Grave denuncia contra un laboratorio que habría ocultado riesgos del Vioxx

Bloomberg
Clarín
18-04-2008

Merck & Co. realizó sus propios estudios sobre su analgésico Vioxx, y luego contrató compañías que escribieran artículos para publicaciones médicas. Esos escritos aparecieron bajo el nombre de científicos que no habían hecho la mayor parte de la investigación, según muestran expedientes judiciales.

En muchos casos, la participación de Merck en la producción de datos no fue revelada, según dos artículos en la actual edición del Journal of the American Medical Association basados en documentación de la corte. Los documentos revelados por Merck en dos juicios por Vioxx también sugieren que el control ejercido por la compañía sobre los datos le permitió a ésta minimizar el riesgo de muerte por Vioxx en pacientes con la enfermedad de Alzheimer, dijeron los editores de la revista en un editorial.
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Cerca de 250 documentos muestran que los empleados de Merck trabajaron solos o con empresas editoras para escribir los manuscritos y más tarde reclutaron expertos académicos médicos para que pusieran sus nombres como autores, según un análisis de investigadores de facultades de medicina de las universidades de Harvard, Brown y Yale, y del Mt. Sinai School of Medicine en Nueva York.

"Se supone que los autores académicos son los miembros más objetivos del equipo"', dijo Joseph Ross, de Mount Sinai, que encabezó el análisis, en una entrevista telefónica. "Involucrarlos solo en la última etapa, y dar la impresión de que lo estuvieron desde el comienzo, son distorsiones. Esto no es aceptable"'.

Esas prácticas son usadas en todo el sector farmacéutico, aunque resultan difíciles de documentar, dijeron los autores de los informes del Journal.

El caso Vioxx muestra que las compañías farmacéuticas con frecuencia diseñan y llevan a cabo investigaciones, analizan e interpretan datos y empiezan a escribir un manuscrito antes de que los investigadores académicos participen, dijo Ross, de Mt. Sinai.

Cuando las compañías preparan el informe, se les da un giro positivo a los resultados, agregó. Para los autores académicos, la publicación de estudios amplios en importantes revistas médicas es algo prestigioso y suele abrirles puertas para otros trabajos, incluida una lucrativa asesoría.

Docenas de estudios, entre ellos uno que involucró a enfermos de Alzheimer, fueron escritos por personas contratadas por Merck y posteriormente atribuidos a investigadores de universidades importantes.