Venezuela: Sondeos dan ganador al Sí a reforma

IPS
2/12/07

Las primeras encuestas a boca de urna (exit polls), conocidas por IPS al finalizar el referéndum realizado este domingo en Venezuela, dan varios puntos porcentuales de ventaja al Sí a la reforma constitucional propuesta por el presidente Hugo Chávez.

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La difusión de los resultados de estos sondes dentro de Venezuela está prohibida por ley hasta tanto las autoridades electorales ofrezcan su primer boletín, previsto para cerca de la medianoche local.

Millones de venezolanos volvieron a las urnas para decir si aceptan o no el cambio de la Constitución, que entre sus puntos principales otorga más poderes al presidente y abre camino al llamado socialismo del siglo XXI.

Una hora después de que cerraron las primeras mesas, a las 16:00 hora local (20:00 GMT) todavía había ciudadanos en pequeñas colas ante algunos centros de votación, pero en la generalidad de los casos el proceso fue fluido y la asistencia menor que en los comicios presidenciales de hace un año, cuando la participación llegó a 74,7 por ciento del padrón.

La jornada transcurrió en paz y sin incidentes de importancia. Sólo unas decenas de las 33.600 mesas diseminadas en todo el país presentaron retrasos considerables para iniciar actividades o desperfectos en las máquinas de votación.

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, felicitó "al pueblo de Venezuela por expresar su opinión y ejercer su soberanía", y reiteró que un primer boletín se ofrecerá sólo unas tres horas después que cierren todas las mesas.

También rehusó adelantar, siquiera en carácter de estimado, el porcentaje de participación y de abstención.

Encuestadoras que días antes del referéndum daban como posible un triunfo del No a la reforma endosaban ese pronóstico a que la participación fuese alta.

"Si quienes se oponen a la propuesta del presidente acuden a votar y sufraga más de 60 por ciento del padrón electoral, el No puede sacar una diferencia mínima, y debería ganar si votan más de 70 por ciento de los inscritos", había dicho a IPS Luis Christiansen, presidente de la encuestadora Consultores 21.

Otras consultoras, como Hinterlaces y Datanálisis, registraron un incremento considerable en la intención de voto a medida que transcurría la campaña electoral, de apenas un mes de duración.

En cambio, la firma Consultores 21 consideró que los estimados de que participarían 70 por ciento o más de los electores habilitados resultaban sobredimensionados y consideró siempre que acudirían a las urnas entre 50 y 55 por ciento de los inscriptos.

Informantes desde varias provincias dijeron a IPS que en las últimas horas hábiles para votar hubo un inusual incremento de electores en algunos centros.

De confirmarse la tendencia a favor del Sí podría resultar, sin embargo, que su triunfo fuese el menos contundente de los 11 logrados por la causa de Chávez desde que encaró por primera vez una elección en 1998.

También marcaría un progreso de la oposición, cuyo abanderado presidencial en 2006, Manuel Rosales, fue batido por Chávez con 7,3 millones de votos contra 4,3 millones, es decir, en una proporción de 63 a 37 por ciento.

Cuando Chávez se sometió a un referendo sobre su mandato presidencial en 2004, después de la crisis política marcada por un frustrado golpe de Estado en 2002, se impuso con 59 por ciento de los votos a su favor frente a 41 por ciento en su contra.

Después que fue reelegido hace un año, Chávez anunció que pisaría el acelerador rumbo a lo que denominó el socialismo del siglo XXI, y comenzó a redactar una reforma de la Constitución que presentó a la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) el pasado agosto.

Los 167 parlamentarios fueron elegidos en listas partidarias del presidente, porque la oposición boicoteó esos comicios de 2005, pero en la discusión de la reforma votaron contra la propuesta seis diputados de un pequeño partido aliado de Chávez.

A los 33 artículos que Chávez propuso reformar, la Asamblea, de común acuerdo con el presidente, le agregó otros 36 y los presentó en dos bloques para la sanción definitiva, que corresponde al electorado nacional.

El nuevo texto alude a un Estado, una democracia y una economía socialistas, reconoce la propiedad privada, pero también la pública y la social en manos estatales, comunales o cooperativas, y entrega responsabilidades y ofrece recursos a las comunidades locales, que deberán organizarse piramidalmente.

El mandatario, además de las atribuciones tradicionales, tendrá poder para legislar en materia económica, dirigir el Banco Central y modificar el mapa político-administrativo de Venezuela.

Su mandato se extenderá de seis a siete años y podrá presentarse a la reelección cuantas veces quiera. Este es el punto más criticado por la oposición y en particular por manifestaciones de jóvenes universitarios, la revelación en la política venezolana este año.

La reforma, también, ordena rebajar la jornada laboral obligatoria de ocho a seis horas diarias e incluir a los trabajadores independientes en programas de previsión social.

El presidente, en la recta final de su campaña, hizo a un lado la promoción de los contenidos de la reforma y la trocó en un plebiscito al pedir "Voten por Chávez o contra Chávez"