Biomarcadores capaces de revelar con eficacia nuestra edad biológica

Electrónica fácil
11/10/08

No pasa un día sin que envejezcamos un poco más. Sin embargo, los procesos exactos involucrados en el envejecimiento humano todavía no se conocen bien. Lenhard Rudolph y Hong Jiang, de un grupo de investigaciones especializado en el envejecimiento y las células madre, de la Sociedad Max Planck, en Ulm, y sus colaboradores, han identificado ahora un grupo de proteínas que revelan la edad biológica de una persona. Estas proteínas podrían usarse como biomarcadores en la medicina para adaptar las terapias a las personas que tienen un organismo más envejecido que lo que dice su edad cronológica.

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(NC&T) Muchos de los pacientes más ancianos padecen de enfermedades propias de la vejez y es a menudo difícil para los médicos decidir qué terapias puede soportar sin efectos secundarios graves. Esto es debido al hecho de que la edad cronológica no se corresponde necesariamente con la edad biológica. "Muchas personas ancianas tienen una capacidad regenerativa muy buena, incluso mejor que la de algunas personas más jóvenes", señala Lenhard Rudolph, que encabezó el estudio. Junto con Hong Jiang, buscó biomarcadores que le proporcionaran información sobre la edad biológica de una persona. Los dos investigadores de la Sociedad Max Planck fueron apoyados en su búsqueda por Harald Mischak de la compañía Mosaiques Diagnostics.

Los científicos examinaron muy detalladamente los tramos finales de los cromosomas humanos, denominados telómeros. Estos se necesitan para mantener estable al cromosoma y, al mismo tiempo, salvaguardarlo. Sin embargo, se acortan entre 50 y 200 pares de bases cada vez que la célula se divide, hasta hacerse tan cortos que pierden su función de protección. Como resultado, los cromosomas se hacen inestables y la célula pierde irreversiblemente su capacidad de dividirse. Ahora, los científicos han podido demostrar que ésta es una causa específica del envejecimiento celular.

Rudolph y Jiang descubrieron que el acortamiento de los telómeros y el daño sufrido por el ADN que ellos en su estudio infligieron a través de la radiación, llevaban a una reacción específica en las células humanas. En ambos casos, las células afectadas liberan las proteínas marcadoras. Una observación interesante es que las mismas proteínas son medibles en la sangre humana y que puede demostrarse que un aumento significativo de las mismas está asociado con el envejecimiento y con las enfermedades propiciadas por la vejez.

Los resultados de este trabajo no sólo proporcionan marcadores significativos del envejecimiento biológico, sino que también corroboran la hipótesis del daño en el ADN como causa del envejecimiento humano.

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