Cynthia Mckinney: 'El apoyo a Israel en EEUU se ha convertido en doctrina de Estado'

Palestina Libre
04/03/10

La ex congresista norteamericana Cynthia McKinney fue una de las 21 activistas arrestadas ilegalmente en aguas internacionales por el ejército israelí cuando trataban de llegar a Gaza a bordo de un barco. Sus enfrentamientos con el lobby sionista le han provocado la expulsión del Congreso en dos ocasiones. Ahora advierte de los nexos entre estos grupos de presión y el presidente norteamericano, Barack Obama, a quien acusa de «tener las manos manchadas de sangre».

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Cynthia McKinney (EEUU, 1956) fue congresista en dos ocasiones por el Partido Demócrata hasta que lo abandonó en 2007, para pasar a encabezar la lista del Partido Verde en las elecciones que convirtieron a Obama en presidente.

La ex congresista norteamericana Cynthia McKinney fue una de las 21 activistas arrestadas ilegalmente en aguas internacionales por el ejército israelí cuando trataban de llegar a Gaza a bordo de un barco. Sus enfrentamientos con el lobby sionista le han provocado la expulsión del Congreso en dos ocasiones. Ahora advierte de los nexos entre estos grupos de presión y el presidente norteamericano, Barack Obama, a quien acusa de «tener las manos manchadas de sangre».

Ha señalado que hablar sobre Israel en términos de apartheid y de sanciones es para usted «un soplo de aire fresco», ¿qué ocurre en Estados Unidos?

En Estados Unidos el discurso es muy diferente. Ejercer la libertad de expresión es muy difícil cuando uno se refiere al conflicto palestino-israelí. Tenemos mucha gente en EEUU que ha preferido defender a Israel. Y este apoyo se ha convertido en la doctrina oficial del Estado.

Siempre se ha hablado de la fuerza del lobby sionista en Washington...

Básicamente, la política en los Estados Unidos es completamente corrupta. Si te fijas, todo el lobby pro israelí procede de nuestro país. Voy a poner un ejemplo. El Comité de Asuntos Públicos israelí me mandó un fax para que lo firmase. En él ponía que yo apoyaba la capitalidad de Jerusalén o la superioridad militar israelí en la zona para recibir apoyo económico. Yo rechacé firmarlo, pero la mayoría de la gente, simplemente lo hace. Si no lo firmas, no recibes esta ayuda. Hay candidatos que reciben cientos de miles de dólares en un sólo día.

¿Qué relación tiene Barack Obama con estos grupos de presión? ¿Recibe muchos apoyos?

La campaña de boicot a Israel ha hecho pública una lista de personas asociadas con el lobby sionista y muchos de ellos están asociados con el Partido Demócrata. La contribución sionista a la campaña de Obama es muy importante, es una inversión. No son apoyos porque crean en el país, sino que se trata de transacciones económicas y, al final del día, esperan recibir algo a cambio. Pero no se trata sólo del lobby sionista. También la maquinaria de la guerra está representada en la campaña de Obama. Por eso, está claro que la situación no va a cambiar. La idea de que Obama iba a traer la paz a EEUU es un error. Quizás esto viene del hecho de que sea negro, ya que la comunidad negra, tradicionalmente, no ha apoyado las guerras que ha provocado EEUU, como Vietnam. Como ahora no apoyan ni Irak ni Afganistán.

Mucha gente puso esperanza en que la llegada de Obama supusiese un cambio en las políticas de EEUU en la región. De hecho, el discurso del presidente en Egipto el pasado año fue interpretado como el comienzo de una nueva época...

No ha habido ningún cambio. Actualmente, lo único que hay es menos esperanza y ningún cambio. La gente está desanimada. Nos prometieron que tendríamos esperanza, cambio y paz. No tenemos paz, no tenemos esperanza y no hay posibilidad de cambio. Si te fijas en los asesores de Obama, es fácil adivinar qué tipo de política exterior iba a poner en marcha. Por una parte, contención de Rusia y China, intervención en Estados Unidos y la necesidad de mantener la dominación en otras zonas, como la antigua Unión Soviética. Mucha gente estaba desinformada sobre qué tipo de administración iba a poner en marcha Obama. Además, si nos fijamos en lo cerca de Israel que están los colaboradores del presidente.

Ante estas perspectivas, ¿cuál es el futuro?

Más gente muerta. El presidente Obama tendrá más sangre en sus manos.