pone contenta tener razón.
El 3 de junio de 2007 escribí:

"Una y otra vez me llegan cartas de grupos políticos pidiendo dinero y apoyo. He contribuido con ambas cosas, y también les he enviado un sinnúmero de cartas y correos electrónicos diciéndoles que sus “acciones políticas” no van a causar ningún efecto si no añaden el factor de la psicopatía a la ecuación. Estaban todos muy seguros de que con el retorno de los Demócratas todo iba a cambiar, pero la verdad es que nada se ha movido. Se malgastó todo ese dinero y esfuerzo. Y recién ahora la gente lo está viendo, mientras que nosotros lo hemos estado diciendo durante tanto tiempo.”

No quisiera señalar a ningún grupo de “acción política” en particular, pero es difícil ignorar que moveon.org, supuestamente uno de los mayores grupos de acción política, ha recaudado literalmente millones de dólares, pero que eso no cambió absolutamente nada. Las botas del fascismo aún marchan a lo largo y ancho del planeta.
Es inevitable preguntarnos qué tipo de cambios serían posibles si la gente que dona a moveon.org fuera consciente de la psicopatología en la política, y que no está luchando contra una situación simplemente “política”, sino con un golpe de estado criminal, y que invertir dinero en la “acción política” equivale a arrojarlo a un agujero negro.
Nada va a cambiar hasta que las masas no se vuelvan conscientes de la patología presente en la política – los psicópatas que están en el poder – y esa toma de consciencia va a venir ya sea del activismo o del sufrimiento directo en manos de los criminales que nos controlan: escoja lo que prefiera.
La gente no se da cuenta de que al intentar “suavizar las cosas, caer bien, y esperar que haya una solución política” lo único que están haciendo es postergar lo inevitable. Hasta que usted comprenda profundamente la psicopatía, no podrá comprender que no existe una negociación posible con los psicópatas. Sólo existe UNA solución: que la humanidad, en masa, cese de apoyar a los psicópatas que se encuentran en el poder, lo cual era el significado detrás de la película V de Vendetta. Nada más podrá frenar el descenso hacia la destrucción masiva.
Pero eso no va a suceder a menos que literalmente millones, si no miles de millones de gente tome consciencia de la verdad del estado de las cosas. No alcanza con estar vagamente al tanto. Se necesita comprender de un modo visceral el gran peligro sobre el cual todos nos hayamos parados en este mismo instante.
Tomemos en cuenta algunas pistas que nos proporciona la película V de Vendetta. Es una representación maravillosa de nuestra situación y aporta algunos de los elementos clave con los cuales debemos tratar:
Al comienzo de la película nos presentan una realidad “futurística” la cual, para un individuo que ya ha tomado consciencia, no lo es tanto.
Tal como Aldous Huxley escribió en Un mundo feliz:

Los antiguos dictadores fallaron porque nunca fueron capaces de suministrar pan suficiente, circos suficientes, milagros y misterios suficientes. Tampoco poseían un sistema de manipulación de las masas que fuese verdaderamente eficaz.
Bajo el mando de un dictador científico, la educación funcionaría, dando como resultado que la mayoría de los hombres y las mujeres crecieran amando su servidumbre y nunca soñaran con la revolución. No parece haber ninguna razón para que se pueda llegar a derrocar algún día a un dictador científico.

En pocas palabras, V de Vendetta realiza un trabajo formidable al recrear la realidad en la que nos hallamos: un régimen totalitario.
Uno de los aspectos más interesantes de la película es el modo en que nos muestra el efecto que tienen los psicópatas en cierto tipo de personas (el héroe “V”, por ejemplo). En varias escenas surrealistas nos muestra lo bien que “V” aprendió la lección y cómo se la transmitió a Evey actuando como su propio psicópata personal. Luego deja claro lo doloroso que fue para él tener que shockearla de un modo tan severo, pero que sabía que no había otra manera de despertarla en forma segura. Este es un buen punto: ¿Cuántas personas van a tener que morir, como lo hizo el actor amigo de Evey, Gordon Dietrich (representado por Stephen Fry), porque no comprenden hasta dónde llega la perversión que los psicópatas han creado en el mundo?
El asunto es que al forzar a Evey a vivir aquello por lo cual él ya había tenido que pasar en manos de psicópatas, V esperaba poder enseñar a Evey que nuestra integridad, “el último centímetro que nos queda”, es más importante que nuestras vidas. Al principio Evey se enfada muchísimo con V por lo que le hizo, pero pronto se da cuenta de que, tras haberse confrontado con su propia muerte, ahora es capaz de vivir sin miedo.
No hay ninguna posibilidad de “arreglar las cosas”. No existe ninguna posibilidad de cambio hasta que la gente sea capaz de tomar el remedio desagradable pero necesario para curarse del mal de la política. Y por lo general, tal como lo acabo de mencionar, la gente no está dispuesta a tomar ese medicamento hasta que se enferman tanto que no les queda otra alternativa. Lo triste es que, para ese entonces, por lo general ya han perdido a sus seres más amados o su propia libertad.
Regresemos a la posibilidad de que el activismo traiga un cambio.
Sí, es posible. Después de todo, nos metimos en este lío al ser hipnotizados, estafados y engañados. PODRÍAMOS revertir el proceso si contáramos con los recursos y la ayuda necesaria. Se puso a dormir a la gente mediante la propaganda; bien podría despertar mediante el proceso contrario.
Pero eso va a costar mucho dinero. Literalmente miles de millones de dólares han sido invertidos para taparle los ojos a la gente. Existen agencias gubernamentales enteras con presupuestos gigantescos de dinero lavado que cumplen con el plan de mantener a la gente ignorante y dormida.
Y es ahí donde usted, el lector, entra en juego.
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Seguro que podemos hacer algo mejor que derrochar nuestro dinero en cosas tales como introducir más criminales en el Congreso, ya sean demócratas o republicanos, [de izquierda o derechas]. Olvidemos todo el sinsentido de las elecciones; TODOS sabemos que fueron robadas. La democracia en los Estados Unidos ya ha muerto (y en casi todos los demás países también). ¡Ya hemos visto cómo los Demócratas traicionaron a sus seguidores y electores (como si alguno de ellos les importara) desde el primer día de mandato!
¿Qué tal si hiciera algo con su dinero que pudiera crear una diferencia y tal vez salvar la vida de alguien que ama (por no mencionar la suya propia)? No está mal por el precio de una gaseosa, ¿no cree?
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Recuerde: “Lo único necesario para el triunfo del mal es que la gente buena no haga nada.” (Edmund Burke). Es sólo porque las masas se pusieron de pie detrás de él que V, a través de Evey, fue capaz de derrocar a los psicópatas.
Si usted no da nada, ¿quién lo hará? Si no es hoy, ¿cuándo?
Le ruego que no espere hasta que sea demasiado tarde.
Al final de la película vemos al ejército del régimen inmóvil frente a la gran cantidad de gente que comienza a marchar desde todas partes vistiendo sombreros, capas negras y la máscara de Guy Fawkes. Sin sus líderes psicópatas para decirles qué hacer o financiar su seguridad, los soldados no son capaces de disparar al espectáculo sorprendente de la solidaridad de seres humanos normales (es decir, los no psicópatas -NdT)
Cuando el Parlamento comienza a explotar en incendiarse en un grandioso final que alegra los corazones de la gente normal, cada individuo comienza, uno tras otro, a quitarse la máscara de Guy Fawkes y uno finalmente comprende el simbolismo:
Si bien todos somos seres humanos individuales, aquéllos de nosotros que SOMOS humanos necesitamos convertirnos en Uno –y eso significa excluir a los psicópatas y a otras personas con trastornos psicológicos semejantes – en nuestra búsqueda de la verdad, adonde sea que ésta nos lleve…
Recuerde, recuerde, el 5 de noviembre… ¡Póngase la máscara de Guy Fawkes y déle un “centavo” a ese hombre!

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