Teorías conspirativas 2010: ¿Un golpe de Estado contra Chávez?
IAR Noticias
12/01/10
El cartero del Imperio
Chávez tiene dos problemas centrales a resolver: La creciente crisis económica venezolana (cuyo estallido se potenció el viernes con la devaluación del Bolívar) y las elecciones parlamentarias en el 2010. Ambos acontecimientos son claves para la permanencia del líder bolivariano en el poder. Pero un tercer factor (no descartable) se agregó con una predicción de la influyente revista estadounidenses Newsweek pronosticando que Chávez será derrocado por un segundo golpe militar en en el curso de este año.
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En las usinas antichavistas son mayoría los que opinan que la crisis económica (con su efecto inmediato negativo sobre su imagen) se va a encargar de terminar con el reinado de Hugo Chávez en la presidencia de Venezuela.
En esa orientación, la mayoría de los diarios y cadenas estadounidenses dedican sus portadas y ediciones a titular y describir el proceso económico venezolano, donde la crisis que se expande de la mano del colapso energético, la inflación galopante y la devaluación del Bolívar genera mercado negro y temor a una perdida del poder adquisitivo de los sectores más pobres.
Hugo Chávez ha calificado la consulta de 2010 de "vital" para mantener la marcha de su proyecto revolucionario de corte socialista y ha reconocido que necesita conservar la mayoría absoluta en el foro parlamentario.
Esa necesidad deriva de que mientras las leyes ordinarias pueden aprobarse por mayoría simple, las especiales necesitan del apoyo de los dos tercios de los asambleístas.
Chávez ha expresado su temor a que la oposición obtenga el suficiente número de escaños como para impedir la aprobación de leyes polémicas, lo cual, según sus esquemas, podría derivar en una conflictividad política capaz de desestabilizar a su gobierno.
No obstante este escenario (considerado como el "principio del final" de Chávez por la prensa imperial), el semanario Newsweek, habitual vocero de los servicios de inteligencia, vaticinó a fin del año pasado un golpe de Estado de las fuerzas armadas venezolanas para derrocar al gobierno de Chávez.
Newsweek dedica parte de su "predicción mundial número cuatro" a Venezuela y, especialmente, a su presidente Chávez, a quien pronostica "otro golpe" de Estado por el empeoramiento de las condiciones económicas y sociales del país.
Según la el semanario imperial, la recesión mundial "le quitó viento al huracán Hugo" y ahora los intentos de Chávez de convertir a toda América Latina al "Socialismo del Siglo XXI" se están "desbaratando".
A medida que en 2010 "empeoren los apagones, crezca la deuda del gobierno y se deteriore aún más la 'guerra fría' con Colombia" (que la revista recuerda es el principal socio comercial de Venezuela trasEEUU) "los problemas paralizarán la economía" y, a último término, "la tan cacareada popularidad del líder bolivariano se tambaleará".
"Los ánimos entre los venezolanos más humildes, que elevaron al poder al comandante Chávez, así como la descontenta clase media, acostumbrada al consumismo occidental, empeorarán", predice Newsweek, advirtiendo que esta situación llevará a que el Ejército venezolano "se ponga en marcha para deponer a Chávez y restaurar el orden".
En un mensaje antes de fin de año, el presidente venezolano descartó que en 2010 se vaya a producir un golpe de Estado en su contra pronosticado por el semanario norteamericano. Una información que, según Chávez, está basada sólo en el "deseo y en el odio que nos tiene el imperialismo estadounidense que ellos representan".
"Ellos son la revista del imperio", aseguró Chávez durante su discurso de fin de año desde el Palacio de Miraflores y que fue recogido por las cadenas de televisión del país. También se refirió a los pronósticos de Newsweek en los que el semanario afirmaba que 2010 sería el último año del ex presidente cubano Fidel Castro: "Será que va para la luna", bromeó el mandatario venezolano.
De acuerdo con su versión, las informaciones de la revista norteamericana tan sólo se basan "en sus propios deseos" y es imposible que triunfe un intento de golpe de Estado en su contra por la actual "fuerza moral" del Ejército venezolano.
Aunque reconoció que "sectores externos y de la oposición" venezolana apuestan por esa vía para sacarle del poder, se mostró confiado en el apoyo de los militares de su país y aseguró que la respuesta de su Gobierno sería "contundente" e "implacable".
"La oposición tendría que importar una Fuerza Armada para lograrlo, porque nuestro contraataque sería duro, aunque siempre dentro del marco de la Constitución", aseveró el mandatario bolivariano.
¿Deseos imaginarios o verdadero complot en marcha?
Hay analistas (dentro y fuera de Venezuela) que sostienen que el éxito del golpe hondureño contra Zelaya está alentando a los sectores más extremos del Pentágono y de la oposición interna a realizar una asonada militar para sacarlo a Chávez del poder.
El escenario hondureño, además de los objetivos coyunturales con la destitución de Zelaya, conformó un laboratorio de ensayo experimental de "cambio de régimen regional" que tiene a Chávez y a los presidentes izquierdistas como objetivo central. "Después de Honduras vienen por mí", había dicho en agosto pasado el presidente de Ecuador Rafael Correa.
El golpe hondureño, en realidad, fue sólo la punta del iceberg de un proceso geopolítico militar más profundo impulsado por el poder conservador de EEUU, que intenta sustituir a una estrategia de dominio que considera "demasiado blanda" (el "sistema democrático" de poderes civiles) por una alternativa de mayor control militar de la región adaptado a las crisis y a los conflictos intercapitalistas que se avecinan en el planeta.
Los conservadores (demócratas y republicanos) y los halcones militaristas (alianza del sionismo judío con la derecha cristiana) que controlan los resortes de decisión del Pentágono y del Complejo Militar Industrial (capitalismo de guerra), están convencidos de que las políticas de "diálogo y tolerancia" que propicia Obama conducen a una pérdida del poder militar de EEUU y a una fortificación de sus enemigos situados en el "eje del mal".
La clave se resume en un axioma: Chávez es la principal espada del "eje del mal" en América Latina. Venezuela es la cabecera de playa, la plataforma de lanzamiento regional, de la estrategia del eje Rusia-Irán-China-Venezuela, del cual Chávez conforma una pieza clave.
El presidente venezolano mantiene una alianza estratégica (de orden comercial y militar) tanto con Irán como con Rusia y China, potencias capitalistas emergentes que compiten con el eje USA-UE por el control de las redes energéticas y las reservas petroleras del triángulo Eurasia-Cáucaso-Medio Oriente, en una versión aggiornada de la "guerra fría" por áreas de influencia, esta vez protagonizada a niveles intercapitalistas.
En este escenario, no luce tan desatinado el pronóstico de un golpe militar contra Chávez. Y Newsweek no es cualquier profeta: Sus informes y editoriales reflejan generalmente el pensamiento en voz alta de la CIA y el Pentágono.
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