Investigación por violación destapa racismo en Italia

Reuters
22/03/09

Cuando la policía arrestó a dos rumanos por la violación de una joven italiana en Roma, Il Giornale, un diario propiedad de la familia del primer ministro Silvio Berlusconi, reportó: "Las bestias rumanas fueron capturadas".

Unas tres semanas más tarde, los abogados reconocieron que las "bestias" eran inocentes, porque los exámenes de ADN lo probaron, y los italianos se quedaron preguntando si el creciente sentimiento contra los inmigrantes había jugado algún rol en acelerar la investigación.

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"Descubrir que esos dos rumanos, acusados de violación, eran inocentes es una real bofetada para nuestra conciencia nacional", escribió la comentarista Lucia Annunziata en una editorial del diario La Stampa.

"Todo el país fue engañado en un camino de racismo impulsivo y crudo", agregó.

Sentimientos xenófobos han crecido en los últimos meses en Europa, alentados por el descenso de la economía, mientras que tanto los residentes como los inmigrantes compiten por los pocos trabajos y los sueldos que son cada vez más bajos.

Se ha registrado violencia racista en la República Checa y en Hungría, los extranjeros que viajaron a Rusia en busca de trabajo han sido amenazados o han sufrido abusos, y las tensiones han aumentando entre los inmigrantes y españoles que compiten por refugio y trabajo.

En Italia, que comenzó a atraer gran flujo de inmigrantes sólo hace unos 20 años, el catalizador parece acrecentar el temor al crimen, aunque las estadísticas revelan que el número de homicidios, por ejemplo, es menor al promedio europeo.

Las investigaciones erradas están lejos de lo irregular. Pero el caso de violación en Roma gatilló un frenesí mediático y político que se ha tornado cada vez más frecuente, cuando los inmigrantes son culpados de los crímenes.

Esto es particularmente evidente en el caso de los rumanos, cuya población en tierras italianas ha aumentado a cerca de 1 millón de personas desde que Rumania se unió a la Unión Europea en el 2007 y tuvieron la facultad de viajar y buscar trabajo libremente en Italia.

"Grandes sectores de la sociedad presumen que todos estos extranjeros, y los rumanos en particular, son violentos. Está comenzando a ser un denominador común", dijo James Walston, profesor de ciencia política en la Universidad Americana de Roma.

Críticos afirman que el Gobierno de Berlusconi, que ganó el poder el año pasado alentado por sus aliados anti inmigrantes de la Liga del Norte, ha alimentado ese temor y ahora no pueden controlarlo.

"Estamos muy lejos de tener grupos linchadores, pero vamos en esa dirección. Esto podría ser serio", afirmó Walston.

Patrullas ciudadanas

El 20 de febrero, dos días después del arresto de los rumanos, Berlusconi aprobó un decreto de emergencia que aumentó las penas por crímenes sexuales y legalizó las patrullas ciudadanas.

Berlusconi dijo que la medida ayudaría a erradicar los grupos de vigilancia irregulares que circulan por las noches en algunas ciudades, pero los opositores dicen que esto recuerda la era facista de los equipos voluntarios de seguridad nacional de Benito Mussolini.

Mientras tanto, la policía había destruido el campamento donde los dos rumanos, de 20 y 36 años, vivían.

Berlusconi indicó que el número de delitos sexuales ha disminuido respecto al año pasado y agregó que su cuerpo ejecutivo estaba actuando para aminorar el descontento público provocado por las publicitadas violaciones, como la de Roma, atribuidas principalmente a los inmigrantes.

El primer ministro italiano ya había comenzado a trabajar en nuevas leyes contra los inmigrantes ilegales, ordenó el despliegue de soldados en grandes ciudades para combatir el crimen y aprobó el censo de cerca de 150.000 gitanos.

Los rumanos se identifican generalmente con la cultura gitana, aunque cerca de la mitad de ellos son italianos de nacimiento.

Pero el Gobierno de Rumania, que ha acusado a Roma de incitar a la xenofobia, hizo muy poco para ayudar a los italianos cuando señaló que el 40 por ciento de los gitanos buscados por crímenes en su propio país, ahora viven en Italia.

En el área gitana, donde fue cometida la violación en el parque Caffarella el día de San Valentín, las noticias de que dos rumanos habían sido declarados inocentes provocaron ira y descontento.

"Estoy enojada. No soy racista, mi empleada doméstica es rumana. Pero los hombres rumanos son malos, son todos bandidos", dijo Silvana Pallotti, de 65 años, quien desde que ocurrió la violación se unió al nuevo comité vecinal creado para proteger a la mujer.

Marzio Barbagli, profesor de sociología de la Universidad de Bolonia y autor de un libro sobre crimen e inmigración, dijo que el porcentaje de inmigrantes acusados de delitos ha aumentado en los últimos 20 años en todas las categorías consideradas, desde homicidio hasta asaltos.

En el caso de violencia sexual, la cifra alcanzó el 40 por ciento en el 2007 desde un 9 por ciento en 1988, mientras que el número de delitos reportados por la policía se ha multiplicado casi cinco veces.

Pero Barbagli asegura que estas estadísticas deben ser analizadas dentro de un contexto.

"El aumento de los casos de violaciones puede depender también del hecho de que la mayoría de ellos son denunciados", dijo Barbagli.

"Y una víctima está más dispuesta a denunciar una violación hecha por un extraño que por alguien que ya conoce", agregó.

(Editado en español por Marion Giraldo)