"Fallo Épico" de la industria musical

RT
11/05/10

¿Piratería o nuevos modos de la distribución de la información audiovisual: qué provoca pérdidas en la venta de los CD? Las últimas investigaciónes estatales de Estados Unidos, prueban que no se puede calcular el impacto de la piratería hacia la economía nacional en general y hacia la industria musical en particular.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...

Los oponentes de la tradicional industria musical estadounidense añaden: no es la piratería la que lleva a las pérdidas de las compañías de productores musicales en la venta de los CD, sino a la aparición del nuevo carácter de la distribución de la música lo que amenaza con la desaparición del sistema de intermediarios entre artistas y espectadores, lo que es la industria musical moderna.

Según la Asociación de la Industria de Grabación de EE. UU. (RIAA) la piratería es la razón principal que provoca la reducción de compras de los CD. Así lo publicaron en las recomendaciones para un plan estratégico nacional sobre como luchar contra piratería. Es su respuesta al recién, publicado en abril 2010, resultado de la investigación de un año por GAO, el Comité de la Responsabilidad Gubernamental de EE. UU. que destaca casi lo contrario: el impacto, tanto negativo, como positivo de la piratería no se puede calcular.

La discusión que se desencadena en los foros de Internet estos días no aplaude al hecho de la piratería, aceptando que cualquier trabajo debe ser pagado (aunque se cree que la música se hace por música y no por dinero) y el derecho de autor debe ser protegido. Pero los oponentes de RIAA afirman que es la industria musical la que creó la piratería y que su pérdida mayor no por ésta sino por su carácter obsoleto.

El llamado fraude apareció como la falta del deseo de pagar por el álbum entero, con lo que gana la industria musical.

La opinión del jefe ejecutivo de TorrentFreak, Ernesto, encarna la punta de vista de muchos internautas: “Con la introducción de la posibilidad de descargas pagadas, los consumidores no tienen que comprar todo el álbum musical si están interesados en dos o tres canciones. Esta nueva libertad cambió la imagen de las ventas drásticamente”.

Los cambios se pueden observar en la tabla siguiente que destaca, que el porcentaje de las copias vendidas se reduce de año al año, mientras el modo preferido de la gente de obtener la música es la descarga.

Ernesto da un ejemplo que prueba que el tránsito de la música “física” hacia la digital y el cambio en la costumbre de compras, que acompaña a este paso, puede explicar la reducción del beneficios más que lo puede la piratería. Ésta florece tanto en EE. UU., como en Alemania, pero las costumbres de consumo son diferentes. En Alemania los CD, música física, todavía son muy populares y las ventas digitales componen menos de 25% de todas las unidades vendidas. Por otra parte, en EE. UU. los últimos forman el 70% de todas ventas.

“Si la teoría de que el paso hacia la música digital hace un impacto negativo cortando las ganancias, las compañías de grabación de Alemania deberán ser más exitosas. Y de verdad es así, entre 2004 y 2008 la ganancia pura (en dólares) de las compañías de grabación estadounidenses cayó en más del 30% en comparación Alemania con menos de 5%”, destaca Ernesto.

Los comentarios del blog enriquecen su punto de vista y se reducen a unas conclusiones. Por ejemplo, que el problema de que las compañías grandes ganan menos que antes no conmueve a los consumidores. Quieren pagar por la música que quieren escuchar y que la mayoría de su dinero viene al artista propio y no a su distribuidor. La creación de tal fuente como iTunes favorece a una mejor elección del consumidor, mejor ahorro de dinero, mejores negocios de los mismos artistas. Estos ya no necesitan un intermediario entre él y su público. El intérprete puede vender sus canciones a través de su página web y ganar todo el dinero.

La desaparición de la necesidad de los distribuidores lleva a la gran desaparición o transformación de la industria, lo que ya amenaza a la prosperidad de las compañías musicales que pierden el control de este sector del mercado. Y por eso, según los foros, no defienden a los artistas, sino a sí mismos. Las compañías temen que los CD no van a ser comprados pero los sondeos y las investigaciones prueban que los que compran los CD son los propios piratas.

La posible alternativa a esta acción son las licencias de Creative Commons (CC) y los proyectos que prueban que se puede crear el producto audiovisual, en el nombre del arte y no dinero y ganar desde otras fuentes del proyecto, como crowdfunding (el sistema de micro financiación), merchandaising etc.

Una de las locomotoras de este movimiento que aplica CC es España. El país encabeza el ranking mundial en cantidad de obras registrados bajo licencias Creative Commons. De acuerdo a datos recopilados por CC Monitor, a nivel mundial, se contabilizan más de 257 millones de obras bajo Creative Commons. De este total, España es el país que aporta la mayor cantidad, con más de 10 millones de obras registradas. Esto es 223 obras por cada mil habitantes.