Algo más que petróleo en el Golfo
26/05/10
Red Voltaire
Las consecuencias del incontrolado vertimiento de petróleo en el Golfo de México luego de la explosión y hundimiento este abril de una plataforma de la British Petroleum (BP) en el área, sobrepasa ya los límites de accidente para conformar una tragedia ecológica con serias implicaciones políticas....Siga leyendo, haciendo click en el título...Los especialistas temen ahora severos daños en las áreas de arrecifes de la Florida , donde existe enorme biodiversidad, mientras que la empresa británica intenta paliar los destructivos efectos con el uso de un llamado "tubo de inserción" empotrado en el desbocado pozo con el propósito de llevar parte del crudo hacia un barco contenedor.
Solo que este método apenas retiene 20 por ciento del petróleo que sale al mar, al tiempo que los ecologistas hablan de corrientes de crudo submarinas y de los prejuicios colaterales que al medio ambiente están ocasionando diversos productos químicos rociados en la zona para diluir el hidrocarburo.
La zona afectada entrega un quinto de los productos pesqueros que se consumen en los Estados Unidos, y en buena medida casi toda la producción de camarones, lo que implica altos riesgos económicos y alimentarios.
Mientras, en el terreno político, el presidente Barack Obama no solo se vio impulsado a frenar su reciente decisión de abrir a la exploración petrolera nuevas áreas del litoral norteamericano, sino que se habla también de la creación de un grupo investigativo oficial en torno al desastre, lo que también alerta sobre sus dimensiones.
De momento, y al decir de diferentes medios de prensa, “el derrame al parecer se cobró su primera víctima política”, con la anunciada salida de Chris Oynes, un alto funcionario que supervisaba el sector de energía fuera de las costas para el Servicio de Gestión de Minerales.
Este organismo federal ha sido blanco de críticas a propósito del cumplimiento de los estándares de seguridad para las perforaciones marinas.
Mientras, la alarma se mantiene en torno al rumbo de la mancha petrolera, las posibilidades reales de detenerla, los daños ecológicos y económicos finales, la competencia o no de las entidades del ramo, y la veracidad de las informaciones que se brindan sobre la marcha del peliagudo asunto.
Por lo pronto algo parece claro para los analistas, y es que luego de tan controvertido desastre será muy complicado para la nueva administración agitar nuevamente las banderas de la “independencia energética norteamericana”, al menos a partir de llenar los mares adyacentes de torres de prospección y de perforación.
Néstor Núñez
Periodista
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