Avanza la campaña contra Israel «Boicot, Desinversiones y Sanciones»

Alain Gresh
Le Monde diplomatique
Traducido para Rebelión por Caty R.
10/09/09

A partir de un despacho de la agencia France-Presse del 4 de septiembre, Romandie News titula: «Barak proteste contre le retrait d’un Fonds norvégien d’un groupe israélien» (Barak protesta por la retirada de un fondo noruego de un grupo israelí).

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«El viernes, el ministro de Defensa israelí Ehud Barak, protestó por la decisión del Fondo Público de Pensiones noruego, uno de los fondos soberanos más importantes del mundo, de retirarse de un grupo electrónico israelí (1). “El ministro de Defensa se entrevistó con el ministro noruego de Asuntos Exteriores (Jonas Gahar Stoere) para expresarle su descontento tras la decisión del fondo noruego en relación con Elbit”, señaló un comunicado del ministerio de Defensa. Según el comunicado, el ministro noruego explicó que se trata “de un fondo privado sobre el cual el gobierno no tienen ningún poder”.

El fondo está gestionado por el Banco Central de Noruega. Las decisiones de excluir o incluir a una empresa en la lista de las firmas destinatarias de sus inversiones se toman por el ministerio de Finanzas con base en las recomendaciones de un Consejo (consultivo) de ética. La sociedad Elbit está acusada de haber proporcionado un sistema de vigilancia para el muro de separación israelí, declarado ilegal por la Corte Penal Internacional en 2004.

(…)

Primer inversor en las bolsas europeas, el fondo petrolero noruego –como se le conoce normalmente porque se alimenta de los ingresos petroleros del Estado noruego-, tenía un peso de 2,385 billones de coronas (277.000 millones de euros), en acciones y obligaciones, a finales de junio.

Un despacho de la agencia Reuters recogido en lepost.fr el 4 de septiembre bajo el título «La Norvège adhére à la campagne d’embargo contre Israel pour violation du droit humanitaire» (Noruega se adhiere a la campaña de embargo contra Israel por violación del derecho humanitario), precisa:

«”No queremos financiar a empresas que contribuyen de forma directa a violaciones del derecho humanitario internacional”, declaró la ministra noruega de Finanzas, Kristin Halvorsen. La ministra señaló que la libertad de movimientos de los palestinos se ha “restringido de una forma inaceptable” debido al muro de separación cuya construcción defiende Israel para protegerse del peligro de atentados suicidas. La Corte Penal Internacional dictaminó que dicho muro infringe la Cuarta Convención de Ginebra y “las autoridades noruegas han actuado de acuerdo con eso”, añadió Halvorsen».

Esta condena del muro es tanto más importante en cuanto que el dictamen de la CPI tropezó, entre las autoridades francesas, con numerosas reticencias; leer «La France contre la Cour internationale de justice» (Francia contra la Corte Penal Internacional).

Esa posición, ya evidente bajo la presidencia de Jacques Chirac, se mantiene, como se ha podido comprobar con la visita a Belén de Valérie Hoffenberg, «representante especial de Francia para el ámbito cultural, comercial, educativo y medioambiental del proceso de paz en Oriente Próximo», que además es la directora, en Francia, del American Jewish Commitee (AJC), una de las organizaciones judías de EEUU conocida por su apoyo incondicional a Israel (leer: Gilles Paris, «Un parc industriel franco-palestinien lancé à Bethléem» (Se pone en marcha un parque industrial franco-palestino en Belén), lemonde.fr, 3 de septiembre). Según el periodista de Le Monde, «Valérie Hoffenberg considera que la denominada barrera de seguridad, es decir, el muro, es «bienvenido si permite restablecer la confianza entre israelíes y palestinos». Qué importan, para la representante de Francia, las decisiones de la Corte Penal Internacional…

¿Se puede conseguir la aplicación del derecho internacional en Palestina, a pesar de la pasividad de numerosos gobiernos occidentales? Parece que sí, si creemos en estos pocos ejemplos.

Así, un fondo de inversión estadounidense se retiró del fondo Leviev, que trabaja en las colonias (leer «BlackRock divests from Leviev, an ‘NYT’ adversiter (and guess who doesn’t report it» en el blog de Philip Weiss, Mondoweiss, 31 de agosto de 2009). Se está desarrollando una campaña contra el proyecto Agrexco en Séte (Christophe Payet, «Agrexco à Séte: une caution à la colonisation israelienne?» (Agrexco en Séte, ¿un aval a la colonización israelí?), Rue89, 22 de agosto); y la implicación de Alstom y connex (Veolia), dos compañías francesas que participan en la construcción del tranvía de Jerusalén, permanece ante los tribunales («Alstom et le Tramway de Jérusalem»).

Le Monde diplomatique de septiembre dedica dos artículos a este asunto: «Israel est-il menacé par une campagne de désinvestissement?» de Willy Jackson; y «De Gaza à Madrid, l’assassinat ciblé de Salah Shehadeh», de Sharon Weill (dichos artículos no están disponibles online, pero el número se vende en todos los buenos quioscos).

El debate sobre estas cuestiones no es nuevo, pero parece que cada vez más voces en las sociedades civiles se pronuncian a favor de sanciones y boicot a Israel, un poco sobre el modelo de Sudáfrica.

El reciente debate en torno al texto del militante pacifista israelí Uri Avnery muestra, sin embargo, que el asunto no está totalmente resuelto. Su texto «La plegaria de Tutu» lo evidencia:

«El asunto del boicot surgió nuevamente esta semana después de que un artículo del Dr. Neve Gordon apareciera en Los Angeles Times, haciendo un llamamiento a un amplio boicot mundial a Israel. Citó el ejemplo de Sudáfrica para mostrar cómo un boicot global podría obligar a Israel a poner fin a la ocupación, que comparó con el régimen de segregación racial.

He conocido y respetado a Neve Gordon desde hace muchos años. Antes de llegar a ser un conferenciante en la Universidad Ben Gurion de Beersheba, organizó muchas manifestaciones contra el Muro de Separación en el área de Jerusalén, en las que yo también tomé parte.

(…)

En Sudáfrica había un acuerdo total entre las dos partes sobre la unidad del país. La lucha fue por el régimen. Tanto blancos como negros se consideraban a sí mismos sudafricanos y estaban determinados a conservar el país intacto. Los blancos no querían la partición, y desde luego no podían quererla, porque su economía se basaba en la mano de obra de los negros.

En Israel, los judíos israelíes y los árabes palestinos no tienen nada en común, ni un sentimiento nacional, ni una religión, ni una cultura, ni una lengua. La inmensa mayoría de los judíos quiere un estado judío (o hebreo). La inmensa mayoría de los palestinos quiere un estado Palestino (o islámico). Israel no depende de los trabajadores palestinos, al contrario, expulsa a los palestinos de los centros de trabajo. Por eso existe ahora un consenso global de que la solución radica en la creación del Estado Palestino, junto a Israel.

En resumen: los dos conflictos son fundamentalmente diferentes. Por lo tanto, los métodos de lucha también deben ser necesariamente diferentes.»

Kim Petersen respondió con un texto titulado «Los boicots como legítimos medios de resistencia».

Naomi Klein, la autora de La Stratégie du choc (Actes Sud), también apoya la campaña BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), y explica que no se trata de boicotear a los israelíes (Kelin viajó allí para presentar su libro a los palestinos y a los israelíes) pero tampoco se puede actuar como si la situación fuese «normal» (leer «Naomi Klein muestra cómo boicotear a Israel sin cortar el diálogo sobre Palestina», Cecile Surasky, Alternet, 1 de septiembre)

También hay que señalar la intervención de Omar Barghouti, coordinador de la campaña BDS, el 30 de agosto, en la Universidad de Verano del Nuevo Partido Anticapitalista.

Para terminar, un pequeño recordatorio histórico. En la primavera de 1965, Jean-Paul Sartre anuló las conferencias que debía pronunciar en la universidad de Cornell para protestar por los bombardeos estadounidenses en Vietnam del Norte y por la falta de reacción de la opinión estadounidense ante esa agresión.

Nota de la traductora:

(1) Leer al respecto el artículo: «Noruega: El proveedor de equipos de vigilancia del muro de Cisjordania, excluido del Fondo Global de Pensiones del gobierno»

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