Mujeres de Basora: La vida en una gran prisión
Salim Al Wazzan
Niqash.org
Rebelión
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
23/04/08
Las trágicas condiciones que Iraq padece han “conseguido” la cifra más alta de mujeres viudas no sólo en la región sino en el mundo entero. Basora se ha convertido en una ciudad-prisión, donde las mujeres se encuentran cautivas de las milicias religiosas, de las redes de comerciantes de esclavos y trata de blancas y de gran número de fuerzas de seguridad, además de soportar toda una serie de leyes implementadas en su contra.
Un antiguo comandante británico, para justificar la no intervención de sus tropas en aras a conseguir que partidos, milicias y bandas de malhechores dejen ya de abrumar a las mujeres de la ciudad, declaró que sus soldados no deseaban interferir en las “tradiciones” de la ciudad de Basora. El gobierno está utilizando parecidos argumentos. Un oficial del comité supremo de seguridad del consejo provincial ha negado la existencia de crímenes religiosos y sectarios contra las mujeres, afirmando que el 85% de los asesinatos son “crímenes de honor”. Declinando revelar el número de mujeres que han sido “asesinadas”, un cargo importante de la policía de Basora dijo que si llegara a revelarse ese dato, la ciudad entera quedaría conmocionada.
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Um Naba, una mujer que trabaja en uno de los bancos de la ciudad dice: “La violencia y la opresión puestas en marcha contra las mujeres de Basora han rebajado mucho la participación femenina en puestos importantes. En estos momentos, muchas son las mujeres que prefieren aislarse ellas mismas y permanecer confinadas en sus hogares. Se niegan a trabajar en el exterior, ante el temor a las consecuencias que pueden sobrevenirles si lo hacen”.
Las mujeres que trabajan en salones de belleza son las que sufren los mayores riesgos Um Salwan, propietaria de una perfumería dice: “No sabemos qué es lo que quieren de nosotras. No sabemos quién está detrás de todo eso. Hay graffitis con mensajes garabateados por las calles de Basora advirtiendo a las mujeres sobre el aspecto y las formas de vida que deben llevar, amenazándolas de muerte si no obedecen esas normas. Muchas mujeres han sido asesinadas por esos fundamentalistas”. Um Salwan culpa a los líderes religiosos “que gastan inmensas cantidades de dinero en imprimir panfletos y folletos convirtiendo en tabú las perfumerías, salones de belleza y actividades similares, a la vez que hacen llamamientos para que se respeten los derechos humanos”. “Algunos hombres, acompañados de una mujer, aparecen de vez en cuando por el salón de belleza para inspeccionarlo, declarando que pertenecen a un partido religioso. La misma mujer vino una vez afirmando que representaba a una de las organizaciones de mujeres y prometiendo apoyo”. Um Salwan manifestó que el año pasado tuvo que soportar muchas presiones y que “una de sus colegas fue amenazada de muerte si seguía trabajando, viéndose obligada a dejar la profesión”.
Las mujeres de Basora no se sienten ya seguras ni siquiera dentro del ambiente familiar. “En la mayoría de los casos, las mujeres son torturadas dentro de los márgenes permitidos por la ley. Un abogado puede conseguir fácilmente los intereses de su cliente masculino cuando un marido afirma que su mujer le está robando y hacer que la encarcelen. Este método es a menudo utilizado cuando un conflicto familiar se agrava y la mujer insiste en divorciarse, o cuando rechaza vivir en lo que se denomina como bayt al-ta’a (literalmente, “casa de obediencia”). La difícil posición económica y social de las mujeres no les permite designar un abogado que las defienda cuando son encarceladas, dado que los casos en los tribunales llevan mucho tiempo y mucha carga financiera”, dice un abogado iraquí.
Las trágicas condiciones de las mujeres en Basora son aún mucho peores si lo que examinamos son las condiciones de las prisiones de la ciudad, y la peor de todas es la prisión para mujeres de Tasfirat al-Maqal. Um Hamdan, que ha estado encarcelada durante más de un año cuenta su historia: “Dejé a mi marido hace años y me llevé a mi hija conmigo. Cuando la niña creció decidí casarme de nuevo debido a las difíciles condiciones de vida. Cuando mi anterior marido supo de ese matrimonio, me pidió que le devolviera a mi hija para que viviera con él porque no iba a permitir que viviera con un extraño. En tales casos, la ley y la tradición se decantan a favor del hombre. Cuando me negué a obedecerle, me arrestaron tras la denuncia que presentó contra mí acusándome de secuestrar a mi propia hija y de enviarla fuera de Iraq con un pasaporte falso”. Um Hamdan dice que las acusaciones de su ex marido no son sino mentiras y que fue él quien secuestró a su propia hija y la escondió para poder presentar esas acusaciones contra ella. Añade que “el lugar de la prisión es horrible. Las prisioneras no tienen ni los más elementales derechos y somos tratadas como criminales que merecen ser castigadas”.
Una de las prisioneras, que prefiere mantener el anonimato, dijo que ella y su hermana habían sido acusadas de asesinato. “Es sólo una acusación y no hay pruebas de que hayamos cometido el crimen. Es un falso caso por cuestiones tribales. Hemos permanecido detenidas durante más de seis meses y el tribunal no quiere emitir un veredicto. El veredicto se retrasa continuamente por las presiones tribales y no hay forma de que se dicte. La familia de la persona asesinada se niega a zanjar el caso o a retirar las acusaciones. Con semejante situación, estaremos aquí detenidas para siempre. Este es un lugar muy sucio, donde la policía no repara en humillaciones ni sometimientos, y no podemos encontrar a nadie que nos defienda”, nos dijo la prisionera. Suplicaba a las organizaciones de la sociedad civil que visitaran a las prisioneras para que vieran cómo eran tratadas y para que pusieran fin a las violaciones cometidas contra ellas. También pedía a esas organizaciones que exigieran a las instituciones jurídicas que investigaran las confesiones hechas bajo presiones. Añadió que “en muchos casos, esas confesiones se manipulan bajo presiones tribales y sobornos”.
Muchas prisioneras sufren abandono y aislamiento. Están aisladas y nadie se preocupa de ellas. Están abandonadas por sus propias familias que se sienten “deshonradas” por sus actos. Cualquiera que sea lo que el fiscal presente contra las mujeres, el veredicto de la sociedad es siempre mucho más severo que el del juez.
Una activista de una organización por los derechos humanos de Basora explica: “Visitamos la prisión de vez en cuando para investigar las condiciones de las prisioneras. La mayoría de las mujeres tienen muy mala salud debido a las infames condiciones de la prisión, y hay una tasa alta de asma bronquial y de cáncer de pulmón entre ellas. Sufren por la ausencia de cuidados sanitarios en casos de enfermedades crónicas”. “¡Una mujer con dignidad no aceptaría ir a la cárcel!”, dijo una fuente de la prisión de Tasfirat al-Maqal que prefiere mantener el anonimato. Algunas mujeres son obligadas a pagar un precio muy alto por negarse a tener “relaciones sexuales” con algunos elementos del personal de seguridad. Las que rechazan tenerlas son tratadas brutalmente y aisladas. En la prisión, se conocen muy bien todas esas situaciones”.
Sin embargo, se mantienen en secreto muchos de los casos de violaciones cometidas contra las mujeres, tanto fuera como dentro de los muros de la prisión. Uno de los peores ejemplos de esas violaciones es el caso de bandas que secuestran muchachas y se las llevan para prostituirlas a países vecinos. De hecho, no se ha revelado nunca resultado alguno de las investigaciones realizadas, todo se da por concluido con la vaga promesa de las autoridades de la seguridad de revelar en su día los detalles de las investigaciones. Esa promesa jamás se ha cumplido.
Algunos observadores creen que las violaciones contra las mujeres forman parte de la agenda política y las sitúan en un círculo más amplio de violencia. Por consiguiente, se ha convertido en algo normal ver fotos de víctimas que han sufrido brutales torturas utilizadas como pancartas en las manifestaciones callejeras por partido políticos rivales.
Enlace con texto original en inglés:
www.niqash.org/content.php?contentTypeID=95&id=2180
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