Derecha intenta montar en Venezuela un show de "terciopelo"

Manuel Robinson
RNV
3/11/08

Una nueva jugada, pero con viejo esquema -tan viejo como la Guerra Fría-, intentan contra Venezuela en vísperas del proceso electoral del 23 de noviembre, sumando esta vez protagonistas traídos desde la Europa oriental.

El pasado fin de semana, el sistema mediático asociado con la derecha venezolana, y la derecha europea, lanzó un ataque contra la verdad y contra el normal desenvolvimiento de la democracia y de las elecciones en el país.

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La intención es muy clara: insistir en la matriz de opinión según la cual en Venezuela hay una ausencia de democracia y se violan continuamente los derechos humanos. Esta fue una operación muy bien montada, iniciada con la resolución del Parlamento europeo, el pasado 21 de octubre, sobre el tema de las inhabilitaciones; continuada con la presencia en el país de parlamentarios de derecha de antiguos países socialistas, y sellada con la farsa de la inexistente declaración del ex presidente polaco, Lech Walesa, como persona no grata.

Aunque el sistema mediático bombardeó señalando que al ex presidente Walesa se le había prohibido la entrada al país, no sólo la cancillería venezolana desmintió la información, sino también la propia Embajada de la República de Polonia. El embajador Krzysztof Jacek Hinz envió al Viceministerio para Europa del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, una aclaratoria donde se lee: “La Embajada de la Republica de Polonia desmiente que el ex Presidente de Polonia, Premio Nobel de la Paz, el señor Lech Walesa, haya sido declarado como persona no grata por el Gobierno de la Republica Bolivariana de Venezuela, y que haya sido prohibida su entrada a Venezuela”.

Tras el bombardeo mediático, el viceministro Alejandro Fleming señaló que esta mentira viene de la mano de la visita a Venezuela de un grupo de parlamentarios de Europa oriental, que busca generar una matriz de opinión y lanzar bombas incendiarias contra el país, ante la proximidad de las elecciones regionales, cosa que se ha vuelto costumbre de la derecha nacional e internacional.

Esta jugada denunciada por el viceministro y dirigida a influir en los resultados de los comicios del 23 de noviembre, reúne todos los elementos del esquema de intervención indirecta que se ha aplicado con éxito en la Europa oriental y que desde el año pasado intentan hacer aterrizar en Venezuela, por medio de la instrumentalización de estudiantes de derecha.

La actividad a la cual supuestamente vendría Walesa es el foro "La democracia, un asunto de los pueblos", organizado en conjunto por “centros de estudiantes” de la Universidad Central de Venezuela y el Instituto Respekt de Praga, con una “constelación” de invitados vinculados con la estrategia de las “revoluciones de colores” o “regímenes de transición”, que ha adelantado Estados Unidos en el este de Europa. El esquema seguido por estas mal llamadas revoluciones, tiene innegables similitudes con los formatos que han intentando implementar en Venezuela, incluyendo el uso de grupos estudiantiles como cara visible de la movida desestabilizadora.

En Venezuela, es clara la vinculación con este “movimiento estudiantil” que surgió de repente en los días previos al referendo sobre la reforma constitucional, del pasado 2 de diciembre, y que se ha descubierto articulado con lo más nefasto de la derecha mundial, recibiendo abiertamente financiamiento para planes de desestabilización. Veamos el modelo.

El esquema viene de 1989

El 17 de noviembre de 1989 -cuando ya estaba en marcha la Perestroika soviética- se inició en la República Checa la llamada “Revolución de Terciopelo”. Comenzó vendiéndose como una lucha contra el “totalitarismo comunista”, apoyada por líderes que manejaban un discurso de “no violencia”. Uno de estos voceros era Václav Havel, quien se colocó al frente del Foro Cívico, una “plataforma democrática” de opositores anticomunistas.

El movimiento fue iniciado por un grupo de estudiantes, que convocó un mitin con la intención manifiesta de recordar la clausura de las escuelas superiores por los nazis. Sin embargo, las intenciones reales eran otras y en medio de la manifestación, los estudiantes empezaron a gritar consignas contra “el régimen”, y a favor de la libertad de expresión y el pluralismo político. Posteriormente, se difundió el rumor de que durante la manifestación estudiantil, la policía había asesinado a un estudiante. La noticia fue desmentida, pero impulsó un “levantamiento masivo”. De inmediato entró en escena el Foro Cívico, exigiendo la libertad de los presos políticos y libertad de expresión.

Al final, previo anuncio de una huelga general, cayó el gobierno comunista y Havel resultó elegido presidente, el 29 de diciembre de ese mismo año.

Las “revoluciones” de EEUU

Ese esquema -con el discurso de la no violencia y la conciliación, y con los estudiantes y la “sociedad civil” al frente- ha sido reutilizado por Estados Unidos en los últimos años, principalmente para cambiar gobiernos “poco favorables” a sus intereses por gobiernos entregados a los designios estadounidenses, y así asegurar su influencia en zonas estratégicas, por motivos geopolíticos, militares y el manejo de recursos energéticos, como el gas y el petróleo. En el marco de este formato, que constituye una muestra clara de cómo el imperio continúa actuando bajo las lógicas de la Guerra Fría, Estados Unidos ha financiado e impulsado las revoluciones de colores en antiguas repúblicas soviéticas.

Como lo plantea Manuel Freytas, en su artículo “La CIA y las ONG están preparando la caída de Putin en Rusia”, ese esquema de la ola de "revueltas populares" ha culminado con la instauración de gobiernos pro-occidentales y pro-Washington (Georgia, Ucrania y Kirguistán) en desmedro de las fronteras de Rusia y China, “cuyas áreas de influencia se ven constantemente sometidas a un proceso de desestabilización y caos planificado, producido por la CIA y sus redes financieras secretas”.

Según expertos occidentales y rusos, estas "revoluciones" no son otra cosa que movimientos golpistas "democráticos", que alimentan protestas callejeras y movimientos de caos planificado, organizados por ONG financiadas y dirigidas por Washington, usando las redes económicas de la CIA, canalizadas a través de la USAID.

En la Georgia gobernada por Eduard Shevardnadze, luego de las elecciones parlamentarias del 2 de noviembre de 2003, la oposición cantó fraude y alentó manifestaciones “populares” y “espontáneas”. El opositor Mijeil Saakashvili, formado en Washington y quien luego se convertiría en presidente, anunció que se trataba de una nueva Revolución de Terciopelo, cuyos impulsores estaban en contra de la violencia. Sin embargo, miles de opositores irrumpieron en el parlamento de Georgia exigiendo la renuncia del gobierno y tomaron el edificio de la presidencia hasta lograr la renuncia del Presidente. Este “cambio de régimen” fue conocido como la “Revolución Rosa”, desencadenada por el Instituto Democrático, de Madeleine Albright, y estructurada por asociaciones juveniles financiadas por la Open Society, de George Soros.

Luego, tocaría el turno a la “Revolución Naranja” en Ucrania a finales del año 2004 y a la “Revolución de los Tulipanes” en Kirguistán en la primavera del 2005. Sin embargo, no tuvieron éxito en la Bielorrusia gobernada por Lukachenko.

En Ucrania, la estrategia se desarrolló apoyada en la figura de Viktor Yushchenco, cuya campaña fue organizada y financiada por el Departamento de Estado, a través de su esposa, Katerina Chumachenko, quien fuera secretaria de George Bush padre. En la "Revolución Naranja", una de las ONG más activas fue el International Center for Policy Studies, financiada por el gobierno estadounidense mediante la Poland-America-Ukraine Cooperation Initiative (PAUCI), organismo subvencionado por la USAID y administrado por la Freedom House.

¿De qué se trata?

En un artículo de Robinson Zapata, publicado el año pasado en el portal Aporrea, se explica que estas “revoluciones de colores” o “golpes suaves” son:

un elaborado esquema de subversión del orden establecido, que se apoya en el empleo de los medios de comunicación, propaganda vía Internet, apoyo financiero de potencias, asesoría a grupos opositores por parte de las agencias de inteligencia extranjeras, movilizaciones juveniles o estudiantiles, guerra psicológica y desconocimiento de la legalidad y la constitucionalidad.

Sus ideólogos y apologistas han definido estos procesos como expresiones pacíficas de los pueblos que se revelan contra un régimen tiránico y según éstos, tendrían su inspiración y antecedentes en la llamada 'Revolución de Terciopelo', mediante la cual un grupo de factores políticos opuestos al Partido Comunista de la Republica Checoslovaca, en noviembre de 1989, generaron las condiciones para el desmoronamiento del orden comunista establecido, tomando el poder bajo banderas nacionalistas, liberales y pro occidentales.

Como lo plantea el autor, no son más que mecanismos de intervención extranjera indirecta, a través de la cual se busca cambiar interlocutores “hostiles” por sujetos más dóciles, en países que revistan algún objetivo estratégico. Estos nuevos gobiernos dicen ser de “conciliación y apertura”, aunque excluyen a las fuerzas que apoyaron al derrocado, y asumen medidas económicas neoliberales.

El guión es el mismo, como lo identifica Zapata:

* Los factores externos contactan y financian grupos opositores, que inician una seria de acciones:

1. Activar nuevos actores ajenos a la política convencional, especialmente jóvenes y estudiantes sin afinidad ideológica alguna, identificados con los patrones y valores de sociedad de consumo (música, moda, estilo de vida).

2. Utilización de simbología y consigna que ayuden a masificar el movimiento más que por convicción política sea como una ola de moda (Ropas de un determinado color, banderas, signos, etc.).

3. Construir una vanguardia del movimiento que se gane la simpatía y solidaridad de la población.

4. Discurso de la No violencia y de desobediencia pacífica, acompañado de repetidas movilizaciones de calle hasta conseguir un hecho detonante que lleve al colapso del Estado.

5. Utilización de medios de difusión electrónicos para generar concentraciones rápidas y presencia al momento de los medios internacionales.

6. Uso de medios propagandísticos no convencionales, para banalizar, ridiculizar y mofarse de la investidura presidencial y de las altas autoridades.

7. Presión internacional mediante la exhortación al respeto de los Derechos Humanos de los Manifestantes.

8. Generación de espirales inflacionarios, escasez de alimentos e inseguridad económica para asfixiar al gobierno y arrastrar a otros sectores a las acciones de calle.

9. Negar la naturaleza democrática del gobierno denunciando internacionalmente que es un gobierno producto de un fraude electoral y en consecuencia es una dictadura.

Por supuesto, todo financiado con el dinero aportado por Estados Unidos. De hecho, una investigación realizada por los autores del documental francés “Revolución.com. EEUU - Conquistando al Este”, revela que EEUU gastó más de 110 millones de dólares para realizar tan sólo dos de estas revoluciones cromáticas, en Ucrania y Kirguistán.

De acuerdo con los documentalistas, en décadas anteriores, los años 60 y 70, estas actividades estaban a cargo de la CIA, pero luego esta labor se encomendó a fundaciones, que podían hacer lo mismo pero de un modo más “abierto y transparente”. Así, fundaciones, como la de George Soros, el Freedom House o el Instituto Republicano Internacional, son inspiradoras de estas “revoluciones”.

La tesis de Sharp

La concepción de este mecanismo, en el cual no hay invasión de tropas estadounidenses, pero igual actúa la mano imperialista, se atribuye al politólogo estadounidense Gene Sharp, autor del libro “De la dictadura a la democacia”, que aporta la “receta” para “revoluciones no violentas”.

Los estudios de Sharp giran alrededor de una doctrina de golpes de Estado mediante la utilización de técnicas no violentas, que sustituyen los golpes militares tradicionales. En esta estrategia, la United States Agency for International Developpment (USAID), dependiente del Departamento de Estado y financiada con fondos públicos, es la estructura principal para repartir fondos a organizaciones no gubernamentales que implementan operaciones encubiertas de la CIA.

Una investigación del año 2006, hecha por la abogada Eva Golinger, revela que grupos antichavistas se reunieron con Gene Sharp para hablar sobre el caso Venezuela y discutir opciones para adelantar “su causa sin violencia”. Incluso, invitaron a los asesores de su instituto -Albert Einstein Institut-, Robert Helvey y Chris Miller, quienes estuvieron en Caracas con miembros de la oposición venezolana. Su objetivo declarado era “ayudarlos con la capacidad de desarrollar una estratégia para recuperar la democracia en Venezuela”. Helvey es un coronel retirado del ejército estadounidense, especialista en conflictos de bajo intensidad.

El caso Goicochea

Una de las acciones que se ejecutan en medio de estas “revoluciones” es entregar financiamiento a grupos opositores, a través de campañas de "apoyo a la democracia", a los derechos humanos, a la lucha contra la corrupción o, como ahora en Venezuela, premios a la lucha por la “libertad”, al estilo de los 500 mil dólares entregados por el Instituto Cato al supuesto “dirigente estudiantil” Yon Goicochea, quien está vinculado a organizaciones y fundaciones de derecha que actúan en el continente. Los “movimientos universitarios” constituyen uno de los frentes favoritos para impulsar actividades desestabilizadoras, enmascaradas tras la bandera de valores indiscutidos en la sociedad occidental.

Analistas internacionales han denunciado a Yon Goicochea como un “showman” de estas jugadas intervencionistas, que quiere ser vendido como representante de un movimiento pacífico e independiente. No obstante, el periodista David Segarra Soler, en el documental “Nuevas caras, mismo objetivo”, demuestra que los estudiantes de las universidades privadas venezolanas no actuaron ni pacífica ni independientemente. Un artículo de Dax Toscano Segovia, publicado en el portal Rebelión, destaca que el documental expone los vínculos de este movimiento con organizaciones europeas involucradas en las “revoluciones de colores”, así como con organizaciones de la derecha italiana como las juventudes del partido Forza Italia, de Silvio Berlusconi.

Igualmente, en una nota publicada en la página web de Telesur, titulada “EEUU financia a estudiantes opositores a Chávez”, en diciembre de 2007, se revela que a través de una petición amparada en el Acta para la Libertad de Información (FOIA), el investigador Jeremy Bigwood obtuvo documentos que muestran que a través de la USAID y la NED, se ha entregado a grupos anónimos de estudiantes de varias universidades venezolanas, cerca de 216 mil dólares desde 2002, bajo la excusa de apoyarlos en la “resolución de conflictos” y “promover la democracia”.

Para Toscano Segovia, quien analizó la cobertura mediática de una visita de Goicochea a Ecuador, el “joven showman” que es Goicochea quiere dar una imagen de neutralidad ante el público.

Dice que “no se identifica ni con la izquierda ni con la derecha, sino con la centro-izquierda, con el socialismo moderno que reconoce la economía de mercado con una distribución solidaria de la riqueza.” En otras palabras, es un socialdemócrata, tal como lo fue Carlos Andrés Pérez. Por lo tanto, por más que quiera aparentar lo contrario, Goicochea responde a una ideología concreta que, históricamente, desde la época de Lasalle, Bernstein y Kautsky ha demostrado su oposición a las luchas revolucionarias de la clase trabajadora contra sus explotadores, profesando siempre la conciliación de clases.

Recuerda además el analista que Goicochea recibió el premio Milton Friedman por la Libertad y hasta ahora no ha hecho cuestionamiento alguno sobre Friedman, ideólogo del modelo neoliberal y asesor de la dictadura fascista de Augusto Pinochet en Chile, la misma que fue causante de la tortura, desaparición y muerte de miles de personas, entre las que se cuentan cientos de jóvenes universitarios.

“El joven premiado tampoco ha expresado una postura política clara sobre el modelo neoliberal-privatizador, cuya aplicación en América Latina y el mundo ha causado el empobrecimiento cada vez mayor de los pueblos, la pérdida de la soberanía, de por sí ya limitada, de nuestros países, una mayor represión y la coartación de las libertades fundamentales de los colectivos opuestos a ese proyecto criminal”, escribe Toscano Segovia.

El show más reciente

No es difícil observar los puntos coincidentes del esquema de las “revoluciones cromáticas” con la acción que han impulsado en Venezuela grupos políticos y medios privados de comunicación, amparados tras las fachadas de un “movimiento estudiantil” cocinado en las pantallas y en combinación con los personajes más oscuros de la derecha internacional. Todo con el combustible de los fondos estadounidenses.

El show más reciente es el que intentaron montar en Caracas, con una presunta visita del polaco Lech Walesa a un foro en la Universidad Central de Venezuela. Probablemente, la visita nunca estuvo en la agenda de Walesa, pero se difundió la mentira de una intervención en su contra por parte del gobierno venezolano. Incluso se había anunciado también la presencia del ex presidente checo Vaclav Havel, quien tampoco vino “por razones de salud”, según los organizadores.

La mentira sobre Walesa salió oficialmente de la boca de Fredo Arias, vocero del Instituto Respekt de Praga, quien señaló que se había recibido una comunicación del Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia, donde le informaban a Walesa que Venezuela había notificado oficialmente que “no le podían garantizar su seguridad”. Tal notificación, como lo aclaró el embajador polaco, nunca existió.

En el programa de ese foro figuraban nombres como el de Milos Alcalay, ex diplomático venezolano que se empeña en hacer lobby entre los parlamentarios europeos de derecha, en contra de Venezuela, por lo cual es fácil establecer las conexiones. Y luego, toda una estela de figuras de la Europa del Este, arropados por su vinculación con la “Revolución de Terciopelo”, tan mercadeada ante el mundo como una epopeya libertaria.

Uno de ellos es el antiguo ministro del Interior checo, Jan Ruml, quien pretendió seguir el guión de mostrar a los comisarios Lázaro Forero, Iván Simonovis y Henry Vivas, acusados de los terribles hechos del golpe de Estado del 11 de abril, como presos políticos.

La visita de estos personajes de los antiguos países socialistas está destinada a generar un fuerte ruido, a escasas semanas de las elecciones del 23 de noviembre. Para ello, rescataron la agenda de los “presos políticos” y la ensamblaron con el “affaire Walesa”, únicamente existente en las portadas de los medios. Los periódicos venezolanos hicieron el resto, como lo demuestran sus titulares del domingo 2 de noviembre:

El Universal

TÍTULO: DISIP PROHIBIÓ A EURODIPUTADOS VISITAR A PRESOS
Página 1-8
TÍTULO: IMPIDEN A EURODIPUTADOS VISITAR A EX COMISARIOS
SUMARIO: Gobierno manifestó su descontento por visita planeada de Walesa a Venezuela

No existe ninguna fuente que avale la información sobre Walesa. En el texto, se lee: “Extraoficialmente se informó que el Gobierno nacional manifestó estar en desacuerdo….”

El Nacional

TÍTULO: GOBIERNO INSTÓ A LECH WALESA A NO VENIR A VENEZUELA
SUMARIO: También se prohibió a un grupo de parlamentarios europeos, a los que se les interrogó y se les fotografió sus pasaportes, visitar a los presos políticos de la DISIP

Página A-4 (PÁGINA COMPLETA)

TÍTULO: GOBIERNO LE PIDIÓ A LECH WALESA QUE NO VISITARA VENEZUELA.
En este caso se le atribuye directamente al gobierno la acción. “El Gobierno de Venezuela, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, hizo llegar una comunicación a Lech Walesa, Premio Nóbel de la Paz 1983, en la que se le conminó a no venir a Venezuela…..”

2001

TÍTULO: NIEGAN A DELEGADOS DE UE VISITAR A COMISARIOS PRESOS
SUMARIO: Los tres parlamentarios europeos iniciaron una gira a Venezuela para evaluar la situación de los “presos políticos” y las inhabilitaciones a candidatos de oposición por la Contraloría General. El ex presidente polaco Lech Walesa fue supuestamente declarado pesona non grata por el Gobierno y no podrá participar mañana en el foro de la UCV sobre democracia.

Página 12
TÍTULO: DISIP NEGÓ A PERSONALIDADES EUROPEAS VISITA A LOS PRESOS POLÍTICOS VENEZOLANOS
SUMARIO: Gobierno venezolano comunicó al expresidente polaco Lech Walesa que es “persona no grata”. En Ecuador, el antes mencionado dijo que el presidente de Venezuela es un “demagogo y populista”, y que rechazó una invitación de Chávez, ya que a él no le gusta hablar “con gente de ese tipo”


El Nuevo País

TÍTULO: NOBEL LECH WALESA ES PERSONA NO GRATA PARA CHÁVEZ

La Voz

TÍTULO: GOBIERNO PROHÍBE ENTRADA A WALESA
Página 3
TÍTULO: PROHÍBEN ENTRADA DE LECH WALESA

SUMARIO: En junio pasado había declarado que el presidente Chávez “era un demagogo y populista”. Igualmente una delegación de eurodiputados no pudo ver a los presos políticos retenidos a la Disip.

Este es, además, un intento de provocación similar al que se adelantó en diciembre del año pasado, antes del referendo del día 2, cuando Julio Borges y su Primero Justicia invitaron a acérrimos detractores del Gobierno Bolivariano, como el ex presidente boliviano Jorge Quiroga y la ex presidenta panameña Mireya Moscoso, la misma que liberó al terrorista Posada Carriles. En esa oportunidad, el Consejo Nacional Electoral se vio en la obligación de retirar a Quiroga su acreditación como invitado internacional por el bloque del No, luego de que hiciera agresivas declaraciones en contra de las instituciones venezolanas.

¿Quiénes montan el show?

Jan Ruml, del instituto Respekt, que organiza el foro en la UCV, estuvo en abril pasado en una actividad “literaria” en la cual destacó la presencia de Frank Calzón, agente de la CIA y director de la organización Center for Free Cuba.

No es la primera vez que personajes de este tipo coinciden. Por ejemplo -como lo reseñó el periodista canadiense Jean-Guy Allard-, en un foro realizado en Berlín en el año 2007, bajo el título “Democracia en Cuba: Buscando iniciativas comunes”, se reunieron figuras claves de la extrema derecha -o habituales contratistas del aparato de propaganda norteamericano, como diría Allard-, entre ellas Calzón, Carlos Alberto Montaner, “el seudo dramaturgo y ex presidente checo Václav Havel, el ex presidente polaco Lech Walesa, el ex mandatario uruguayo Luis Alberto Lacalle, y el 'ex' líder albanés Rexhep Meidani, todos conocidos por su servilismo visceral frente al imperio y su anticomunismo enfermizo”.

Para completar el retrato, relata Allard, se encontraban también allí “Manuel Espino Barrientos, dirigente del PAN mexicano y el venezolano Julio Borges, presidente del partido derechista Primero Justicia, (quienes) fueron colocados en una presentación al lado del norteamericano Caleb McCarry, el propio procónsul encargado del Plan Bush de Anexión de Cuba y del 'gusano' Frank Calzón”.

Según denuncia Allard, en el programa inicial del foro en Berlín, difundido desde Praga, estaban incluidos varios participantes que no habían sido contactados con antelación por los organizadores, desde la sede de People in Need, en Praga. “Una falta de tacto que ofendió a muchos, entre ellos, al ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, quien pronto negó tener intención alguna de estar presente en tal circo”, escribe el periodista.

Fredo Arias, el vocero del Insituto Respekt, es también el autor de un documento reciente, “América Latina y la geopolítica ‘Soft Power’ de Europa”, en el cual estima que la política más constructiva de la Unión Europea “sería utilizar el poder blando de sus exitosas transiciones democráticas para entrenar un cuadro de disidentes en Cuba y en Venezuela”. Para ello, dice, el objetivo debería ser reorientar la política de la UE hacia una estrategia “dura y realista”, apoyando el surgimiento de líderes al estilo del presidente de Colombia, Alvaro Uribe. Ensalza además iniciativas como el Comité Internacional para la Democracia en Cuba (CIDC), fundado en Praga en 2004 por iniciativa de Havel, José María Aznar y la Fundación People In Need, que “une a algunos de los principales líderes de transiciones de la región más algunos de América Latina”, entre los cuales menciona a Philip Dimitrov, de Bulgaria, otro invitado al foro de la UCV.

Este instituto Respekt enlaza con el semanario del mismo nombre, que tiene entre los miembros de su Consejo de Redacción al anticomunista Jan Ruml y cuyo dueño es Zdenek Bakala, uno de esos superempresarios postsoviéticos que es dueño de medios de comunicación y de empresas articuladas al carbón y al gas.

Cuando estos actores y estrategias quedan al desubierto, la pregunta de rigor es ¿qué viene después? Claramente, personajes de este tipo, con este hisorial y estas relaciones, no se mueven de manera “espontánea” o inocente -en puro venezolano, “no dan puntada sin hilo”-. No sería de extrañar que los próximos pasos de los opositores venezolanos cumplan con el guión: estudiantes tratando de calentar la calle y buscando un detonador que les permita instaurar el caos, previendo resultados adversos en las elecciones del próximo día 23. Después de todo, la desesperación nunca ha sido buena consejera y las intenciones de Estados Unidos respecto a Venezuela siguen siendo las mismas.

Fuentes principales:

Allard, Jean-Guy. Agente CIA Frank Calzón recibido en Berlín con gritos de “¡gusano!” (27-04-07). http://www.granma.cu/ESPANOL/2007/abril/vi...7/18calzon.html

Arias King, Fredo. América Latina y la geopolítica ‘Soft Power’ de Europa. (20-06-08) http://74.125.95.104/search?q=cache:eGsOTk...l=ve&lr=lang_es

Freytas, Manuel. La CIA y las ONG están preparando la caída de Putin en Rusia (07-06-05). http://www.iarnoticias.com/secciones_2005/...ia_06jun05.html

Golinger, Eva. La Guerra Asimétrica Contra Venezuela: Sabotajes e Infiltraciones y Decisiones Equivocadas. (02-03-06). http://www.aporrea.org/tiburon/a19947.html

MPPRE. Gobierno venezolano desmintió que Lech Walesa haya sido declarado persona no grata y fuese prohibida su entrada al país. (02-11-08). http://www.mre.gov.ve/Noticias/Viceministr.../Declar-307.htm

Ria Novosti. Estados Unidos gastó 110 millones de dólares en las revoluciones "naranja" y "de tulipanes" (18-04-07). http://www.aporrea.org/tiburon/n93465.html

Toscano Segovia, Dax. Vedette, showman y títere del imperio. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=67382 (14-05-2008)

Zapata, Robinson. Revoluciones de Colores y los Golpes Suaves (04-06-07). http://www.aporrea.org/actualidad/a35876.html

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