Califican de "mafioso político" el triple crimen de policías en Argentina: además de balearlos, a dos los apuñalaron
Clarín
Así lo confirmó el ministro de gobierno Florencio Randazzo, tras salir de una reunión convocada por el gobernador (de la provincia de Buenos Aires) Felipe Solá. Los efectivos acribillados esta madrugada estaban asignados a la custodia de una planta transmisora en La Plata. Los agresores usaron armas 9 milímetros y huyeron llevándose una camioneta policial. Los homicidios ocurrieron a nueve días de las elecciones.
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Un mensaje mafioso, una advertencia de tipo política, un ajuste de cuentas o un hecho vinculado a una interna policial, están entre las principales hipótesis que se manejan en el Gobierno bonaerense, que todavía no salió a dar ningún mensaje oficial.
Pero el primero en hacerse escuchar fue el mismo presidente Néstor Kirchner, quien en un acto en la Casa Rosada consideró que lo ocurrido esta madrugada en La Plata, a nueve días de las elecciones, "no es casualidad".
Tres policías bonaerenses fueron asesinados a puñaladas y rematados a balazos en un predio del Ministerio de Seguridad bonaerense en el que funciona una planta transmisora, en una zona rural ubicada en las afueras de la capital provincial.
El lugar donde ocurrió el triple crimen está ubicado en calles 7 y 630, en el barrio Aeropuerto. Allí funciona una planta transmisora de la cartera de seguridad bonaerense, que está dentro de una zona de campos y quintas. El lugar elegido deja en evidencia que el hecho estuvo planificado.
Los agentes asesinados estaban asignados a la custodia del predio. Dos de ellos aparecieron apuñalados y con un balazo en la cabeza cada uno. La tercera de las víctimas, la de mayor rango, logró correr al menos veinte metros en un intento por escapar antes de caer acribillado de cuatro disparos en la espalda.
Tras conocerse el hecho, y siendo la inseguridad uno de los temas centrales de la campaña electoral, la Policía Científica bonaerense, la Delegación de investigaciones de La Plata y todas las áreas afectadas a la investigación de homicidios se trasladaron de inmediato para trabajar en el lugar del triple homicidio.
Las hipótesis se inclinaron primero por un presunto crimen mafioso o un intento de robo de armas, pero las palabras del Presidente esta mañana deslizaron un posible mensaje desestabilizador de contenido político.
Los policías asesinados fueron identificados como el sargento Pedro Germán Díaz, de 45 años; y los oficiales Ricardo Torres Barbosa y Alejandro Rubén Batalaro, de 26 y 27 años, respectivamente, recién egresados de la escuela de policía Juan Vucetich.
Los tres cumplían funciones en la Superintendencia de Comunicaciones del Ministerio de Seguridad bonaerense. Todo se descubrió esta mañana. Cerca de las 7 llegaron al predio los relevos para reemplazar a las víctimas.
Entre los detalles que llamaron la atención (además de que dos de los agentes fueron apuñalados y rematados) fue que los asesinos se llevaron una camioneta policial que apareció abandonada poco más tarde en el barrio La Unión, en calle 145 entre 45 y 46, a más de cinco kilómetros del destacamento.
No hay testigos directos. El arma reglamentaria del sargento Díaz fue hallada a metros de su cadáver. Se presume que los homicidas, que serían al menos cuatro, no se la llevaron apurados por escapar del lugar sin ser vistos. Interviene en la investigación la fiscal platense Leyla Aguilar.
Según adelantó el canal TN, los peritos forenses concluyeron que el triple crimen ocurrió cerca de las dos de la madrugada. Barbosa y Batalaro fueron apuñalados y ejecutados primeros, y Díaz recibió al menos cuatro balazos -todos calibre 9 milímetros-.
Una de las sospechas sostiene que los asesinos ingresaron caminando y con un auto de apoyo que se quedó en la entrada del predio, teniendo en cuenta que es una zona aislada y en la cual casi no hay circulación de vehículos.
Tras acribillar a los policías, los homicidas escaparon en la camioneta robándose una escopeta, una ametralladora y las armas reglamentarias de dos de las víctimas.
El ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, llegó cerca de las 11.15 a la planta junto a un grupo de colaboradores con la intención de reunirse con la fiscal. Poco se supo de ese encuentro.
Luego partió en un helicóptero a la casa del Gobierno bonaerense. Arslanián se ganó varios enemigos dentro de la fuerza en estos años (ver "Más Información") , al ponerse al frente de un plan de depuración que incluyó varias purgas, un aspecto que se destaca en su gestión.
La constante depuración, las elecciones, los reclamos por la inseguridad en el conurbano bonaerense y la reiteración de hechos violentos señalados por el arco opositor al Gobierno, le agregan al triple homicidio una serie de particularidades que no pueden obviarse en el análisis, y que el propio Kirchner puso en el centro de la escena.
Según índico la agencia DyN, Arslanián sostuvo que se trató de "una venganza" o "un acto de terror para instalar un clima de inestabilidad". El ministro descartó la hipótesis de un robo y se sumó así a la línea lanzada por el Presidente en su discurso de esta mañana.
El titular de la cartera de seguridad bonaerense se reunió con Solá y todo su gabinete. Tras salir de ese encuentro, el ministro de gobierno Florencio Randazzo también consideró que se trató de un hecho mafioso y político, y no descartó que haya vínculos con "la policía corrupta". Cierto o no, el triple homicidio provocó un simbronazo en la gobernación comparable con el crimen del fotografo Luis Cabezas.
La cúpula de la Policía Bonaerense, en conferencia de prensa, no brindó demasiados detalles sobre la investigación, aunque intentó quitarle peso a la versión de una interna policial como posible móvil del hecho. "Toda fuerza en el mundo tiene depuraciones. En la policía bonaerense no hay internas", aseguró Hugo Matzkin, Superintendente de Investigaciones de Delitos Complejos.
(Fuente: Télam y DyN)
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