Un ovni sobrevuela los cielos de Maracaibo
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Sucesos Extraños
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21/05/10
“Pasaban de las 7.30 de la noche y de pronto escuchamos que la perra, que estaba en el patio, ladraba incesantemente. Pensamos que alguien se había metido y salimos a ver. Como no había nadie nos quedamos hablando afuera, cuando de pronto vimos que una luz azul en el cielo hacía movimientos bruscos de ascenso y descenso. Pensamos que era un avión pero recordé que éstos emplean tres colores de luces: blancas al frente, cuando van a aterrizar; roja y verde a los lados. No era un avión, era un ovni”.
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Imagen del supuesto Ovni. Foto: Alfredo Villalobos
Alfredo Villalobos, reportero gráfico con 25 años de experiencia, explicó al diario La Verdad que en ese momento estaba con su suegra, María Romero, y corrió a buscar su cámara para capturar la imagen. Logró su objetivo, pero al poco tiempo el objeto desapareció. “Me dio tiempo de tomar dos fotos. Al procesarlas me percaté de que se trataba de un objeto cilíndrico”.
La imagen fue captada por el reportero gráfico el pasado miércoles desde el patio de su casa, en la urbanización Altamira de la parroquia Raúl Leoni, donde casualmente fue reportado otro avistamiento el 21 de diciembre de 2007, pero en la urbanización La Floresta.
En ese entonces, Héctor Escalante, reportero caraqueño y responsable junto a Rafael Gutiérrez del blog ovnivenezuelagrupo.blogspot.com, recogió para el sitio web las impresiones de Joelvin Villarreal, testigo del hecho, quien describió un objeto triangular, con luces rojas perfectamente alineadas, que zigzagueaba entre las azoteas de los edificios del sector.
Más allá de ciencia y ficción
Carl Sagan, astrónomo y divulgador científico norteamericano, dijo una vez: “Somos polvo de estrellas, que piensa acerca de las estrellas”, refiriéndose a la eterna necesidad del hombre de buscar en los cielos compañía a la vastedad del universo, pero son en esas constantes miradas que los hombres y mujeres de la Tierra dan a los cielos que de vez en cuando se logran ver los llamados ovnis (objeto volador no identificado).
Los avistamientos a más de 150 metros de distancia son clasificados como “discos diurnos”, “luces nocturnas”, “informes visuales o por radar”; mientras que a menos de esa longitud se le conoce como “encuentro cercano”. El término fue acuñado por Josef Allen Hynek, astrónomo y ufólogo estadounidense, quien introdujo tipos básicos de encuentros posibles.
Según la clasificación de Hynek, a la experiencia de visualizar en los cielos uno o varios ovnis se le conoce como encuentros cercanos del primer tipo. Los del segundo tipo corresponden a la observación junto a la evidencia física de su aterrizaje o, en su defecto, de efectos físicos sobre una superficie; mientras que los del tercer tipo corresponden al avistamiento de un ovni junto a entidades biológicas llamadas originalmente seres animados, debido a que Hynek no quiso dar ninguna opinión personal no fundamentada acerca del origen o naturaleza de los seres que tripulaban los objetos.
Zona caliente
Los cielos de las capitales latinoamericanas han sido focos de innumerables avistamientos de ovnis desde épocas ancestrales. Venezuela no escapa de esa realidad. Según Escalante, reciben reportes de todo el territorio de al menos 10 observaciones mensuales, y en los picos más altos ocurren durante los últimos meses del año, relata el mencionado diario.
Explicó que los estados de los que recibe más reportes de avistamientos son Distrito Capital, Mérida, Aragua, Carabobo, Zulia y Falcón. Del último se reciben cerca de cuatro informes mensuales, por lo que el experto calificó a la región como “zona caliente”.
Existen hipótesis que aseguran que los ovnis vienen de otra dimensión y no de otro planeta, como el imaginario popular y Hollywood lo han plasmado a través de los años. A pesar de eso, los seres humanos siguen buscando en el cielo; y uno de los ejemplos más claros es la iniciativa Seti (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, por sus siglas en inglés), que trata de encontrar vida extraterrestre inteligente, ya sea por medio del análisis de señales electromagnéticas capturadas en distintos radiotelescopios, o bien enviando mensajes de distintas naturalezas al espacio, con la esperanza de que alguno de ellos sea respondido.
Otro ejemplo claro lo representan las sondas espaciales Voyager I y II, además de las Pioneer 10 y 11, que llevan mensajes en los que dan a conocer la existencia de algunos de los avances más importantes como raza humana en el eventual caso de encontrar vida durante sus viajes a través del cosmos.
No se ha comprobado la existencia de vida extraterrestre a través del espacio o de otras dimensiones, pero fue el astrónomo Carl Sagan quien dijo en una ocasión: “La ausencia de prueba no es prueba de ausencia”.
La imagen fue captada por el reportero gráfico el pasado miércoles desde el patio de su casa, en la urbanización Altamira de la parroquia Raúl Leoni, donde casualmente fue reportado otro avistamiento el 21 de diciembre de 2007, pero en la urbanización La Floresta.
En ese entonces, Héctor Escalante, reportero caraqueño y responsable junto a Rafael Gutiérrez del blog ovnivenezuelagrupo.blogspot.com, recogió para el sitio web las impresiones de Joelvin Villarreal, testigo del hecho, quien describió un objeto triangular, con luces rojas perfectamente alineadas, que zigzagueaba entre las azoteas de los edificios del sector.
Más allá de ciencia y ficción
Carl Sagan, astrónomo y divulgador científico norteamericano, dijo una vez: “Somos polvo de estrellas, que piensa acerca de las estrellas”, refiriéndose a la eterna necesidad del hombre de buscar en los cielos compañía a la vastedad del universo, pero son en esas constantes miradas que los hombres y mujeres de la Tierra dan a los cielos que de vez en cuando se logran ver los llamados ovnis (objeto volador no identificado).
Los avistamientos a más de 150 metros de distancia son clasificados como “discos diurnos”, “luces nocturnas”, “informes visuales o por radar”; mientras que a menos de esa longitud se le conoce como “encuentro cercano”. El término fue acuñado por Josef Allen Hynek, astrónomo y ufólogo estadounidense, quien introdujo tipos básicos de encuentros posibles.
Según la clasificación de Hynek, a la experiencia de visualizar en los cielos uno o varios ovnis se le conoce como encuentros cercanos del primer tipo. Los del segundo tipo corresponden a la observación junto a la evidencia física de su aterrizaje o, en su defecto, de efectos físicos sobre una superficie; mientras que los del tercer tipo corresponden al avistamiento de un ovni junto a entidades biológicas llamadas originalmente seres animados, debido a que Hynek no quiso dar ninguna opinión personal no fundamentada acerca del origen o naturaleza de los seres que tripulaban los objetos.
Zona caliente
Los cielos de las capitales latinoamericanas han sido focos de innumerables avistamientos de ovnis desde épocas ancestrales. Venezuela no escapa de esa realidad. Según Escalante, reciben reportes de todo el territorio de al menos 10 observaciones mensuales, y en los picos más altos ocurren durante los últimos meses del año, relata el mencionado diario.
Explicó que los estados de los que recibe más reportes de avistamientos son Distrito Capital, Mérida, Aragua, Carabobo, Zulia y Falcón. Del último se reciben cerca de cuatro informes mensuales, por lo que el experto calificó a la región como “zona caliente”.
Existen hipótesis que aseguran que los ovnis vienen de otra dimensión y no de otro planeta, como el imaginario popular y Hollywood lo han plasmado a través de los años. A pesar de eso, los seres humanos siguen buscando en el cielo; y uno de los ejemplos más claros es la iniciativa Seti (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, por sus siglas en inglés), que trata de encontrar vida extraterrestre inteligente, ya sea por medio del análisis de señales electromagnéticas capturadas en distintos radiotelescopios, o bien enviando mensajes de distintas naturalezas al espacio, con la esperanza de que alguno de ellos sea respondido.
Otro ejemplo claro lo representan las sondas espaciales Voyager I y II, además de las Pioneer 10 y 11, que llevan mensajes en los que dan a conocer la existencia de algunos de los avances más importantes como raza humana en el eventual caso de encontrar vida durante sus viajes a través del cosmos.
No se ha comprobado la existencia de vida extraterrestre a través del espacio o de otras dimensiones, pero fue el astrónomo Carl Sagan quien dijo en una ocasión: “La ausencia de prueba no es prueba de ausencia”.
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