Paquistán en el vórtice de las desgracias

Nestor Marin
Prensa Latina
05/08/10

Acosado por el movimiento Talibán local, la violencia política interna, y las presiones de Estados Unidos, Paquistán suma hoy a su larga lista de desgracias las peores inundaciones en la historia del país.

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De acuerdo con cifras aportadas por los gobiernos provinciales y organismos internacionales, las lluvias asociadas a la actual temporada monzónica dejaron más de mil 500 muertos, y alrededor de tres millones de damnificados, hasta el momento.

La mitad de las personas afectadas son menores de edad, aseguró por su parte una fuente de la UNICEF.

El monto real de los daños materiales sólo podrá ser cuantificado cuando se retiren las aguas de las zonas inundadas, donde todavía trabajan los cuerpos de rescate apoyados por el Ejército.

Las lluvias, sin embargo, no obstaculizaron el accionar del principal grupo insurgente del país, el Tehrik-e-Taliban Pakistan, que la víspera perpetró otro atentado suicida.

El objetivo esta vez fue el jefe de las tropas fronterizas paquistaníes, quien murió junto a dos de sus escoltas en la ciudad de Peshawar, noroeste del Paquistán, en un ataque reivindicado después por los rebeldes.

Más al sur, en la ciudad portuaria de Karachi, prosigue la ola de violencia que estalló el lunes pasado tras la muerte a tiros en una mezquita de un reconocido legislador provincial.

Según el balance de víctimas divulgada este jueves por el canal de televisión Geo News, en los últimos cuatro días han sido asesinadas 73 personas.

Las acusaciones de doble juego contra el servicio inteligencia paquistaní, a partir de las revelaciones contenidas en los informes militares estadounidenses publicados por el portal digital WikiLeaks, también pesan sobre el país islámico.

Tampoco hay que olvidar las presiones que ejerce Washington sobre Islamabad, a cuyas autoridades exige acabar cuanto antes con los grupos insurgentes que operan en las zonas tribales fronterizas con Afganistán.

A las críticas contra Paquistán se sumó también el Primer Ministro británico, David Cameron, quien la semana pasada instó al gobierno local a hacer más por la lucha contra el terrorismo.

Al rosario de desgracias habría que añadirle la caída de un avión de pasajeros la semana pasada en las afueras de Islamabad, con saldo de 152 muertos.