Escalofriante: Un austriaco admite que encerró y abusó de su hija 24 años

Noticias yahoo
28/04/08

Un austriaco de 73 años ha confesado que encerró a su hija en un sótano sin ventanas durante 24 años y que tuvo con ella siete hijos, informó el lunes la policía.

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El caso, centrado en un edificio inclasificable de dos plantas en la ciudad industrial de Amstetten, recuerda al de la austriaca Natascha Kampusch, que pasó ocho años confinada en una celda sin ventanas antes de escapar en agosto de 2006.

Elisabeth Fritzl, de 42 años, contó a la policía el domingo que su padre, Josef Fritzl, la metió en el sótano de un edificio gris donde vivían con otras familias en 1984, y la drogó y ató antes de encerrarla.

Tres de sus hijos, de 19, 18 y 5 años, estuvieron encerrados desde que nacieron en el sótano y nunca habían visto la luz ni recibido educación, informó la policía, lo que despertó inquietud sobre su estado físico y mental. La mayor es una niña y los dos menores niños.

"(Fritzl) ha confesado que encerró a su hija durante 24 años y que él es el padre de sus siete hijos y que él los encerró en el sótano", dijo a Reuters vía telefónica el jefe de la unidad de investigaciones criminales de la provincia de Austria Baja, Franz Polzer.

Fritzl también admitió haber quemado el cadáver de uno de los niños que murió al poco de nacer, dijo Polzer. Los medios de comunicación austriacos dijeron que había quemado el cadáver.

Tres de los niños - dos niñas y un niño - fueron criados por Josef y su esposa.

Los investigadores austriacos estaban analizando la red de celdas subterráneas sin ventanas donde Elisabeth y los niños estuvieron encerrados. Durante la mañana expertos forenses sacaron cajas de pruebas de la casa, situada en una calle muy concurrida y con tiendas.

Fritzl había escondido la entrada de la celda con estantes y sólo él conocía el código secreto para abrir la puerta de hormigón, dijeron responsables.

Algunas partes del calabozo no medían más de 1,70 metros de alto y responsables de Amstetten dijeron que el laberinto del sótano incluso contenía una celda acolchada.

VISITA HOSPITALARIA

El caso se destapó cuando una joven de 19 años -la mayor de los tres hijos encerrados- enfermó gravemente y tuvo que ser hospitalizada. Los médicos solicitaron la presencia de la madre, que se creía que estaba desaparecida, para que aportara más detalles sobre el historial médico.

Fritzl sacó entonces a Elisabeth y a sus otros dos hijos del sótano, diciendo a su mujer que su hija "desaparecida" había decidido volver a casa, dijo la policía.

Elisabeth accedió a hacer una "declaración general" dando detalles de su experiencia a la policía tras asegurársele que no tendría más contacto con su padre, que dijo abusó de ella desde los 11 años.

/Por Sylvia Westall

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