Gana terreno la extrema derecha en Holanda

Adnmundo
05/03/10

Con llamamientos a prohibir el Corán, cerrar mezquitas y perseguir a los “terroristas marroquíes callejeros”, Geert Wilders ganó en 26 ciudades.

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Casi todos los resultados completos difundidos por la televisora estatal NOS mostraron al Partido de la Libertad de Geert Wilders primero en el pueblo de Almere y segundo en La Haya, los únicos dos comicios de las 394 ciudades y pueblos que eligieron consejos locales.

Si el resultado es un indicador del voto parlamentario en junio, Wilders podría surgir como un factor decisivo en el escenario nacional.

El Partido de la Libertad, que fundó Wilders hace cuatro años, no había presentado candidatos previamente en las elecciones municipales.

"Hoy Almere y La Haya, mañana toda Holanda. Este es nuestro trampolín hacia el éxito en las elecciones parlamentarias", dijo Wilders mientras llegaban los resultados.

Se trata de una victoria histórica, según afirmó Wilders, antiguo vendedor de seguros de 46 años, durante la fiesta de la victoria celebrada en Almere para su Partido por la Libertad (PVV). En esta ciudad, el PVV se ha convertido en la fuerza más votada, echando a los socialdemócratas del Partido del Trabajo (PvdA).

Wilders llamó al asalto de La Haya, ciudad en la que su partido se presentaba por primera vez y donde ha quedado como segunda fuerza, muy cerca del PvdA, que gobierna desde hace décadas. “Este éxito es nuestro trampolín para la victoria del 9 de junio”, gritó Wilders, al que sus seguidores llaman Mozart por su pelo rubio platinado, si bien es probable que no le guste la música clásica.

El 9 de junio se celebrarán elecciones al Parlamento holandés. El PVV, desde que fue fundado en 2006, cuenta con sólo nueve diputados de los 150 escaños totales. Sin embargo, este partido, que el instituto de estudios políticos IVA define como “organización no democrática, autoritaria, dirigida por radicales de extrema derecha”, aumentará según las encuestas hasta 27 su número de escaños.

“La elite de izquierda todavía cree en la multiculturalidad, en los besuqueos con criminales, en la ayuda al desarrollo y en el super-Estado europeo con altos impuestos”, ilustra, “pero el resto de Holanda piensa diferente”.

“El punto fuerte del PVV radica en que no se hacen pasar por gente bien educada o cultivada”, comenta el analista político Meindert Fennema. Las bases del partido se componen principalmente de “duros trabajadores con un nivel educativo bajo”.

Por eso, Wilders se ha concentrado en tres puntos: una dura polémica contra los musulmanes inmigrantes y el Islam, la inseguridad, y el respeto a la actual edad jubilatoria, de 65 años.

Suena casi como un llamamiento a la guerra civil. Las mezquitas holandesas deben ser cerradas, el Corán “fascista” y el velo “islámico” prohibidos. Además, los holandeses “decentes” deberían hacer “patrullas urbanas” contra los “terroristas marroquíes callejeros”.

La Fiscalía consideró que este tipo de discurso es instigador y por eso llevó a Wilders ante los tribunales. Lo cierto es que apenas comenzado el proceso, unas pocas semanas antes de las elecciones municipales, las estimaciones de voto para Wilders subían claramente