Palestina: el Muro

Palestine Monitor
Rebelion.org
Traducido por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.

“El muro que está construyendo Israel en los Territorios Palestinos Ocupados, incluyendo Jerusalén Este, es contrario al Derecho Internacional. Israel está obligado a desmantelar sin dilación la estructura y a compensar por todos los daños originados” (Fallo de la Corte Internacional de Justicia del 9 de Julio de 2004)

Los hechos

La construcción del Muro de Israel comenzó el 16 de junio de 2002.

El muro está constituido por una serie de losas de hormigón de 8 metros de altura, zanjas, “zonas de transición” con alambre de espino, verjas electrificadas, numerosas torres de vigilancia con videocámaras térmicas, torres para francotiradores y carreteras para vehículos patrulla.

El muro tendrá una extensión de 721 km, de la que ya se ha completado más del 56%.

El muro cuesta aproximadamente 3,7 millones de dólares por kilómetro.

El 80% del muro se está construyendo en Cisjordania en tierras confiscadas a los palestinos por el ejército israelí. Solamente el 20% se está construyendo en la línea verde que marca la división entre Israel y el territorio palestino ocupado en 1967. Ninguna sección del muro se está construyendo en el lado israelí de la línea verde.


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Más de 230 kilómetros cuadrados de la tierra más fértil de Cisjordania –aproximadamente el 10% de todo el terreno agrícola de Cisjordania– han sido confiscados para construir el muro.

El muro está consolidando las desigualdades entre israelíes y palestinos con respecto al acceso al agua. Se anexionará a Israel el 70% del total del área de recarga de la cuenca del acuífero occidental, junto con 62 fuentes y 134 pozos palestinos.

Una vez completado, el muro también aislará a unos 60.500 Palestinos que viven en 42 pueblos y ciudades en el limbo de una zona militar cerrada entre el muro y la línea verde. Doce pueblos con una población total de 31.400 palestinos quedarán completamente rodeados por el muro.

El muro ante el Derecho Internacional

Una resolución de la Corte Internacional de Justicia de la Haya del 9 de julio de 2004 reconoció que la construcción del muro es “contraria al Derecho Internacional” y que “Israel tiene la obligación de detener la construcción, desmantelar la estructura existente y compensar por cualquier daño ocasionado por la construcción”.

La construcción del muro y la anexión de territorio ocupado están prohibidas bajo las leyes que rigen las acciones de las potencias ocupantes, especialmente la IV Convención de la Haya de 1907 y la Convención de Ginebra de 1949. La construcción del muro además viola un principio básico de las leyes de ocupación referente a que los derechos legales sobre las tierras no se pueden adquirir por medio de la ocupación militar.

Los asentamientos y el muro

El muro anexionará a Israel 56 asentamientos (colonias) israelíes en Cisjordania en los que viven el 76% de los colonos. Para poder incorporar el bloque de asentamientos de Ariel, el muro se adentra y separa unos 22 kilómetros de Cisjordania.

Implicaciones económicas y humanitarias del muro

El muro tiene serias consecuencias humanitarias. Ha separado a los palestinos de sus tierras de cultivo, sus medios de vida, sus puestos de trabajo, universidades, servicios sociales y sanitarios. Las mujeres siguen obligadas a dar a luz en los puestos militares de control y continúan muriendo niños recién nacidos como resultado de la privación de acceder y de que accedan a ellos los servicios de urgencia..

El 10% de la tierra palestina más fértil ha quedado aislada entre el muro y la línea verde. Ahora el 60% de las familias campesinas con tierras al oeste del muro ya no pueden acceder a sus tierras.

Implicaciones del muro para un futuro Estado Palestino

Aunque el gobierno israelí afirmaba inicialmente que el muro se estaba construyendo por “razones de seguridad”, se ha admitido después que se ha diseñado con intenciones políticas, particularmente para anexionar a Israel las colonias israelíes y materializar las fronteras permanentes del estado israelí de forma que cualquier futuro, contiguo y viable estado palestino dentro de las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como capital, estará irreversiblemente socavado.

Jerusalén Este quedará completamente cercenado del resto de Cisjordania por el muro, sirviendo como lo que el Relator Especial de la ONU, el profesor John Dugard, ha calificado como “un instrumento de ingeniería social diseñado para lograr la judaización de Jerusalén mediante la reducción del número de palestinos de la ciudad”.

Los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967 equivalen al 23% del territorio de la Palestina histórica. La finalización del muro dejará a los palestinos de Cisjordania y Gaza viviendo sólo en el 12% de aquellos territorios.