Juicio a Von Wernich: se suman más testimonios desgarradores de sobrevivientes de las torturas

Perfil 09/08/07

El Tribunal escuchó a ex detenidos y también a familiares de víctimas de delitos que se le imputan al sacerdote, acusado de 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad.

El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata que juzga al ex capellán de la Policía Bonaerense Christian Von Wernich, escuchó hoy el testimonio de ex detenidos durante la dictadura y también a los familiares de las siete víctimas de homicidio culposo que se le imputan al sacerdote, acusado también de 31 casos de torturas y 42 privaciones ilegales de la libertad en la última dictadura.

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El juicio se reinició esta mañana, a las 11.30, con la declaración testimonial de Ricardo Molina, pareja de la desaparecida Liliana Galarza, quien estuvo detenida en la Brigada de Investigaciones de La Plata. El hombre relató que durante su cautiverio "un sacerdote lo visitó en su celda y le ofreció medallitas de la Virgen de Luján", aunque no pudo reconocerlo por "estar encapuchado".

"Estábamos encadenados a nuestros camastros, encapuchados y se presentó una persona que tenía sotana y zapatos negros redondos que se paraba en la punta de nuestros camastros", contó Molina, quien precisó que el sacerdote "nos preguntaba nuestro nombre, nuestra religión y nos entregaba una medalla de la Virgen de Luján, pero nunca supe el nombre y nunca le vi la cara".

El hombre explicó que en 1977 él convivía con Liliana Galarza en la ciudad de Pergamino y estando ella embarazada viaja a La Plata a ver unos conocidos y un día de noviembre de 1976, concurre a “una cita envenenada”, en alusión a que alguien tendió una celada a la joven para secuestrarla.

“Al no tener noticias de ella, yo viajo a La Plata y meses más tarde, el 14 de abril de 1977 fuerzas operacionales de La Plata, vestidos de civil, me secuestran y me llevan a lo que luego supe era La Cacha, detrás de la cárcel de Olmos, donde me torturan e interrogan para que aporte nombres de militantes sindicales que trabajaban en empresas”, afirmó.

Molina dijo que durante uno de los interrogatorios le preguntaron sobre Galarza y él les dijo que “ustedes la secuestraron, la mataron”, pero agregó que tiempo después “me vinieron a buscar y me dijeron que me iban a llevar a ver a Liliana y a mi hija, que había nacido. Me encapucharon y con las manos atadas a la espalda me condujeron a un lugar que luego supe era la división cuatrerismo de La Plata, y posteriormente Inteligencia, en 55 entre 13 y 14 de La Plata", relató.

Además, el hombre precisó que “me introducen a un cuartito, me sacan la capucha y se quedan detrás mío (los captores). Ahí la veo a Liliana, que tenía en brazos a María Mercedes (su hija). Ahí la conozco a ella. Le pregunté sobre la fecha de nacimiento de la niña y qué nombre le había puesto, me dijo que las condiciones de nacimiento habían sido extremas y que incluso después tuvieron que llevarla a otro lugar para que la atendieran porque tenía fiebre debido a que le habrían dejado dentro parte de la placenta”, indicó.

La jornada de hoy se concentró en la desaparición de los hermanos María Magdalena y Pablo Mainer y de Liliana Galarza, quien dio a luz mientras estuvo en cautiverio. De hecho, entre los testigos también estuvo presente la hija de Liliana Galarza, María Mercedes Molina, quien nació en 1977 cuando su madre permanecía cautiva y que, según testimonio de su abuelo, habría sido bautizada por el cura enjuiciado.

En su presentación, la mujer –que nació hace 30 años en la Brigada de Investigaciones de La Plata–, relató que el sacerdote pidió a sus abuelos dinero y ropa para la supuesta salida del país de su madre. “Mi abuelo tuvo varias reuniones con Von Wernich en La Plata y en una de esas reuniones les dijo que Liliana Galarza iba a salir del país y que trajeran dinero y ropa para ella".

La joven recordó además que les dijo también que “fueran prudentes, se quedaran callados y que esperen un año que mi madre se iba a comunicar con ellos desde el exterior”. Por su parte, el tío de María Mercedes, Carlos Galarza, confirmó hoy también que sus padres “tenían esperanza que mi hermana se exiliara porque confiaban en el sacerdote que era el intermediario y que se había mostrado como organizador de la logística para salir del país”.

”Nuestra familia era de fuerte raigambre religiosa y cuando viajaban de Mendoza a La Plata y veían a Von Wernich y les decía que todo estaba bien, eso les daba esperanza”, explicó.

También hubo declaraciones sobre las desapariciones de los hermanos María Magdalena y Pablo Mainer, a quienes su hermana Mariel pudo visitarlos cuando estaban prisioneros y vio dentro de la Brigada de Investigaciones de La Plata al sacerdote Von Wernich. La mujer, que los visitó al menos cinco veces en la Brigada de Investigaciones, declaró que en una oportunidad María Magdalena le presentó a un sacerdote como “su confesor” y luego supo que era Von Wernich.

La testigo declaró que el ex capellán "se movía con total naturalidad” en el edificio donde sus hermanos estaban detenidos y aseguró que también entregó dinero y ropa para el supuesto viaje de sus hermanos.

Liliana Galarza, los hermanos Magdalena y Pablo Mainer, Domingo Moncalvillo, María del Carmen Morettini, Cecilia Idiart y Nilda Salomone, denominados por el fiscal Sergio Franco como el " Grupo de los Siete", permanecieron cautivos en ese centro clandestino de detención.

Con la promesa de liberarlos y permitirles exiliarse en Uruguay una noche fueron trasladados de la Brigada y más tarde asesinados, según reveló el ex policía Julio Emed en su relato ante la CONADEP en 1984 cuando narró que en presencia de Von Wernich el médico policial Jorge Bergés les aplicó a tres de estos prisioneros "inyecciones en el corazón, con un líquido rojizo que era veneno". Este ex policía también testimonió que el sacerdote imputado participó del operativo y bendijo al personal que tuvo a cargo las ejecuciones.

Fuente: DyN y Télam

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