La masacre llegó a las escuelas
Alerta Tierra
06/01/09
Hamás sigue peleando, los cohetes siguen volando, e Israel ya ingresó en el psiquiátrico: Asesinato en masa de niños y civiles.
No se trata del peor escenario, sino de un compendio de todos los peores escenarios: Gaza, acorralada entre el mar y la tierra del invasor, es un gran cementerio donde se muere a cada minuto por tierra, por aire y por hambre. A once días del comienzo de las operaciones militares de exterminio israelí, los muertos de la masacre ya superan los 650, los heridos y mutilados ascienden a más de 3200. Este martes, el propio Olmert admitió que Israel, tras cuatro días de ofensiva terrestre "todavía no consiguió terminar con Hamás y con su infraestructura de lanzamiento de cohetes".
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Este martes 6 de enero en Gaza no hay tiempo para enterrar los cadáveres, los heridos se mueren apilados en los pasillos a oscuras de los hospitales colapsados, donde ya no quedan insumos ni material de cirugía para atenderlos.
Ya casi no queda nada con que supervivir: No hay luz, no hay agua, no hay comida, y no hay resguardo posible ante los misiles y las bombas israelíes de racimo disparadas noche y día desde aviones, barcos, tanques y baterías terrestres.
Gaza no es un campo de batalla convencional, sino un ejercicio cruzado de "tiro al pichón" contra un millón y medio de seres humanos, para quienes la única luz existente es la producida por las llamaradas multicolores de los misiles y las bombas israelíes.
Pero este martes, los que dirigen la operación de exterminio desde Tel Aviv parecen haber superado el récord de patología criminal que, durante más de sesenta años, la historia escrita por los judíos le adjudicó a Hitler y a los nazis.
Al menos 45 civiles, entre ellos 12 niños, murieron al atacar Israel dos escuelas administradas por las Naciones Unidas (ONU) en ese territorio palestino , y 12 miembros de una misma familia perdieron la vida cuando su vivienda fue atacada.
Los misiles israelíes enfilaron hacia una escuela gestionada por la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) en la ciudad de Jabaliya (norte de la Franja de Gaza) y mataron a más de 43 civiles, la mayoría niños, según el nuevo balance de fuentes médicas palestinas.
El balance de muertos aumentó rápidamente a medida que los equipos de socorro empezaron las tareas de rescate entre los escombros del edificio.
Horas antes, otros dos civiles murieron cuando un ataque de la artillería israelí alcanzó otra escuela de la ciudad de Jan Junés (sur de la Franja). Y tres personas más fallecieron en otro ataque aéreo contra una escuela del campo de refugiados de Shati, en la ciudad de Gaza, señalaron fuentes médicas citadas por agencias internacionales.
Además de los muertos en las escuelas de la ONU, otros dos palestinos, uno de ellos miembro de Hamás, fallecieron por disparos israelíes en el barrio de Cheij Radwan, en la ciudad de Gaza, y un niño de cinco años murió en otro ataque en Jan Junés.
En Zeitun, los cadáveres de ocho miembros de una misma familia -cuatro de ellos niños- fueron sacados de entre los escombros de su casa, destruida por una bomba israelí.
Moaweya Hasanein, jefe del servicio de emergencias y ambulancias de Gaza, dijo que hay, además, decenas de personas heridas a causa de la explosión que afectó a la escuela al-Fakhoura, en el campo de refugiados de Jabaliya, y donde se refugiaba población civil que huía de los enfrentamientos armados en la zona.
En tanto, milicianos palestinos siguieron lanzando cohetes hacia suelo israelí. Por primera vez, unos de los proyectiles llegó a Gadera, una ciudad del sur de Israel que se encuentra a 40 kilómetros de la Franja de Gaza, y causó heridas leves a un bebé, informaron vecinos de la localidad.
Las fuerzas israelíes dividieron Gaza en tres para evitar que los combatientes de la resistencia reciban refuerzos, lo que impide el libre movimiento dentro del territorio a su millón y medio de habitantes. Además, dificulta el trabajo de las agencias humanitarias y agrava la situación de la población civil, que fuentes de la ONU calificaron de "dramática".
Los combates entre tropas israelíes y militantes de Hamás se extendieron este martes a las zonas urbanas de la Franja de Gaza donde se combatía a decir de portavoces de Hamás: "Casa por casa y cuadra por cuadra".
Tras la noche del lunes los violentos enfrentamientos en varios barrios de la ciudad de Gaza (Tuffa, Zeitun y Chujaiya), continuaron este martes en esos sectores y en otras zonas urbanas de Jabaliya, Beit Lahya (norte de la Franja), Bureij, Deir el-Balah (centro) y Jan Junés (sur).
"El ejército (israelí) cortó en dos la Franja de Gaza y cercó la ciudad de Gaza", reconoció el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak.
"Lanzamos esta operación para asestar un golpe duro a Hamás, cambiar las condiciones de vida en el sur de Israel, llevar la calma y la seguridad a los ciudadanos y parar el contrabando de armas hacia la Franja de Gaza", añadió Barak, enumerando así los objetivos de la ofensiva israelí, lanzada el 27 de diciembre.
Este martes el propio Olmert confirmó la impotencia de Israel para terminar con las lanzaderas de misiles palestinos a Israel.
El Primer Ministro israelí rechazó el pedido de la Unión Europea de adherirse a una tregua humanitaria de 48 horas en la Franja de Gaza.
"Mire donde están disparando. Ya han alcanzado a Gedera. Antes de la calma (tahdiya), (sus proyectiles alcanzaban una distancia de) 20 kilómetros. Después de la calma, llegan a los 40 kilómetros. Si hay otra tregua, alcanzarán los 60 kilómetros y aún más. Yo respeto a las Naciones Unidas y a sus instituciones, pero ahora tenemos que actuar de conformidad con la iniciativa regional liderada por los norteamericanos y poner una 'cobertura internacional' sobre el fuego en Gaza", explicó Ehud Olmert a los ministros de Exteriores de la Unión Europea, en su despacho en Jerusalén.
Las declaraciones del Primer Ministro se producen como respuesta al anuncio de Hamás según el cual aumentará el alcance de sus cohetes para amenazar a un mayor número de israelíes.
Olmert agregó que "lo más importante desde nuestro punto de vista es detener el contrabando y el fortalecimiento de Hamás. Hemos tenido suficientes gestos. Exigimos acciones que traigan seguridad a los residentes del sur de Israel".
El jefe del Gobierno judío pidió a los ministros de Exteriores europeos, entre ellos al de la República Checa, Karel Schwarzenberg, de Suecia Carl Bildt y al Comisario de la UE Benita Ferrero-Waldner, que apoyen una iniciativa regional en la que Egipto asumirá el control de la llamada ruta Filadelfia y prevendrá el contrabando de armas en Gaza.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, por su parte insistió este martes en Damasco en que "no hay una solución militar" para la franja palestina de Gaza y se mostró a favor de cambiar "el círculo de violencia por el círculo de la paz".
Sarkozy hizo sus declaraciones tras reunirse con el presidente sirio, Bashar al Asad, como parte de la gira por Oriente Medio que le llevó ayer a Egipto, Cisjordania e Israel, y que terminará hoy mismo en el Líbano.
"La violencia debe terminar lo antes posible", afirmó Sarkozy, quien calificó de "inaceptable" el lanzamiento de cohetes desde Gaza hacia territorio israelí.
Este martes, la prensa israelí comenzó a largar versiones alarmantes de una posible irrupción de Irán y Líbano en el conflicto, lanzadas por los servicios de inteligencia judíos.
Según esas versiones. Irán y Siria están permanentemente tratando de introducir, de contrabando, cohetes mejorados en la Franja de Gaza.
Hasta ahora la mayoría de los cohetes disparados contra Israel tienen un alcance de hasta 20 kilómetros, y han sido fabricados por Hamás. Otros han sido introducidos por partes y armados en la Franja, y de acuerdo con los reportes en la prensa israelí pueden alcanzar y aún superar los 45 kilometros.
De acuerdo con el diario Haaretz, fuerzas de Hezbolá en Líbano están en el más alto nivel de alerta ante un posible ataque de Israel a sus búnkeres y refugios.
Según el diario, una fuente libanesa señaló que el grupo chiíta determinó "no dar a Israel una oportunidad de vengar su derrota en la guerra de 2006 y por lo tanto, aumentó su nivel de alerta para fines de defensa".
La fuente también dijo que Hezbolá teme un ataque sorpresa por parte de Israel en el sur de Líbano y que "el Estado judío puede aprovechar el período de transición entre las dos administraciones de norteamericanas para iniciar una nueva aventura con el fin de imponer la nueva realidad a lo largo de la frontera libanesa".
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