Receta Obama: Combatir el desempleo con (más) desempleo y ajuste social
Manuel Freytas
IAR Noticias
28/01/10
Decididamente está demostrado que Barack Obama, el gerente imperial de turno en la Casa Blanca, va siempre hacia donde soplan los vientos de las encuestas. Con distintas variantes de "propuestas" y de discursos, el presidente USA y su equipo orientan su accionar en un solo objetivo: Recuperar su "imagen pública" (en un derrumbe acelerado e histórico) para que el Partido Demócrata no sufra un "colapso electoral" perdiendo su mayoría parlamentaria en la elecciones de noviembre. Su última estrategia consiste en vender ajuste social y más desempleo en nombre del "combate contra el desempleo".
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Obama, desde su ingreso a la Casa Blanca, ensayó varios discursos fracasados: El del Imperio "democrático y pacifista" fracasó con Afganistán y la continuidad de la guerra "contraterrorista". El del Imperio de los "derechos humanos" fracasó con Guantánamo y la reivindicación de la CIA de Bush. El de la "reforma social" fracasó con el proyecto de salud gratuita mutilado y descascarado en el Congreso.
Finalmente, Obama y su equipo intentan apuntar para donde sopla el viento: El desempleo y la furia popular contra los banqueros, los grandes "ganadores" de la crisis ayudados por los rescates financieros ejecutados por el propio Obama.
La semana pasada, Obama disparó munición gruesa contra Wall Street proponiendo un insólito impuesto a la renta financiera y una limitación del poder del sector financiero en la economía.
El miércoles, en su discurso sobre el estado de la Unión, el gerente USA apuntó sus cañones contra el desempleo, cuando en realidad lo que estaba anunciando era un congelamiento del gasto público (con todo el impacto social que eso significa) hasta el final de su mandato.
La prensa internacional (el sistema mediático oficial) centró sus titulares en el "combate de Obama contra el desempleo", cuando en realidad, el titular (de acuerdo con la realidad del discurso presidencial) debería ser: "Obama congela el gasto público de EEUU hasta el final de su mandato".
¿Alguien conoce algún país que haya reactivado el empleo congelando (léase ajustando) el gasto público?
Una parte substancial del gasto público (planes de salud, de vivienda, de ayuda social, etc) es considerado como un "valor agregado" del salario, de importancia clave para la reactivación del consumo y del proceso productivo que en definitiva representan la columna vertebral del sostenimiento del empleo.
El punto central del discurso de Obama el miércoles (soslayado en su importancia por la prensa del sistema) consistió en su reconocimiento de que el país norteamericano tiene ante sí un "gran agujero fiscal", por lo que decidió congelar parte del gasto público durante tres años para tratar de ahorrar 250.000 millones de dólares (unos 176.000 millones de euros).
Desocupados completan sus datos en una solicitud de empleo.
En primer lugar, el recorte (por congelamiento del gasto) obliga a la administración Obama a renunciar a una parte substancial de sus promesas electorales, en salud, educación, e infraestructura, priorizando el control del déficit fiscal (producto principalmente de los billonarios paquetes de ayuda a los bancos y megaempresas con dinero público de los contribuyentes).
En realidad, y con la futura implementación de la medida de congelamiento, la administración de Obama sólo realiza un blanqueo a nivel nacional del proceso de ajuste del gasto público que ya se viene realizando desde el año pasado en un conjunto de Estados de la Unión.
Según The Wall Street Journal, el vocero más influyente del poder financiero de EEUU: La crisis (endeudamiento y baja de recaudación) de los estados agrava el desempleo (desocupación y recortes salariales) y ya extiende los ajustes (reducción de planes sociales) a todo el territorio de EEUU.
Es obvio que, si Obama y su equipo priorizan cubrir el bache fiscal congelando gasto público, lo que en realidad están haciendo es un ajuste tradicional: Desviar fondos públicos (de toda la sociedad) para cubrir deudas contraídas para salvar al sector privado de la economía (bancos y empresas) que desató la crisis recesiva en EEUU.
En otras palabras, Obama (como lo hizo Bush) privatiza las ganancias y socializa las pérdidas.
Pero hay algo más: Argumentando que el empleo depende de la recuperación de las empresas, Obama propuso nuevos subsidios y recortes de impuestos que insume otro desvío de fondos hacia el sector privado del capitalismo.
Obama justificó el apoyo que su gobierno le dio a los bancos durante la reciente crisis financiera, señalando que si no lo hubiera hecho, el desempleo habría podido llegar al doble del nivel actual.
También señaló que gracias a la llamada ley de estímulo fiscal, aprobada el año pasado, muchas empresas habían empezado a contratar nuevamente empleados, luego de la fuerte recesión.
Al anunciar nueva legislación para combatir el desempleo, que fluctúa alrededor del 10%, Obama dijo que su gobierno propondrá destinar US$30.000 millones para que los bancos locales presten dinero a empresarios que generen nuevos puestos de trabajo.
Un hombre protesta en Wall Street contra los rescates bancarios.
Como ya está demostrado por la actual coyuntura: Los billonarios fondos de los "rescates" bancarios no fueron a la reactivación del sistema productivo sino a la reactivación de las bolsas y de la ganancia especulativa (la mayor tasa de rentabilidad del capitalismo a escala planetaria).
Actualmente, los grandes bancos de Wall Street (responsables de la crisis financiera) están ganando nuevamente cifras millonarias, pero no a través de préstamos a consumidores y empresas productivas, sino a través de compra y venta especulativa de acciones bursátiles y de la adquisición de instituciones quebradas a las que luego recapitalizan en la bolsa.
Además, y pese a los rescates y subsidios estatales a empresas y bancos todavía están recortando empleos y obteniendo ganancias a través de reducciones de costos (incluido reducción de salarios) en lugar de potenciar un alza en la producción y en las ventas por medio de la reocupación laboral.
Esta situación, potenciada por la baja del consumo, desencadenó (desde el año pasado) una escalada de la desocupación que en las cifras oficiales supera el 10%, pero que estudios privados cifran en un 18%, considerando el desempleo encubierto y los desocupados que no buscan trabajo.
Por medio de los despidos laborales y del incremento de los recortes salariales bancos y empresas mantienen sus tasa de rentabilidad al costo de más desempleo y depresión de la economía real. Es una ley histórica del capitalismo para mantener a salvo su tasa de rentabilidad: La primer variable de ajuste, es el empleo y el salario.
Obama (un millonario de Manhattan) se puso como "ejemplo" del recorte de sueldos que los bancos y empresas han impuesto como práctica habitual a cambio de no despedir personal.
En un gesto casi infantil (marcado por la demagogia electoral), el gerente negro del capitalismo estadounidense anunció una congelación del salario de toda su plana mayor y la eliminación de bonificaciones para cargos políticos en el gobierno federal.
El congresista Mario Diaz-Balart, representante republicano por el estado de Florida, dijo en un comunicado que "el año pasado nos prometieron que gastos masivos del gobierno federal inmediatamente iban a crear empleos y mantener el nivel de desempleo por debajo del 8%".
"Desde entonces, más de tres millones de personas han perdido su empleo. Sin embargo, el liderazgo demócrata continúa el mal gasto y el despilfarro sigue aumentando el déficit, sigue incrementando la burocracia y la deuda nacional, que tendrán que pagar nuestros hijos y nietos".
Según el Journal, EEUU eliminó 7,2 millones de empleos desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, la mayor contracción desde la Gran Depresión.
En definitiva, y mientras Wall Street y las bolsas viven una fiesta en continuado, la crisis económica estadounidense se resume en la siguiente ecuación:
A) El déficit fiscal (caída de la recaudación) impide la reactivación del gasto social por parte del Estado.
B) La contracción del crédito (destinado a la producción) impide la reactivación del consumo.
C) El desempleo (despidos masivos por falta de ventas) produce el resultante (conflictivo social) de la no reactivación plena (pese a un crecimiento débil) de la economía.
¿Qué propone Obama?
Un congelamiento del gasto público (que afecta a salarios estatales y planes sociales) por tres años: Esto es, eliminar a un sujeto central del despegue productivo y de la recuperación de la capacidad del consumo popular.
Algo así como apagar un incendio con gasolina de avión.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
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