John F. Kennedy y la Psicopatología de la Política

Laura Knight-Jadczyk
15/11/2006
Traducción: El Averiguador

Comentario: Esta es la séptima entrega de una serie de artículos que conmemoran el 43 aniversario del asesinato de JFK.

Mientras el G20 se reúne para cenar y pretende prevenir lo que ya ha sido predicho hace mucho tiempo, hay muchos comentarios sobre que nada puede hacerse sin el nuevo presidente en su cargo. Nosotros nos preguntamos si se puede hacer algo con Obama en su cargo.

Ralph Nader cree que Obama es otro peón de la patocracia:

Mucho más que el Senador McCain, Obama ha recibido enormes contribuciones de intereses corporativos, intereses de Wall Street y, lo más interesante, grandes empresas de abogados corporativos. Nunca antes un candidato Demócrata a presidente había logrado esta supremacía por sobre su contraparte Republicano. ¿Por qué, aparte de su voto incondicional al salvataje de $700 mil millones de Wall Street, estos grandes intereses corporativos están invirtiendo tanto en el Senador Obama? ¿Podría ser que en su registro del Senado estatal, en su registro del Senado de EEUU, y en su registro de campaña presidencial (favoreciendo la energía nuclear, plantas de carbón, perforación de pozos petrolíferos en el exterior, subsidios corporativos incluyendo el Acta de Minería del año 1872 y evitando todo programa para quebrar la oleada de crimen corporativo y del inflado y despilfarrador presupuesto militar) haya demostrado que es un hombre de ellos?
Para observar objetivamente la situación debemos considerar todas las alternativas:
Por otro lado, cualquiera que se haya opuesto al equipo de Bush en los últimos 8 años hubiese tenido CERO oportunidad de competir para presidente, y mucho menos de ser elegido.

Si consideramos que los Dominionistas pueden, anticipadamente durante años, planificar tomar el gobierno con malvadas intenciones (que, por supuesto, no se perciben como malvadas, aunque ciertamente son engañosas), ¿por qué no pensamos que una persona decente pueda, bajo las mismas circunstancias que hemos experimentado esos mismos 8 años, decidir intentar hacer algo al respecto, comportarse encubiertamente, para que cuando ingrese en el cargo pueda hacer algo?

Probablemente no sea el caso, pero creo que deberíamos dejar la puerta abierta a esa posibilidad.

Y si esa ES una posibilidad, entonces podríamos pensar que Obama crearía deliberadamente un registro en el Congreso que lo apoye en su camino a la presidencia.

Tengamos en mente que un hombre inteligente aprende de sus errores, pero un genio aprende de los errores de los demás. El gran error que cometió John Kennedy fue sobrestimar a sus oponentes y pensar que solo ser valiente y decente era lo único necesario.

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Hoy quiero continuar con John Kennedy; solo falta una semana para el aniversario de su muerte, así que tendré que imprimir velocidad para terminar a tiempo. Ahora que el tema pesa tanto en mi mente, me encuentro con que hay cosas que constantemente me recuerdan lo que América perdió, el terrible estado del mundo de hoy en día como consecuencia de esa pérdida, y las razones finales detrás de todo ello.

El día lunes en SOTT se publicaron un par de artículos que atraparon mi atención. El primero era La gente inofensiva, una entrevista con Elizabeth Marshall Thomas.
En 1950, una chica de 19 años abandonó la elitista Universidad Smith, en Massachusetts, para unirse a su familia en una expedición que cambiaría sus vidas. Animada por el deseo de su padre por conocer lugares inexplorados, la familia se dirigió al desierto del Kalahari en busca de campesinos que vivieran bajo las “viejas formas” como cazadores-recolectores. La chica, Elizabeth Marshall Thomas, lo celebra en su libro del año 1959, La gente inofensiva, que se convirtió en un clásico popular de la antropología. Casi 50 años después, el último libro de Marshall Thomas La antigua forma revive la historia – y descubre que el destino de los campesinos es más complejo de lo que parece.

Marshall Thomas regresó a su curso de Inglés en la Universidad Smith, Massachusetts...

El entrevistador pregunta Marshall Thomas: Los habitantes del oeste lloran la pérdida de esta sociedad cazadora-recolectora, pero tu tomas un punto de vista muy diferente...

Marshall Thomas responde: Si, para mi viven un tanto de la misma manera, pero con una economía diferente. La idea de ayudar a los tuyos sigue presente. Esto es lo que mantuvo viva a la raza humana durante más de 150,000 años.

Los cazadores-recolectores dijeron a los antropólogos que no se definen a si mismos por cómo consiguen alimento sino por cómo se relacionan unos con otros. Nosotros vimos eso. Intentaban mantener los celos al mínimo, con nadie más importante o dueño de más cosas que cualquier otro. Se entregan las cosas en lugar de guardárselas. Quieren que los demás tengan buenos sentimientos respecto a uno.

P: ¿De eso se trata la “vieja forma” del título de tu libro?

R: Si.

Hubo una época cuando el campo de juego estaba nivelado y todas las especies vivían de esta forma. La forma en que la gente y sus animales domésticos viven ahora es profundamente diferente. [...]

P: ¿Qué dices de las acusaciones de ciertos académicos sobre que tu escritura es demasiado sentimental?

R: Mi madre Lorna también escribió de la cultura campesina y ambas fuimos acusadas de sobre enfatizar la falta de violencia en la cultura campesina, pero nosotros informamos lo que vimos. En los grupos de campesinos que visitamos, observamos que había mucho énfasis en la cooperación y en evitar los celos. La razón era que la vida era muy marginal y una forma de atravesarla era tener a otros que te ayudaran cuando lo necesitaras. Todo en su cultura estaba orientado de esta manera. Entonces no es que tuvieran una “dulzura” natural, nunca dije que la tuvieran. Son como todos los demás. Lo que han hecho es reconocer el mal que una persona puede hacerle a otra y ponerle un límite a eso.
El segundo artículo se relaciona directamente a lo que Marshall Thomas ha remarcado arriba acerca de cómo las sociedades que viven en el límite se las arreglan para sobrevivir: Supervivencia del más agradable
ALTRUISMO – ayudar a otros al costo de uno mismo – ha sido una terca espina para los biólogos evolucionistas. Si la selección natural favorece a los genes que producen rasgos que aumentan el éxito reproductivo de los individuos en los cuales reside, entonces el altruismo es precisamente la clase de comportamiento que debería desaparecer.

Darwin estaba plenamente conciente del problema que el altruismo posaba en su teoría de la selección natural. El estaba particularmente preocupado sobre el comportamiento auto-sacrificado que los insectos sociales demuestran: ¿cómo podría explicar la selección natural el porqué una abeja trabajadora defenderá su colmena aguijoneando al intruso y muriendo en el proceso? En Sobre el Origen de las Especies, resume el tema del altruismo del insecto social como “una dificultad especial, que en un principio me parecía insuperable, y realmente fatal para toda la teoría”. Pero luego llega a una explicación. Ya que las abejas trabajadoras ayudaban a sus parientes de sangre – especialmente su reina – Darwin hipotetizó que la selección natural podría favorecer al altruismo a un nivel de sangre familiar directo. [...]

Huxley, también conocido como el “bulldog de Darwin”, delineó sus pensamientos sobre este tema en un ensayo del año 1888 titulado “La lucha por la existencia”:
“Desde el punto de vista del moralista, el mundo animal está aproximadamente en el mismo nivel que el espectáculo de gladiadores... La vida (para la gente prehistórica) era una lucha libre continua, y más allá de las limitadas relaciones temporarias de la familia, la guerra Hobbesana da cada uno contra todos era el estado normal de la existencia”.
Para Huxley, el altruismo era poco común, pero cuando sucedía, debía ser entre parientes de sangre. Kropotkin, trabajador del zar de Rusia y luego devenido en naturalista que pasó cinco años estudiando la historia natural en Siberia, pensaba distinto. En Siberia pensó que había visto al altruismo divorciado del parentesco de cada especie que se había cruzado. “¡No compiten!”. Kropotkin escribió en su influyente libro Ayuda Mutua: Un factor de evolución (1902). “Esa es la contraseña que proviene de los arbustos, del bosque, del río, del océano. ¡Practicar y combinar la ayuda mutua!”

¿Cómo puede ser que dos respetados científicos lleguen a dos conclusiones radicalmente tan diferentes? Sumado a su condición de naturalista, Kropotkin también era el anarquista más famoso del mundo. Él creía que si los animales podían practicar el altruismo en ausencia de gobierno, entonces la sociedad civilizada tampoco necesitaba un gobierno, y podían vivir en paz, comportándose altruistamente. Kropotkin seguía lo que había visto como “el curso trazado por la filosofía moderna de la evolución...a la sociedad como un agregado de organismos intentando encontrar las mejores maneras de combinar los deseos de los individuos con la cooperación”. Vio al anarquismo como la siguiente fase de la evolución.

Huxley no estaba menos afectado por los eventos que lo rodeaban. Poco después de publicar “La lucha por la existencia”, su hija, Mady, murió por complicaciones relacionadas a una enfermedad mental. En su desesperación por la muerte de Mady escribió, “Ves un prado lleno de flores...y tu memoria descansa sobre ellas como una imagen de pacífica belleza. Es un engaño... no es el gorjeo de las aves pero tampoco es un asesinato...el asesinato y la muerte repentina están a la orden del día”. Fue a la luz de la naturaleza como personificación de la lucha y la destrucción – la antítesis del altruismo – que Huxley vio la muerte de su hija y fue en ese estado mental que firmó su ensayo. [...]

Una teoría matemática para la evolución del altruismo y su relación con el parentesco sanguíneo llegaría una generación después con Bill Hamilton, que era un naturalista apasionado y un dotado matemático. Mientras trabajaba en su doctorado a comienzos de los 1960’s, construyó un complejo modelo matemático para describir el parentesco sanguíneo y la evolución del altruismo. Afortunadamente, el modelo se redujo a una simple ecuación, ahora conocida como la regla Hamilton. La ecuación solo tiene tres variables: el costo del altruismo para el altruista (c), el beneficio que recibe un destinatario del altruismo (b) y su relación genética (r). La regla de Hamilton declara que la selección natural favorece al altruismo cuando r x b > c.

La ecuación de Hamilton se resume a esto: si un gen del altruismo evoluciona, entonces el costo del altruismo debe ser equilibrado por beneficios compensatorios. En este modelo, los beneficios pueden ser acumulados en parientes sanguíneos del altruista porque existe la posibilidad (la probabilidad r) que tales parientes lleven también el gen del altruismo. En otras palabras, un gen del altruismo puede propagarse si ayuda a que se replique en el parentesco de la sangre. [...]

Mientras trabajaba con Hamilton sobre parentescos y altruismo, el ateo Prince sufrió una epifanía religiosa. En una ironía que aviva el debate sobre religión y evolución, Prince creía que sus descubrimientos sobre el altruismo eran resultado de una inspiración divina. Se transformó en cristiano devoto, donando la mayoría de su dinero para ayudar a los pobres. [...]

Desde que Hamilton publicó su modelo, miles de experimentos han probado, directa o indirectamente, las predicciones surgidas de esta regla, y los resultados son alentadores. La Regla de Hamilton no explica todo el altruismo que vemos, pero sí explica gran parte.
Hoy, tenemos nuevamente dos artículos que se relacionan con mi tema. El primero es Nosotros somos los aliens, dice profesor de Cardiff:
El programa de la BBC Horizonte, ‘Somos los aliens’, presentará el trabajo del profesor Chandra Wickramasinghe, Director del Centro Cardiff de Astrobiología de la Univerisdad Cardiff. [...]

“Creo que el primer origen de la vida debe haber involucrado los recursos combinados de todas las estrellas en una sustancial parte del cosmos. Es gratificante ver ese punto de vista que parecía tan obvio para mí hace 25 años siendo aceptado ahora por un creciente cuerpo de científicos”.
El segundo es Salvador Freixedo: La guerra contra los dioses
El ha desafiado al poder de la Iglesia Católica, ha sido testigo cercano de animales fantasmas, fotografió cadáveres de cabezas de ganado mutiladas y trepó las alturas de una montaña en busca de contacto alienígena hasta tener que volver a causa de explosiones sónicas. Sus libros han examinado cada aspecto del fenómeno OVNI y ha sugerido nuevas y atemorizantes teorías. […]

Respetado por sus ideas y conocimiento, el combativo ex sacerdote jesuita (suspendido por los curas de Puerto Rico a causa de su controversial libro Mi Iglesia Duerme de 1968) ha investigado algunos de los casos más difíciles jamás registrados en América del Sur y España. […]

No existe espacio para la cobardía, intelectual u otra, en las escrituras de Freixedo. Ha declarado abiertamente su insatisfacción con la “ciencia oficial”, según la denomina, y su rechazo a tener en cuenta un interés en lo paranormal y en los evidentes fenómenos supernaturales que ocurren a diario en nuestro planeta, y lo que es peor, suprimiendo los esfuerzos investigativos de otros científicos que han manifestado un interés en el fenómeno.

La traducción de Visionaries, Mystics and Contactees (Illuminet Press, 1992) permite a aquellos incapaces de leerlo en idioma español, a hundir sus dientes en el trabajo de toda la vida de un hombre que ha sido aclamado por sus pares como una fuente de información e inspiración.

Visionaries, Mystics and Contactees puede considerarse el primer libro de una “tetralogía” que explora en escalofriante detalle – apoyado por leyendas humanas y tradiciones de contactados – que el Hombre es simplemente una criatura de los dioses, entidades inmensamente poderosas y no-corpóreas que han desfilado enmascarados como Dioses. El peor ofensor de esta galería de entidades es el bíblico Jehová, según nos dice Freixedo en 'Israel: pueblo contacto'. Estos dioses (siempre con “d” minúscula) se sirven de la humanidad casi de la misma forma que nosotros hacemos uso de los animales: los matamos sin dudar por su carne y cuero, pero lo hacemos con poca, si es que alguna, animosidad. La Tierra es la granja de los dioses, escribe, y nos explotan para dos cosas – sangre y ondas emitidas por nuestros cerebros en momentos de dolor o sufrimiento. Con respecto a estos ‘dioses’ ha dicho en un programa de tv:
…aquellos del interior siempre han estado aquí y han creado a la humanidad casi de la misma forma que esta ha alimentado a los animales. Han jugado con nosotros desde el principio. […] Algunos moran en grandes naves espaciales, otros debajo de la tierra, entre 100 y 1000 metros debajo de la superficie. Otros son totalmente invisibles y se mueven entre nosotros… […]
El Padre Freixedo nunca escapó a la controversia. En 1979, se enfrentó al ufólogo contactado puertorriqueño Orlando Rimacs en un extenso debate radial sin precedentes en el cual señaló que la única y verdadera raza humana era la negra. A pedido del público, el debate fue retransmitido en una fecha posterior e incluso fue emitido en estaciones radiales de habla hispana en la Ciudad de Nueva York.
No creo que deba describir las conexiones entre todo lo mencionado y las probables fuerzas detrás del asesinato de John Kennedy a mis lectores regulares. Pero para aquellos que no lo son, déjenme sugerir que revisen mi artículo sobre Ponerología que indica que existe una minoría estadística de seres humanos en nuestro planeta que simplemente no son humanos de verdad. Como dice el profesor Robert Hare, son “depredadores ínter-especies”. ¿Son híbridos “alien/humanos” como podría inferirse a partir de las declaraciones de Padre Freixedo? Todo es posible. Pero lo importante es recordar las reglas del altruismo mencionadas arriba; y recordar que se pueden aplicar a desviados patológicos genéticos así como también a seres humanos normales. Eso quiere decir, que las redes de desviados, como las describe el psicólogo Andrzej Lobaczewski, pueden y de hecho actúan “altruísticamente” entre ellos, en cierto sentido, y lo han hecho durante milenios. Por supuesto, eso es solo mientras aquellos “otros” continúen existiendo y puedan “unirse” en su contra. Pero cuando finalmente alcanzan el dominio, puede verse que es muy probable que se vuelvan unos contra otros como el reciente abandono Neoconservador de George W. Bush nos ha demostrado. Pero incluso con su lucha interna, todavía trabajan para mantener un sólido frente de secreto impuesto entre ellos y la mayoría de la humanidad, las masas de gente cuya energía, sangre, sudor y lágrimas, los mantiene en la cima. En resumen, más cualquier otra cosa, los desviados genéticos sobreviven gracias a su habilidad de inducir comportamientos altruistas de otros – auto-sacrificio – engañando a otros haciéndoles creer que son con-específicos; son parásitos. Y por lo tanto es absolutamente crucial para todos nosotros comenzar a aprender sobre estas cuestiones ya que la supervivencia de la humanidad podría depender de ello. Como señala Lobaczewski, el hecho de que existe más personas normales que desviados nos sugiere que la normalidad, tener una conciencia y empatía y altruismo, son esas cosas que ayudaron a la humanidad a evolucionar y sobrevivir por cientos de miles de años. ¡Nos tomará una gran cantidad de altruismo y empatía atravesar los próximos años!

John Kennedy era diferente del tipo de animales que dominan la política humana y creo que, en cierto nivel, sabía que esta diferencia iba más profundo que al nivel de la piel. Él experimentaba las tendencias altruistas hacia los seres humanos normales, y no se sentía miembro de la minoría patológica en la cima. Si, él había utilizado al sistema para llegar a la cima, pero inmediatamente dejó en claro con quien se identificaba realmente: el ser humano promedio con conciencia. Y ese es el porque, cuando las noticias de su muerte se esparcieron, hubo mucha gente involucrada en el crimen y la política que lo disfrutaron, mientras que millones de millones de seres humanos con almas, gente común, los hombres y mujeres que luchan en la calle para tener una vida decente en contra de las maquinaciones de los desviados, sollozaron en agonía y desesperación. Sabían lo que habían perdido; la última y mejor esperanza para la humanidad en nuestra era.

Entonces hoy, en nuestro extracto de Farewell America, echemos un vistazo a ese bastión de la patología: La Política.
Pero el Senado, a pesar de su caída en el poder y la estima pública durante la segunda mitad del siglo diecinueve, no consistió completamente de cerdos y lobos ocultos. (Perfiles de coraje, John F. Kennedy)

“Estar del lado ganador o perdedor no me importa. Lo que importa es estar del lado en el que están mis simpatías”.
El desinteresado credo era aceptable viniendo de un Senador, pero un presidente se supone que debe dejar su corazón a un lado. “El engaño, la deshonestidad y la duplicidad son las características dominantes de la mayoría de los líderes nacionales”. (1) Hubo pocas excepciones entre los líderes políticos americanos de los sesentas. Estos profesionales solo sintieron desprecio por el autor de Perfiles de Coraje, hacia este novato que predicaba la indulgencia. Subestimaron el futuro de este poco común admirador de las Whigs racionales y corteses de comienzos del siglo diecinueve. Quedaron atónitos ante la organización de este candidato que estableció su sede en una suite de nueve habitaciones del Edificio Esso en Washington, tenía un registro de los 30.000 demócratas más influyentes del país, y volaba en un Convair de $270.000 atendido por la pelirroja azafata Janet des Rosiers.

Kennedy cubrió un millón y medio de kilómetros, el equivalente a 40 vueltas al mundo, presentando su sofisticado Mesianismo a los votantes, sus heroicos discursos, y su sonrisa de estrella de cine. “Nos encanta verte en TV. Eres mejor que Elvis Presley…” le dijeron estudiantes de Louisville. Al igual que Woodrow Wilson, él seguía repitiendo, “Los corazones de los hombres esperan nuestras acciones”. Incluso declaró que el presidente debía estar en el frente de la batalla. Los profesionales solo se rieron. Ellos sabían que no hay amigos ni enemigos en política, solo colegas y competidores – las virtudes valen cero y las tácticas lo son todo. Estaban seguros que perdería, pero ganó por un pelo (2), y fueron sorprendidos. Quedaron más sorprendidos aún cuando vieron que los ignorantes y obstinados Protestantes del Oeste Virginia y los agricultores de Minnesota, fervientes partidarios de Hubert H. Humphrey, habían votado por él.

Una vez recuperados, los profesionales echaron un segundo vistazo a su plataforma. Notaron que Kennedy se había comprometido o había hecho promesas unas 150 veces en cuestiones de defensa nacional, 54 veces sobre política exterior, 21 sobre problemas de agricultura, 35 sobre administración y justicia, 41 sobre empleo, 14 sobre asuntos comerciales, y 16 sobre política económica. Se dieron cuenta que se las había ingeniado para unirse a los Negros mientras ganaba votos por el tema de la supremacía blanca (3), y aunque afirmaba ser liberal, el 4 de octubre de 1960 acusó a Eisenhower y Nixon por sus debilidades y fallas para actuar en el problema cubano. En Evansville, incluso había prometido remover a Castro. Había afirmado su oposición al comunismo y prometió reforzar la defensa nacional e iniciar un programa antimisiles. En Columbus, Ohio, 1959, Kennedy se había descrito a si mismo no solo como liberal, sino como un “fuerte liberal”, pero los Republicanos se mofaron de las nociones liberales de este millonario, y los Demócratas liberales lo tomaron con sospechas.

Cayendo en la cuenta que habían sido derrotados en su propio territorio, los profesionales se enfadaron más aún cuando descubrieron que Kennedy era un opositor fundamental de sus habituales prácticas. La mayoría de los políticos se oponían a la dirección anti-mediocridad del presidente. Retrocedieron ante su impaciencia por deshacer al país de los Nibelungos del Lejano Oeste y de los vendedores.

La política como carrera se mira desde abajo en EEUU. Franklin D. Roosevelt se autodenominó agricultor. Incluso como Representante, y luego como Senador, Kennedy se mantuvo por encima de la masa de políticos codiciosos y amargos que se pasaban sus vidas escalando laboriosamente la escalera del éxito. “La Casa Blanca no está a la venta”, señaló en una oportunidad el Senador Wayne Morse de Oregón. Kennedy no era uno de ellos. Nunca perteneció a esa clase. No actuó como Senador, y tampoco consideraba al Senado como la solución de la evolución humana.

La mayoría de los senadores seguían el consejo de Telémaco: “¿Servicio, talento, mérito? ¡Bah! Sigue al grupo…” Desde ese punto de vista, Kennedy se encontraba en un nivel diferente al de Everett Dirkson, Hubert Humphrey, y el Representante Hale Boggs de Louisiana. El día anterior a su asunción, todavía se estaban preguntando como demonios había sido elegido, siendo que el Senado estaba del lado de Johnson, la Cámara de Representantes del lado de Symington, los intelectuales del lado de Stevenson, los liberales del ADA por Humphrey y Stevenson, los líderes de derechos civiles por Humphrey, los líderes laboristas por Humphrey y Symington, y los sureños por Johnson. Cuando se analiza desde afuera, Kennedy solo tenía al pueblo de su lado.

El 29 de enero de 1961, Kennedy entregó su primer mensaje del Estado de la Unión al Congreso:
“Es un placer volver al lugar de mis inicios. Ustedes están ente mis más viejos amigos en Washington – y esta Cámara es mi hogar más antiguo. Fue aquí, hace más de 14 años, que tomé mi primer juramento federal. Fue aquí, durante 14 años, que obtuve el conocimiento e inspiración de miembros de ambos partidos en ambas Cámaras – de sus sabios y generosos líderes – y de los pronunciamientos – que puedo recordar vívidamente, sentado donde se sientan ustedes ahora – incluyendo los programas de dos grandes presidentes, la iluminada elocuencia de Churchill, el elevado idealismo de Nehru, las inquebrantable palabras del General de Gaulle. Hablar desde este mismo estrado histórico es una experiencia aleccionadora. Estar nuevamente entre tantos amigos me pone muy feliz.

“Estoy convencido que esta amistad continuará. Nuestra Constitución sabiamente asigna roles conjuntos y separados para cada rama del gobierno; y un presidente y un Congreso que mantengan el respeto mutuo nunca permitirán ni permitirán ningún intento de traspaso. Por mi parte, no deberé ocultarme ni del Congreso ni de la gente ante ningún hecho o informe, pasado, presente o futuro, que sea necesario para un juicio informado de nuestras conductas y peligros. Tampoco deberé cambiar la carga de las decisiones ejecutivas al Congreso, ni evitar la responsabilidad por el resultado de esas decisiones”.
Pintó una tenebrosa imagen del estado de la nación, denunció su debilidad, y prometió enfrentar sus problemas, agregando: “Antes que mi cargo finalice, deberemos probar si la nación está organizada y gobernada de manera que pueda perdurar. El resultado no es seguro”. Y concluyó, “Es una de las ironías de nuestra época que las técnicas de un duro y represivo sistema deberían ser capaces de inspirar disciplina y pasión en sus sirvientes – mientras que las bendiciones de la libertad han sido utilizadas, por lo general, para privilegios, materialismo, y para una vida cómoda.
“Pero yo tengo una visión diferente de la libertad. La vida en 1961 no será fácil…”
Un imperceptible frío corrió por la espalda del Congreso. Un presidente no puede ser juzgado por la fortaleza de un solo discurso, pero este presidente ya había actuado. Los Demócratas estaban desilusionados cuando Kennedy eligió a McNamara por sobre Stuart Symington como Secretario de Defensa, y a Dean Rusk por sobre Adlai Stevenson como Secretario de Estado. Notaron que el Jefe del Comité Democrático Nacional, Henry Jackson, había sido pasado por alto, y que los grupos de oposición que el presidente necesitaba reconciliar no poseían representación del Gabinete. El Secretario de Agricultura no surgió del Cinturón Agrícola y no era conocido por apoyar a los agricultores, y el Secretario de Trabajo no era uno de los nombres apoyados por los sindicatos. El trabajo de General de Correos no fue para un político o para el líder del partido, sino para un administrador sin experiencia. Sin embargo, Kennedy nombró a Douglas Dillon como Secretario del Tesoro en lugar de J. Kenneth Galbraith en un intento por tranquilizar a los Republicanos. (4)

Las propuestas legislativas iniciales de Kennedy fueron moderadas. Necesitaba apoyo en Capitol Hill, y manejó al Congreso como un animal salvaje que debía ser tratado con cuidado. Él sabía que no hay nada que al hombre le guste menos que la verdad, y que la política es una lucha continua, pero todavía desconocía el peso de la presidencia. A Harry Truman le llevó dieciocho meses desarrollar su propio estilo. Kennedy comentó que “Los primeros meses son muy duros…” (5). Tuvo dificultad en adaptar su forma de pensar al estilo de los políticos. Hablando ante las cámaras de CBS, acerca del poeta Robert Frost, señaló:
“Existe una historia que, hace unos años, una madre escribió al director de una escuela: No enseñe poesía a mi hijo. El se presentará para trabajar en el Congreso.

“Nunca adopté la postura de que el mundo de la política y el mundo de la poesía están tan separados. Creo que los políticos y poetas comparten al menos una cosa, y ello es que su grandeza depende del coraje con el que enfrenten el desafío de sus vidas”.
Cuando Lyndon Johnson era el Líder Mayoritario del Senado, había descrito al Senado de manera muy diferente:
“El Senado es un animal salvaje que debe ser domesticado. Puedes estimularlo pinchándolo un poco, pero si lo haces demasiado fuerte puede ceder o puede ir detrás de ti. Tienes que acercarte de la manera correcta, y debes saber cual es su humor”.
Lyndon Johnson también dijo:
“Cuando llegué al Congreso me dijeron que la mejor manera de llevarte con tus colegas congresistas es seguir la corriente”.
Como congresista solo tenía dos cosas de que preocuparse: de sus colegas congresistas, que podían arruinar su carrera, y de sus constitutivos, que podían terminarla. Un Senador que no apoya los intereses de su estado asume un gran riesgo.

Kennedy sabía que los Padres Fundadores habían concebido al Senado como “un cuerpo que no podía ser objeto de presiones” y a los Senadores como “embajadores de gobiernos soberanos independientes del Gobierno Federal, no representantes del público votante”. (6) Pero las cosas no habían salido de esa manera. Los embajadores “eran habitualmente objeto de corrupción”.

La tradición y la ley gobiernan la conducta de los miembros de la rama ejecutiva, pero los legisladores no rinden cuentas a nadie. Aparentemente es imposible legalizar la relación entre dinero y política en la vida pública. (7)

Tres miembros de la administración Kennedy eran millonarios, pero ellos podían responder por sus fortunas, algo que para la mayoría de los 40 congresistas millonarios (18 representantes y 22 senadores, 1 de 3) era más difícil de hacer. (8)

Su saco de vicuña le costó a Sherman Adams, mano derecha de Eisenhower, su trabajo en la Casa Blanca, pero los oscuros tratos del Senador de Oklahoma, Robert Kerr, el rey no reconocido del Senado, eran conocimiento común. (9) Walter Lippman dijo en una oportunidad que:
“Con raras excepciones son considerados como milagros de la naturaleza, los políticos democráticos exitosos son hombres inseguros e intimidados. Avanzan políticamente solo a medida que pacifican, apaciguan, sobornan, seducen, o por el contrario, manipulan las exigencias, amenazando a componentes de su distrito electoral. La consideración decisiva no pasa por si la proposición es buena, sino que pasa por si es popular – no por si funcionará bien y servirá, sino por si a los constituyentes les agrada inmediatamente”. (10)
Una vez que Kennedy estuvo instalado en la Casa Blanca y su estilo de vida se volvió aparente, los políticos se dieron cuenta que tenían poco en común con él. Tal como indicó un congresista rural en 1962, “Toda esa música de cuerdas de Mozart y los ballets y todas esas ropas londinenses y de cazadores de zorros…Él es demasiado elegante para mi”.

El Representante Edward Hebert de Louisiana se refirió al Hombre de la Nueva Frontera como “un montón de mocitos que son genios en la comunidad intelectual pero que nunca se han enojado y disparado un tiro”. Muchos políticos estaban tan acostumbrados a dirigirse ante audiencias ignorantes que sus vocabularios nunca avanzaron más allá del nivel escolar. (11) El lenguaje americano, en oposición al inglés, es utilizado al más bajo denominador común. El inglés de Kennedy era incomprensible para ellos:
"¿Hubieses considerado como un amigo de la antigua Grecia a quien sobriamente discutió la teoría del patriotismo ese día de verano en esos desesperados e inmortales momentos en que Leonidas y los 300 se quedaron en las Termópilas por la libertad? ¿Considerarías un amigo de la libertad a alguien que se haga un paso al costado hoy? (12)

“Tucídides informó que el Peloponeso y sus aliados eran todopoderosos en la batalla, pero minusválidos en su cuerpo político – en el cual cada uno tiene sus objetivos…”. (13)
¿Quién demonios era Tucídides? ¿Dónde estaba el Peloponeso? ¿Y qué eran las Termópilas?

Pero había más que eso. En cuestiones de religión, Kennedy mantuvo una estricta neutralidad, pero tenía una concepción católica de la presidencia. Mientras que la teoría Protestante basa a la autoridad política en el mandato del pueblo y un respeto por el individuo, los católicos toman a la autoridad como proveniente directamente de Dios. “He intentado dar a mi gobierno un tono y un estilo que servirá como inspiración para la perfección”, dijo Kennedy.
“Perfección” es una palabra extraña en Capitol Hill, y a los congresistas no les gusta ser sermoneados. La Constitución americana ubica al poder legislativo por sobre el ejecutivo. El presidente puede requerir, sugerir o aconsejar al Congreso, pero ese es el límite de sus poderes formales. Solo el Congreso controla el gasto federal. El presidente es como un gato sobre un delgado y caliente techo. Su programa depende completamente de la voluntad del Congreso.

“Un presidente que quiere aprovechar al máximo su cargo debe saber equilibrar el juego de su influencia personal – poder en el sentido de verdadera efectividad – en toda decisión que toma. Siempre debe pensar en sus riesgos personales, en términos de poder, no solamente para protegerse a si mismo, sino para obtener claves y entendimiento acerca del riesgo de la política. Su propia posición es tan delicada, tan insegura, que si la piensa seguramente aprenderá algo acerca de lo desconocido y de las incertezas de las alternativas políticas”. (14)
Solo dos veces en la historia Americana el Senado apoyó anónimamente al presidente: en 1930 después del derrumbe de Wall Street, y luego del ataque a Pearl Harbor. La Constitución estipula que el Congreso hace la política y el presidente la ejecuta, pero la historia y el rápido desarrollo de EEUU ha cambiado la iniciativa hacia la Casa Blanca. Sin embargo, el sistema legislativo es tal que el Congreso tiene el poder de bloquear no solo los cambios revolucionarios, sino también las reformas necesarias. Su estructura no se adapta a los requerimientos del gobierno moderno. Con sus negativos poderes, es un anacronismo.

Es verdad que para 1960, la Constitución ya no era cumplida al pie de la letra. El Congreso retuvo el derecho de hacer la política, pero los problemas de una nación moderna son tan complejos y tan extensos que sus miembros prefirieron confinarse para representar los intereses de sus componentes y bloqueando las iniciativas de la administración. América no está bien representada en Capitol Hill. La nerviosa mayoría conservadora de la Cámara de Representantes está continuamente en oposición a la más relajada y abierta mayoría en el Senado. Los miembros de la Cámara, cuyos distritos electorales son más pequeños, están absorbidos por los problemas locales. Debido a la duración de dos años de su cargo, están constantemente preocupados por ser reelegidos, perjudicando sus deberes legislativos.

La mayoría de los congresistas dan vuelta la cara ante los verdaderos problemas que enfrenta la nación, que son aquellos que solo pueden resolverse con intervención federal. (15) Bajo Eisenhower, el poder del gobierno federal disminuyó, para el beneficio de los estados. Washington y Dallas son mundos aparte. “Mucha gente en este país habla de Washington como si fuera el extranjero”, dice el Senador Demócrata Mike Mansfield.

Los estados están dispuestos a aceptar favores de Washington. La construcción de autopistas estatales, por ejemplo, es financiada en un 93% por el gobierno federal, y los subsidios federales para la educación son igualmente elevados. Pero se niegan a aceptar lo obvio – que los EEUU se están uniendo cada vez más. Incluso los acentos regionales se están uniendo en uno, pero los plantadores de algodón del sur todavía no comparten sus intereses de los agricultores de trigo en el Medio Oeste.

Simultáneamente con el desarrollo de los poderes presidenciales desde el final de la segunda guerra, el Congreso ha extendido su control sobre la administración. Las agencias federales están a merced de los comités de Capitol Hill. ¿Qué gran poder hoy en día puede permitirse el lujo de una legislatura omnipotente?

En realidad, ni el presidente ni el Congreso tienen poderes claramente definidos. Sus esferas de acción se superponen. Pero las propuestas legislativas de Kennedy eran más cuidadosamente planificadas y detalladas que las de cualquier otro presidente, incluso las de Roosevelt durante el Nuevo Trato (New Deal). En aquel entonces, el futuro de la nación estaba en riesgo. Los legisladores lo sabían, pero murmuraban sobre la “dictadura de Roosevelt”, sin embargo, y después de 25 años, todavía no lo han olvidado.

Pocos Senadores, incluso Senadores Demócratas, compartían las perspectivas de Kennedy. Votaron a favor de sus proyectos porque se esperaba que un Senador apoyara al presidente cuando su partido estuviera en el poder, o en algunos casos porque temen represalias.

El acceso de Lyndon Johnson a la vicepresidencia en 1961 había debilitado al grupo mayoritario en el Congreso. El Partido Demócrata es el único partido nacional verdadero, pero en el Congreso está dividido por intereses locales y regionales en conflicto. En 1961, los demócratas sureños se aliaron a los republicanos conservadores contra el recordatorio de los demócratas, que fueron apoyados por unos pocos republicanos liberales. Pero sobre los votos importantes los últimos regresaron al molde. Tal disciplina partidaria era extraña entre los demócratas.

La presión de los lobbystas confundieron aun más los asuntos. En 1961, fueron los responsables del rechazo de la Cámara por el Proyecto de Educación Federal que ya había aprobado el Senado, y en 1962 en el Senado tuvieron éxito en bloquear el proyecto de comercio que ya había sido aprobado por la Cámara. Con los 64 demócratas del sur que generalmente votaban en su contra, Kennedy fue obligado a confiar en los votos de los Representantes Republicanos disidentes. El destino de la Nueva Frontera estaba en las manos de unos pocos avejentados senadores sureños, la mayoría de los cuales habían nacido antes del cambio de siglo y representaban a intereses rurales en una nación urbana, o colgarse del efímero apoyo de los Republicanos no conformistas.

Las tradiciones y peculiaridades del sistema del Congreso complicaron aun más la situación. (16) El voto sobre el presupuesto fue demorado durante cuatro meses debido a que el Representante Cannon (Missouri), de 83 años, y el Senador Hayden (Arizona), de 84 años, no estaban de acuerdo. Otros senadores como Richard Russell (Missisipi) o Harry F. Byrd (Virginia), que alguna vez declararon: “la Administración de Seguridad Social está en bancarrota”, estaban a siglos de distancia con respecto al presidente Kennedy y su pensamiento. Las reglas antediluvianas que gobernaban el Congreso les dieron toda la ayuda que necesitaban. Kennedy mismo señaló que:
“La Constitución y el desarrollo del Congreso dan ventaja a las demoras. Es muy fácil derrotar un proyecto en el Congreso. Es mucho más difícil aprobar uno. Dirigirse a un comité, las Formas y Objetivos del Comité del subcomité de la Cámara y obtener un voto mayoritario, ir al Comité de Reglas y aprobar una regla, ir a la Cámara y obtener una mayoría, comenzar nuevamente en el Senado, subcomité y comité completo, y un debate interminable en el Senado, entonces nunca puedes llevar un problema a votación si es que hay suficiente determinación por parte de los oponentes, así sean una minoría, y llegar al Senado con el proyecto. Y luego, anónimamente, obtener una conferencia entre la Cámara y el Senado para ajustar el proyecto, o si un miembro objeta, volver al Comité de Reglas, de vuelta al Congreso, y hacerlo sobre una controversial pieza de legislación donde poderosos grupos se oponen, es una tarea extremadamente difícil. Por lo tanto la lucha de un presidente que tiene un programa para presentar en el Congreso, particularmente cuando el sistema señorial podría ubicar a ciertos individuos en posiciones clave que podrían ser totalmente reticentes a tu programa, y que podrían ser incluso miembros de tu propio partido, en oposición política con el presidente – esta es una lucha que todo presidente que ha intentado pasar un programa ha tenido que afrontar. Después de todo, Franklin Roosevelt fue elegido por la más grande mayoría de la historia en 1936, y tuvo la peor derrota pocos meses después en la Corte Suprema”.
Y agregó:
“Ningún programa de ningún presidente es aprobado. La única oportunidad que un programa sea aprobado rápidamente y fácilmente sucede cuando es insignificante. Pero si es importante y afecta intereses y es controversial, entonces se libra una lucha, y el presidente nunca tiene un éxito completo”. (17)
Las propuestas legislativas de Kennedy invadían doctrinas tradicionales y atacaban intereses personales. Comúnmente no emergía victorioso de la batalla. En menos de 3 años, envió 1054 proyectos al Congreso. Durante sus primeros 100 días en el cargo, hizo 277 propuestas en relación a medidas anti-recesión, salud, vivienda, educación, ayuda extranjera, Latinoamérica, autopistas, impuestos y agricultura. Había demasiadas ideas y llegaron demasiado rápido. Sus propuestas fueron presentadas muy fríamente y analíticamente, y también implicaban una visión crítica de la sociedad americana. El Congreso comenzó a sentirse incómodo. Varios legisladores se sintieron personalmente amenazados. Esta era su sociedad. ¿Quedaría algo después de la tormenta?

Luego, repentinamente, recordaron que su presidente había ganado las elecciones por solo 120,000 votos, que 27 de los 50 estados votaron en su contra, y que sin los votos del estado donde nació (Massachusetts) nunca hubiera ingresado a la Casa Blanca. Se dieron cuenta que la mayoría de los protestantes, los hombres de negocios, las profesiones liberales, los agricultores, y la gente de pequeñas ciudades estaban en su contra.

Es verdad, Kennedy desayunaba cada martes con líderes del Congreso y se encontraba regularmente con representantes del partido. Es verdad, también, que sentía un gran respeto por Capitol Hill, y cuando acompañaba a un congresista a su estado, todos lo apoyaban. El problema estaba en otro lugar. Kennedy se encontraba en buenos términos con los miembros del Congreso, pero falló en discutir problemas con ellos de forma regular, y no confiaba en los comités. A los ojos de ellos, él hablaba demasiado frontalmente y rechazaba esquivar los problemas, (18) y no les gustaba la idea de que intentara gobernar a EEUU él mismo. “La rama ejecutiva del gobierno incluso quiere controlar a los agricultores”, exclamó el Senador Dirkson.

En 1961, el Congreso aprobó los presupuestos para defensa nacional y el programa espacial y votó a favor de los Peace Corps y la Alianza por el Progreso, pero rechazó las propuestas más importantes de Kennedy, aquellas dirigidas a ayudar a los pobres, a los ancianos, desempleados, estudiantes, negros y agricultores, y rechazaron las medidas que significaban una amenaza a la profesión médica, los ejecutivos, los accionistas, y los estados. (19) Los proyectos votados por el Congreso trataban con problemas que, mientras que en ciertos casos eran urgentes, era de importancia secundaria, y que solo tenían repercusiones políticas y económicas menores. (20) Las coaliciones reformadas sobre cada problema un día estaban en contra de un Departamento de Asuntos Urbanos y al día siguiente estaban en contra de la extensión de la Seguridad Social. El Congreso N° 87 será recordado, en vez de lo que hizo, por todo lo que no hizo.

Pero si el Congreso no estaba satisfecho con el programa nacional de Kennedy, estaba aún más preocupado por su política exterior. Su segundo Mensaje a la Unión de Estados, en enero de 1962, no hizo nada para tranquilizarlos:
“Nuestra principal obligación en los próximos meses es cumplir las esperanzas del mundo cumpliendo con nuestra propia fe…

“Una América fuerte no puede negar las aspiraciones de sus ciudadanos – el bienestar de los necesitados – el cuidado de la salud de los ancianos, la educación de los jóvenes. No estamos desarrollando la riqueza de la nación para si misma. La riqueza es el medio y la gente es el fin. Todas nuestras riquezas materiales nos servirán de poco si no las utilizamos para expandir las oportunidades de nuestra gente. El año pasado, mejoramos la alimentación de nuestro pueblo, entregando más comidas calientes y leche fresca a las escuelas, construimos más habitaciones en las universidades, y para los ancianos, mejoramos la vivienda privada, casas de ancianos, servicios de salud, y seguridad social. Pero apenas hemos comenzado.

“Para ayudar a aquellos menos afortunados, estoy recomendando un nuevo programa de bienestar público, haciendo hincapié en los servicios, haciendo rehabilitación en lugar de consuelos, y entrenando para trabajos útiles en lugar de producir una prolongada dependencia.

“Para proteger a nuestros consumidores de los descuidados e inescrupulosos, debo recomendar mejoras en las leyes de alimentos y drogas – fortaleciendo las inspecciones y estándares, eliminando productos inseguros e inútiles, advirtiendo etiquetas engañosas, y combatir la venta ilícita de drogas que forman hábitos de consumo…

“Estos elementos en nuestra política exterior, como he dicho, llevan a un solo objetivo – el objetivo de un mundo pacífico de estados libres e independientes. Esta es nuestra guía para el presente y nuestra visión para el futuro – una libre comunidad de naciones, independientes pero interdependientes, unificando el norte con el sur, este y oeste, en una gran familia del hombre, deshaciéndose y trascendiendo los temores que dominan nuestros tiempos.

“No alcanzaremos nuestro objetivo hoy ni mañana. Podríamos no alcanzarlo en toda nuestra vida. Pero la búsqueda es la más grande aventura de nuestro siglo.

“A veces nos impacientamos ante la carga de nuestras obligaciones, la complejidad de nuestras decisiones, la agonía de nuestras elecciones. Pero para nosotros no existe la comodidad o la seguridad en la evasión, ni la solución en la abdicación, ni alivio en la irresponsabilidad.

“Un año atrás, asumiendo las tareas de la presidencia, dije que pocas generaciones, en toda la historia, les habían garantizado el rol de ser el gran defensor de la libertad en su hora de máximo peligro. Esta es nuestra buena fortuna; y le doy la bienvenida ahora como lo hice hace un año. Ya que es el destino de esta generación – de ustedes en el Congreso y mía como presidente – vivir en una lucha que no comenzamos, en un mundo que no hicimos. Pero las presiones de la vida no siempre son distribuidas por elección. Y mientras que ninguna nación ha enfrentado jamás semejante desafío, ninguna nación ha estado preparada para levantar la carga y la gloria de la libertad”. (21)
Un hombre se revela más por lo que escribe que por lo que dice, e incluso más por lo que hace. Los Senadores hicieron un inventario del año 1961:
- el 9 de marzo, los Comunistas se prepararon para hacerse con el poder en Laos; - el 12 de abril, los Soviéticos enviaron a un hombre al espacio; - el 19 de abril, Castro rechazó la tímida invasión americana en Bahía de Cochinos; - el 1 de mayo, Hanoi predijo que controlaría Vietnam del Sur antes del fin de año; - el 30 de mayo, Trujillo fue asesinado en República Dominicana; - el 4 de junio, Khrushchev le dijo a Kennedy en Viena que Occidente sería manejado desde Berlín; el 21 de junio, Khrushchev anunció su intención de firmar un tratado de paz aparte con Alemania Oriental; - el 4 de julio, Khrushchev y Brezhnev enviaron un mensaje de felicitaciones por el 185 aniversario de la independencia americana; - el 8 de julio, Khrushchev anunció que la Unión Soviética estaba obligada a posponer la reducción de sus fuerzas armadas; el 26 de julio, el presidente Juan Qudros de Brasil reestableció relaciones diplomáticas con la Unión Soviética; - el 13 de agosto, comenzaron los trabajos en el muro de Berlín; - el 1 de septiembre, la Unión Soviética retomó las pruebas nucleares; - el 25 de septiembre, en un discurso a Naciones Unidas sobre Berlín, Kennedy citó a un autor ruso; (22) – el 27 de octubre, la Asamblea General de Naciones Unidas solicitó a la Unión Soviética que no detone una bomba de 50 megatones, y el 28 de octubre los soviéticos la detonaron de todas maneras; - el 25 de noviembre, el presidente Kennedy concedió una entrevista al yerno de Aleksei Adzhubei, Khrushchev.
Adlai Stevenson, embajador de Kennedy ante Naciones Unidas, había declarado: “El problema no es el poder, sino la rectitud moral. Los Jefes Exteriores de Estado toman a la política exterior de EEUU con asombro, hilaridad, o desdén”. Estaba hablando, por supuesto, de la política exterior de la administración anterior. Diecisiete años después de la segunda guerra, el Congreso se dio cuenta que los únicos aliados verdaderos que le quedaban a EEUU eran los alemanes, los japoneses y los españoles. Mientras el representante de Louisiana, Otto Passman, denunciaba a quienes denominaba “internacionalistas”, Kennedy decía: “Impulsando la adopción de la Constitución de los EEUU, Alexander Hamilton aconsejó a sus conciudadanos neoyorquinos que ‘piensen continentalmente’. Hoy, los americanos deben aprender a pensar intercontinentalmente”.
“Actuando por nuestra cuenta, por nosotros, no podemos establecer justicia a través del mundo; no podemos asegurar la tranquilidad nacional, proveer para su defensa común, o promover su bienestar general, o asegurar las bendiciones de libertad a nosotros mismos y a nuestra posteridad. Pero unidos con otras naciones, podemos hacer todo eso y más. Podemos asistir a las naciones en desarrollo para salir de la pobreza. Podemos equilibrar nuestros intercambios y pagos mundiales al mayor nivel de crecimiento posible. Podemos montar un elemento disuasorio lo suficientemente poderoso para detener cualquier tipo de agresión. Y en última instancia podemos ayudar a alcanzar un mundo de ley y libre elección, limpiando al mundo de la guerra y coerción”. (23)
En abril de 1962, una encuesta de Gallup reveló que la mayoría del pueblo americano aprobaba lo que Kennedy estaba haciendo. Era tan popular como Eisenhower. Estaba más y más seguro de si mismo. Los congresistas y sus esposas fueron invitados a la Casa Blanca. Se vieron forzados a admitir que él era mucho más accesible al teléfono que Ike, y ello, a diferencia de Franklin D. Roosevelt, que rechazaba recibir a sus enemigos congresistas, Truman, que ignoraba a los senadores que lo habían ignorado como vicepresidente, y Eisenhower, que había mantenido distancia, Kennedy estaba en buenos términos con todos. Pero sus adversarios congresistas consideraban sus sonrisas como nada más que inteligentes tácticas, y sus comités continuaron bloqueando sus propuestas. (24) Ellos sabían que se enfrentaban con un activista, un presidente que pensaba en amplios términos, no en términos de detalles administrativos sin importancia, un ultra-liberal que estaba en buenos términos con los sindicatos y los negros, pero cuyo punto fuerte no era la administración.

Utilizó al máximo las relaciones públicas y sus accesos directos a la gente para obtener apoyo popular para sus programas. Ciertos Demócratas notaron que sus acciones eran más juiciosas que sus palabras. Concluyeron que era un presidente persuasivo, pero no dominante. Los Republicanos fueron menos indulgentes. Estaban al tanto de su inteligencia, su generosidad, y su ambición. Los Republicanos en la Cámara eran más vehementes en su criticismo. “Es un político inteligente”, decían. “Solo es popular con la prensa. No llega a un cuarto la cantidad de gente en mi distrito que aprueba su programa”. El presidente fue catalogado como un oportunista y egocéntrico. “Habla como Churchill y actúa como Chamberlain”, gritaron. “Para él, un Demócrata del sur es el mismo diablo”.

Las elecciones del Congreso de 1962 fueron una desilusión para los Republicanos, quienes obtuvieron pocos asientos, probablemente gracias a la vigorosa postura de Kennedy durante la crisis de los misiles cubana. (25) Pero la mayoría democrática solo era una quimera. El programa legislativo de Kennedy todavía pendía del voto de tres de cuatro demócratas, y la mayoría de sus propuestas todavía esperaban frente al Congreso.

En enero de 1963, Kennedy salió a la ofensiva. (26) En los primeros seis meses de 1963, el Congreso aprobó 29 de sus proyectos, pero no los más importantes de ellos. (27) Reintrodujo la propuesta de reducción de impuestos dirigida a estimular la economía, y sus medidas de ayuda a estudiantes, ancianos, y pobres.

Los congresistas estaban más preocupados por sus correos. Sus componentes urgían a una renovada ofensiva contra Cuba y una disminución del gasto federal, y se opusieron a cualquier acuerdo con la Unión Soviética. El egoísmo legislativo siempre es una reflexión de los votantes. En los primeros días de la nueva administración, los congresistas republicanos y demócratas habían intentado dirigir el flujo de dólares federales hacia sus estados, pero ahora los pisos del Capitolio gemían bajo la carga del incrementado gasto federal. (28)

El 19 de junio de 1963, Kennedy envió su proyecto de derechos civiles, la temperatura del Congreso se disparó diez grados y el debate era animado, pero los derechos civiles sostenían todo el programa legislativo. Muchos demócratas no estaban de acuerdo con Kennedy acerca de la urgencia de esta ley. Muchos más americanos estuvieron de acuerdo con el Senador del sur que declaró, “Kennedy está en una trampa y creo que está comenzando a darse cuenta más y más”. (29) Ellos dudaron que la administración pudiera controlar a los líderes de derechos civiles, y cuando el presidente declaró que este control dependía de la aprobación del proyecto de derechos civiles, lo acusaron de chantaje. Un viento de rebelión inundó Capitol Hill.

Los republicanos proclamaron que esta era la administración más política que jamás habían visto. Rechazaron votar su recorte de impuestos sin recortes comparables en el gasto federal, y se opusieron a su programa de ayuda exterior. (30) En los últimos días de su administración, el Congreso se hundió en el letargo. No solo los proyectos más grandes de la administración, sino también el proyecto de aumento de impuestos para obtener fondos para los desempleados y medidas urgentes como por ejemplo aquellas relacionadas con el Banco de Exportaciones-Importaciones, y las regulaciones de precios del algodón y leche estaban siendo retenidas en el Capitolio. El 25 de mayo de 1961, Kennedy dijo al Congreso:
“Creo que esta nación debería comprometerse con alcanzar el objetivo, antes que termine esta década, de enviar un hombre a la luna y de traerlo a la tierra a salvo…en un sentido muy real, no será un hombre yendo a la luna…será una nación entera”.
Pero en 1963, la mayoría de los votantes eran prósperos y auto-satisfechos. No estaban interesados en el futuro. Un representante, que apenas regresaba de su distrito, declaró: “Mi pueblo no quiere un montón de legislaciones. Son gordos, tontos y felices. No saben lo que sucede en Washington, y no les interesa. Creen que hay demasiadas leyes. Quizás deberíamos seguir revocando y deshaciéndonos de algunas de las que ya tenemos en los libros”. (31)

Maquiavelo había escrito,
“Observamos mediante la experiencia de nuestros tiempos que aquellos príncipes se han engrandecido, han hecho poco caso a la fe, y han sido lo suficientemente astutos para engañar las mentes de los hombres. Al final, han superado a aquellos que confiaban en su lealtad”.
Y Richard Nixon, un hombre que comprende la política Americana, remarcó,
“Las debilidades de Kennedy se encuentran en su éxito – tanto en política nacional como extranjera”.
América estaba gorda, tonta y feliz.


NOTAS

1. Frederick II.

2. Los resultados de las elecciones presidenciales de 1960 fueron:

Kennedy: 34.221.355 votos (49.7%) Nixon: 34, 109, 398 votos (49.6%)

3. En 1957 en Atlanta y en Jackson, Missisipi había criticado la intervención de Eisenhower en Little Rock.

4. Galbraith, un demócrata liberal y profesor de economía en Harvard, fue nombrado embajador de India.

5. A William H. Lawrence de ABC en diciembre de 1962.

6. Perfiles del Coraje.

7. EL Consejo de Investigación de Princeton, NJ estimó gastos totales de campaña (informados y no informados) por $200 millones en 1964. Time sugirió que el número real estaría más cerca a los $400 millones. La campaña presidencial sin éxito de Barry Goldwater costó $19.3 millones, La campaña para alcalde de NY de John Lindsay $2.000.000, y la gobernación de Nelson Rockefeller $5.000.000. Puede costar unos $100,000 entrar a la carrera por un asiento en la Cámara de Representantes. El resultado es dejar afuera a aquellos que buscan puestos con medios modestos. Según señala Time, "Ahora un candidato debe ser rico o tener amigos ricos o correr el riesgo de pertenecer a grandes contribuyentes aceptando sus grandes contribuciones".

Una consecuencia mayor de las presiones financieras sobre candidatos políticos es abrir el camino a la corrupción. Time denomina a las contribuciones políticas “el alimento básico de la democracia”. El jefe demócrata de California, Jesse Unruh, dice, “El dinero es la leche materna de la política”. Aún así, las leyes que gobiernan las fuentes y el uso de las contribuciones políticas son consideradas un chiste, un “queso suizo” lleno de agujeros.

El Acta de Prácticas Corruptas de 1925, la consecuencia de una reforma originada con Teddy Roosevelt, prohíbe las contribuciones de bancos nacionales, corporaciones, sindicatos de trabajo y contratistas del gobierno, y limita las contribuciones individuales a 5,000 al año por candidato. Establece un límite de gasto de $5.000 por candidato a la Cámara, $25.000 por un candidato al Senado, y $3.000.000 para cualquier comité político – así y todo en 1960 el Comité Nacional Demócrata informó n déficit de $3.800.000. En 1964, 10 candidatos al Senado y 77 candidatos a la Cámara no informaron ningún gasto. Candidatos presidenciales y vicepresidenciales y comités intra-estatales están completamente exentos de estas provisiones. Una forma utilizada de acercarse al límite de $3.00.000 es crear un número de diferentes comités interestatales, cada uno autorizado a gastar $3.000.000 por año, y que secretamente canalice fondos a los comités no reportados. El escepticismo público es tal que solo el 10% de los votantes realizan contribuciones políticas. Inclusive las más grandes figures políticas de la nación desobedece las leyes. Líderes del Senado sienten que la información detallada sobre contribuciones de campaña “no es asunto público”, y muchos legisladores tienen miedo que la verdad impresione a los votantes. Ninguno está preparado para permitir que sus aspirantes se beneficien de los nuevos y estrictos códigos.

En 1962, el presidente Kennedy reunió a un comité que recomendaría un modesto grupo de pequeñas reformas: alivios impositivos para pequeños contribuyentes, revocamiento de limitaciones sobre donaciones individuales y gastos de comités interestatales, informes más estrictos y un registro para colaborar en la puesta en práctica de estas reglas. El Congreso las ignoró.

8. En este aspecto, US News y World Report indican: "Muchas de las fortunas fueron amasadas por los Senadores y Representantes mismos. . ." (25 de febrero de 1963).

9. El 7 de octubre de 1963, Bobby Baker, secretario del bando Democrático del Senado y conocido como el Senador 101, renunció luego de acusaciones de manipulación financiera irregular. Baker, un antiguo sirviente del Senado que había trabajado como una "clase de mozo de algunos de los hombres más poderosos de América", había sido recomendado para su trabajo por Lyndon Johnson. En pocos años había amasado una pequeña fortuna.

Parece que cuando se encontró en dificultades financieras en 1962, recurrió, por sugerencia de Johnson, al Senador Kerr, quien rápidamente abrió una cuenta bancaria de $300.000 a nombre de Baker en Ciudad de Oklahoma. En enero de 1966, Baker fue acusado por evasión impositiva. Fue llevado a juicio en enero de 1967, pero salió en libertad con una fianza de $5.000. El Senador Kerr murió el 1 de enero de 1963.

10. Como Senador por Massachusetts, John Kennedy votó a favor del St. Lawrence Seaway y del libre comercio. Ambos proyectos contrarrestaban los intereses de las industrias textiles y navieras de New England.

11. Los mismos congresistas podían verse salir furtivamente de una cena en la Casa Blanca para encender un cigarro

12. Farewell señala a los participantes del Programa Interno de verano, 28 de agosto de 1962.

13. Frankfurt, 5 de junio de 1963.

14. Profesor Richard E. Neustadt.

15. Ciertos congresistas no dudaban en tomar ventaja de su posición. Relatos de periódicos de 1962 revelaron que fondos federales fueron puestos a disposición para que congresistas viajaran al exterior.

En París, por ejemplo, “Él (el congresista) decide cuanto – la Embajada no lo cuestiona. Luego, está en su propia conciencia. Ya que la embajada sabe que el dinero podía ir a clubes nocturnos o apuestas o perfumes, así como también hoteles y comidas. La Embajada está lista para darle lo que necesite – un auto, chofer, reservas para cenar, clubes nocturnos o teatros. ‘Cualquier cosa excepto mujeres’, dice un oficial de una Embajada en Europa. ‘Ponemos el límite allí’”. (US News y World Report, 24 de septiembre de 1962).

En los años siguientes a la segunda guerra, estas distracciones fueron pagadas con "fondos de intercambio" (moneda local depositada por un gobierno extranjero a cambio de ayuda en dólares americanos), pero en Europa estos fondos están casi terminados, y ahora el dinero llega desde otras fuentes, por ejemplo, el Departamento de Defensa.

16. Las presidencias de los comités congresistas son recompensados en base a la antigüedad.

17. 17 de diciembre de 1962.

18. Una noche en la Casa Blanca, una figura política latinoamericana llevó a un costado a Kennedy y comenzó a hablarle de la desesperada posición de su país, amenazado, dijo, por “agitadores políticos y Comunistas”. El presidente pensó un momento y luego respondió, “Tu mujer tiene un vestido muy bonito”.

19. Rechazadas por el Congreso había propuestas para:

- cuidados hospitalarios y sanitarios para ancianos bajo Seguridad Social; - un Departamento de Asuntos Urbanos; - recortes de impuestos; retención de impuestos sobre dividendos e intereses; - ayuda a escuelas y universidades públicas; - revisión del sistema de pagos de desempleo, con más controles federales; - un freno a las pruebas de analfabetismo utilizadas en votantes negros; - poder público de la planta atómica americana; becas federales para estudiantes universitarios; - revocamiento del 4% de dividendos crediticios y una exclusión de los primeros $50 en dividendos de devoluciones de impuestos federales; - mayores poderes para la Comisión Comercial Federal sobre prácticas comerciales; - ayuda para universidades de medicina; - rígidos controles sobre agricultores de granos; - una Comisión de Derechos Civiles permanente; - educación de maestros; - educación para adultos analfabetos; - modificaciones en reglas de gastos-ingresos; - nuevas reglas impositivas para ganancias exteriores;

20. Medidas aprobadas por el Congreso:

- llevar el sueldo mínimo desde $1 a $1.25 la hora; - agregar más jueces federales; - leyes federales sobre narcóticos más rígidas; - financiamiento de obras públicas por $5 billones, - elevar la tasa de franqueo 1 centavo; - aumento de salarios federales; - autorizar al Departamento de Justicia a citar registros de empresas en casos de fraude civil; - extender los parques nacionales; - comenzar un plan de $435 millones para combatir el desempleo; - entregar poder al presidente para llamar hasta 150,000 reservistas y decisión sobre cualquier acción necesaria en Cuba; - adoptar nuevas leyes sobre crimen y apuestas; - proveer ayuda adicional para pequeñas empresas; - aprobar un techo de deuda mayor; - prohibir el free-shop para viajantes que regresan del exterior.

21. 11 de enero de 1962.

22. "Uno recuerda el orden del Zar en 'Boris Gudenov' de Pushkin: 'En estos momentos debemos cercar las fronteras con barreras. . . que ni una sola alma pase la frontera, que no se permita correr a una liebre o volar a un cuervo'".

23. 4 de julio de 1962.

24. La propuesta para un recorte de impuestos y el proyecto que establece una retención de impuestos sobre dividendos e intereses. Los demócratas del sur bloquearon un proyecto que prohibía las pruebas de analfabetismo en las votaciones.

25. La composición del Congreso luego de las elecciones de 1962 era: Senado -- 67 Demócratas y 33 Republicanos; Cámara de Representantes -- 256 Demócratas y 178 Republicanos.

26. Ver capítulo 12, "Condenación".

27. En los primeros seis meses de 1963, el congreso votó para elevar el techo de la deuda nacional y aprobó un plan para controlar toda la producción agrícola.

28. El presupuesto de 1962-1963 sumaba $92.6 billones, contra los $87.7 en 1961-1962, y $81.5 en 1960-1961.

29. US News y World Report. 12 de agosto de 1963.

30. La ayuda exterior de EEUU sumaba $5.1 billones en 1962-1963. Sin embargo, Kennedy se las arregló para mantener el nivel requerido de 1963-1964, un total de $4.7 billones. (La ayuda exterior en el último año de la administración de Eisenhower sumaba $4.2 billones.)

31. US News y World Report. 12 de agosto de 1963.


3 comentarios:

León dijo...

Hola, es muy posible que Alex Jones sea un agente de COINTELPRO (Programa de Contra Inteligencia) por lo que rogamos a nuestros lectores sean sumamente críticos con el material de su autoría.

Recientemente publicamos una editorial en nuestra página en inglés Signs of the Times (www.sott.net) que expone muy bien este asunto.

Acá les dejo el enlace de la editorial:
http://www.sott.net/articles/show/181423-Celestial-Esoteric-Stuff-and-The-Socio-Political-Nitty-Gritty

En cuanto podamos traduciremos algunos fragmentos de la misma y los compartiremos con ustedes en este hilo de comentarios.

Ramon Gonzalez dijo...

www.funny-awkward-moments.blogspot.com

win an i-pod this monday in our contest.

Soy hispano y me gustaria ayudarles a traducir.

León dijo...

Hola Baby Ray-z, la verdad nos vendría muy bien que se sumen voluntarios para la traducción de material en inglés. Muchas gracias por tu propuesta. Por favor contactate con nosotros a través de nuestro mail: senalesdelostiempos@gmail.com, y ahí vemos qué te gustaría traducir o en qué nos podrías ayudar.

Saludos.