Grupos sunníes rompen con Al Qaeda
[Nota de Señales de los Tiempos: Para mayor comprensión, donde dice Al Qaeda, puede reemplazarlo a gusto por Mossad]
washington post - mQh
15-04-2007
Bagdad, Iraq. Importantes grupos sunníes están cortando sus vínculos con al Qaeda en Iraq, un grupo sunní que proclama lealtad a la organización encabezada por Osama bin Laden. El conflicto podría contribuir a aislar en Iraq a un importante enemigo de Estados Unidos, pero podría también fragmentar aun más la resistencia sunní y hacerla todavía más difícil de controlar, de acuerdo a líderes insurgentes y oficiales iraquíes y norteamericanos.
En el centro del territorio sunní de Anbar y otras provincias, grupos sunníes acusan a al Qaeda en Iraq de secuestrar, torturar y asesinar a decenas de sus combatientes, clérigos y seguidores. Una importante organización extremista sunní, el Ejército Islámico, dice que, en las últimas semanas, al Qaeda ha asesinado a más de treinta combatientes de diferentes grupos armados.
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El fin de semana pasado, el Ejército Islámico subió a sitios insurgentes en la red una carta de nueve páginas instando a bin Laden a poner fin, en su nombre, a esos asesinatos. "Debería levantarse por su fe y asumir la responsabilidad religiosa y organizativa por al Qaeda y buscar la verdad", dice la carta. "No es suficiente con repudiar esas acciones; es imperativo corregir esa postura".
La resistencia sunní en Iraq ha estado dividida durante largo tiempo, en parte porque los nacionalistas laicos, los líderes tribales y los ex miembros del Partido Baaz y del ejército de Saddam Hussein han rechazado las tácticas de al Qaeda, especialmente las decapitaciones. Pero el emergente conflicto representa el esfuerzo más decisivo de grupos sunníes desde la invasión de 2003, de distanciarse a sí mismos de al Qaeda en Iraq.
"Se han dado cuenta de que esa gente no está trabajando por el bien de Iraq", dijo Alaa Makki, miembro sunní del parlamento con estrechos lazos con los rebeldes. "Se dieron cuenta de que sus operaciones podrían incluso destruir Iraq".
El emergente conflicto entre grupos sunníes y al Qaeda en Iraq es el último agregado a un vertiginoso mosaico de líneas de batalla. Tropas norteamericanas y fuerzas de seguridad iraquíes luchan contra los combatientes de al Qaeda, grupos sunníes y milicias chiíes. Las milicias chiíes pelean contra los rebeldes sunníes y al Qaeda. En el sur, las milicias chiíes luchan entre sí por el control. A occidente, los líderes tribales sunníes sospechan de los partidos sunníes que son miembros del gobierno. Y en el norte están aumentando las tensiones entre los kurdos y la vecina Turquía. Kirkuk, la ciudad rica en petróleo, es ella misma un hervidero ahora que árabes y turcomanos se enfrentan a los kurdos sobre el futuro de la ciudad.
Líderes insurgentes, en entrevistas en persona o por teléfono, ofrecieron diferentes explicaciones de su rompimiento. Muchos dijeron que su vínculo con los grupos de al Qaeda estaba dañando su imagen como una fuerza de la resistencia nacionalista. Otros dijeron que ya no querían seguir siendo herramientas en manos de los combatientes extranjeros que dirigen al Qaeda. Su guerra, insisten, la libran sólo contra las tropas norteamericanas, para obligarlas a dejar Iraq.
"No queremos matar a los sunníes ni desplazar a los chiíes inocentes, y lo que está haciendo la organización al Qaeda contradice al islam", dijo Abu Marwan, director religioso del Ejército Muyahedin en Baquba, al nordeste de Bagdad. "Atacaremos a todo aquel que viole las fronteras de Dios, sea de al Qaeda o norteamericano".
No se sabe todavía qué significa la división para Estados Unidos y sus intentos de pacificar Iraq. Por un lado, al Qaeda en Iraq parece estar perdiendo legitimidad y apoyo. Pero sigue siendo una fuerza potente y bien financiada, que atrae a combatientes de Afganistán hasta Marruecos, así como a un creciente número de iraquíes, según oficiales y analistas norteamericanos. En algunas zonas, los rebeldes sunníes están todavía colaborando con al Qaeda. Y mientras los grupos sunníes sigan fragmentados y políticamente alienados, las perspectivas de paz serán remotas.
En los últimos meses, jefes militares norteamericanos han tratado de sacar ventaja de la división. Líderes tribales sunníes en Anbar ahora están colaborando con las tropas norteamericanas en la lucha contra al Qaeda. Zalmay Khalilzad, el embajador norteamericano aquí hasta el mes pasado, y funcionarios del gobierno iraquí dijeron que han hablado con algunos grupos rebeldes en un intento de aislar a al Qaeda en Iraq.
El Estado Islámico de Iraq, una organización paraguas sunní que se dice fue creada por el grupo al Qaeda en Iraq, ha dicho que matarán a todo sunní sospechoso de ser un agente de Estados Unidos o del gobierno iraquí, de acuerdo al portavoz del Estado Islámico, Abu Hasnah al-Dulaimi.
"Esos grupos armados no tienen opción", dijo Dulaimi en una conferencia telefónica desde Ramadi, la capital de la provincia de Anbar. "Tienen que unirse a nosotros para dar vida al proyecto de Estado Islámico en las zonas sunníes o entregarnos las armas antes de que nos veamos obligados a actuar contra ellos. De nada les servirá que hayan luchado contra los norteamericanos y resistido en los últimos años".
Dijo que su grupo actuaría contra los sunníes "antes de que se sienten a la mesa de negociaciones con los norteamericanos, porque les hemos advertido antes".
"En la provincia de Anbar, al Qaeda ha matado a más sunníes iraquíes este mes pasado, que todas las bajas causadas por los soldados de la ocupación norteamericana en los últimos tres meses. La gente está cansada de la tortura", dijo Abu Mohammad al-Salmani, comandante del Ejército Islámico, que dijo que el grupo le había escrito una carta a bin Laden. "No podemos seguir guardando silencio".
La carta acusa al grupo de al Qaeda de "matar a gente inocente, con gases como cloro", refiriéndose al reciente atentados con bombas de gas cloro en Bagdad y Anbar. Reconoce que sus líderes fueron matados porque "expresaron su disposición a negociar con los norteamericanos sobre su salida de Iraq". En algunas zonas, dijo, los combatientes de al Qaeda estaban imponiendo códigos musulmanes "como los de los talibanes", refiriéndose a los edictos de los antiguos y estrictos gobernantes de Afganistán. Abriendo un frente contra los chiíes, dice la carta, "los únicos perdedores serán los sunníes que no tienen nada que ver con al Qaeda".
Khalid Awad, un comandante de las Brigadas Jamiat, otro grupo rebelde en Anbar, dijo: "Tenemos que confesar que si no fuera por al Qaeda, ni Iraq ni Afganistán habrían sido ocupados. Al Qaeda ha despertado al ogro norteamericano para atacar a la nación islámica después de los sucesos del 11 de septiembre de 2001, y todavía está causando desastres".
Hace unos tres meses, los combatientes de al Qaeda empezaron a atacar a dirigentes de la resistencia. Ha habido enfrentamientos a tiros en barrios de Bagdad, como Abu Ghraib, y en ciudades como Taji, al norte de Iraq. En la provincia de Diyala, en las últimas semanas al Qaeda mató o secuestró a varios líderes insurgentes sunníes y personalidades religiosas y académicos, arrojando al menos uno de los cuerpos a un río, dijeron agentes de policía.
Ahora, los grupos insurgentes locales se han unido para luchar contra ellos, levantando puestos de control y patrullando Baquba y ciudades cercanas, dijo Abu Jasim, líder del Ejército Muyahedin. Más de cien combatientes de al Qaeda fueron capturados en las ciudades de Buhriz y Tahrir, áreas centrales controladas por el Estado Islámico de Iraq en Diyala, dijo.
"Francamente, no queremos un lucha interna entre sunníes, y no queremos un choque militar con al Qaeda, como lo que hicieron las tribus, aunque todos tenemos el derecho de hacerlo", dijo Salmani, comandante del Ejército Islámico, refiriéndose a la decisión de los líderes tribales de Anbar de unirse a los norteamericanos.
Pero la presión de los combatientes de al Qaeda está creciendo. Han colocado declaraciones en mezquitas y en la red amenazando con atacar a todo grupo sunní que se oponga. El 27 de marzo, mataron al sobrino de Harith al-Dari, el más prominente clérigo sunní en Iraq. El sobrino era un importante líder de las Brigadas Revolución de 1920, dijeron oficiales de la policía.
El lunes, hombres armados mataron a un líder del Ejército Islámico al sur de Samarra, dijo el capitán Zuhair al-Badri, en Samarra. La noche previa, otros dos combatientes habían sido eliminados. Los líderes del Ejército Islámico culparon de inmediato a al Qaeda, diciendo que el atentado era una represalia por la carta a bin Laden.
Sin embargo, muchos de los grupos rebeldes, se muestran reluctantes a unirse. Abu Aja Naemi, un comandante de las Brigadas Revolución de 1920, en Duluiyah, al norte de Bagdad, recordó un encuentro entre varios grupos para estudiar la formación de una organización paraguas. La idea fracasó, dijo, por preocupaciones territoriales.
"Todos los comandantes de la organización dijeron: ‘Tengo mis propios métodos, y los seguiré aplicando'", dijo Naemi, que dijo que sus combatientes han chocado con al Qaeda en varias ciudades, incluyendo Haditha y Husaybah. "Si hay una organización mayor, piensan que en el futuro pueden perder poder en esa zonas. Por eso trabajan por separado".
En las últimas semanas se ha dividido también su propio grupo, lo que llevó al surgimiento de un grupo de combatientes en su mayor parte palestinos, que se llaman a sí mismos Hamas, por la organización extremista palestina. Naemi dijo que de momento el nuevo grupo estaba todavía vinculado a las Brigadas Revolución de 1920 y haciendo las veces de su brazo militar.
Los grupos sunníes también se han dividido sobre si participar o no en el proceso político, dijo Makki, miembro del parlamento. Su Partido Islámico Iraquí actúa como enlace entre el gobierno chií y los insurgentes sunníes, incluyendo, dijo, al Ejército Islámico, las Brigadas Revolución de 1920, y muchos otros grupos.
"Pero, cuidado, no todos los subgrupos de esos grupos están dispuestos a ir en esa dirección. Todavía no están convencidos de la utilidad de las negociaciones", dijo Makki.
Hasan Suneid, miembro chií del parlamento y ayudante del primer ministro Nouri al-Maliki, describió otro importante obstáculo. Los insurgentes, dijo, "están tratando de negociar demandas que son estratégicas para sus intereses". Quieren un calendario para la retirada de las tropas norteamericanas, la revisión de la constitución iraquí y paridad de ministerios chiíes y sunníes.
"Si mantienen su autonomía muta y formula cada uno su propia estrategia, habrá caos en el terreno y caos en la mesa de negociaciones", dijo Tariq al-Hashimi, vicepresidente sunní del Partido Islámico Iraquí.
Saleh al-Mutlaq, otro miembro del parlamento con estrechos lazos con grupos rebeldes, dijo que muchos no eran serios en cuanto a las conversaciones con el gobierno. "Preferirían hablar directamente con los norteamericanos", dijo. "No confían en el gobierno. No quieren verse como reforzando al gobierno. Es por eso que quieren volver a redactar el proceso político desde el principio.
"Si no se unen, se debilitarán", dijo Mutlaq. "Luego al Qaeda se las arreglará para crear su propio estado islámico en Iraq, y será un día triste para el país y para el mundo".
Saad al-Izzi y Naseer Nouri en Baghdad, Yasmin Mousa en Amán, Jordania, contribuyeron a este reportaje.
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