Influencia de las ondas cerebrales sobre el procesamiento cerebral de datos

mit.edu / EFN
08/09/09

La actividad cerebral se refleja en un ir y venir de ondas, de varias clases, en consonancia con niveles altos o bajos de actividad. Los científicos han estado registrando ondas cerebrales desde hace ya más de cien años, y aunque se admite que desempeñan tareas en la memoria de trabajo, la toma de decisiones y la comunicación entre regiones cerebrales, nadie está seguro del papel exacto de las ondas cerebrales en el funcionamiento del cerebro. Un reciente estudio sugiere una nueva función para ellas, una en la cual están directamente envueltas en la labor del procesamiento cerebral de datos.

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Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts ha comprobado que la velocidad de procesamiento cerebral que determina la velocidad con la que se mira a un conjunto de objetos o individuos en busca de uno conocido está regulada por ondas cerebrales. Éste es uno de los primeros ejemplos de cómo las ondas cerebrales desempeñan una tarea específica en las computaciones cognitivas.

Los investigadores han descubierto, en una serie de experimentos con monos, que la velocidad con la cual estos buscaban un objeto específico entre muchos otros parecidos en una imagen, estaba relacionada con la velocidad de sus ondas cerebrales. Cuando el ritmo de tales ondas era más veloz, los animales también "pensaban" más rápido.

Las ondas cerebrales actuaban como una especie de péndulo que con sus oscilaciones, más lentas o más rápidas, marcaban el ritmo a seguir para cambiar de punto al que dirigir la atención visual.

Este hallazgo podría ayudar a entender mejor, o hasta tratar desde una perspectiva nueva, el trastorno por déficit de atención. Incluso cabe la posibilidad de que la velocidad cognitiva pueda ser acelerada si los investigadores aprenden a manipular artificialmente las ondas cerebrales.

Algunas investigaciones anteriores apuntan también a esta misma posibilidad. Dos años atrás, Giulio Tononi, profesor de psiquiatría en la Universidad de Wisconsin-Madison, descubrió cómo estimular la producción de las ondas cerebrales que caracterizan la etapa más profunda del sueño. Teóricamente, la creación de ondas cerebrales lentas cuando se necesitasen, conduciría a una "supersiesta", que en pocas horas aportaría unos resultados equivalentes a los logrados durante un periodo natural de sueño de ocho horas.