La parodia humanitaria de los depredadores: También el Banco Mundial ofrece limosna para "combatir el hambre"

IAR Noticias
17/05/08

Desde que los precios de los alimentos se dispararon causando más hambruna y los primeros conatos de estallidos sociales en los países más pobres, las autoridades y organizaciones del sistema capitalista han adoptado la moda de "denunciar" la propia lacra que generan con la concentración de riqueza en pocas manos: El hambre mundial. En la misma postura demencial del FMI, y del G-7 (las siete potencias más ricas) el Banco Mundial adhiere a la tendencia de denunciar como una "catástrofe natural" lo que clara y probadamente es la consecuencia más inmediata de la depredación capitalista con las materias primas y la producción de alimentos, subordinada a la renta ganancial de los pulpos que controlan su comercialización a escala mundial.

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En esa línea, este miércoles el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, afirmó en México que la "crisis alimentaria mundial" continuará hasta 2015 con los actuales altos precios de los granos y descartó que puedan recuperar los niveles de 2004.

Zoellick, consideró urgente que todos los países modifiquen sus políticas de producción con el fin de garantizar el suministro de los granos básicos a las poblaciones, pero nada dijo de las trasnacionales agroexportadoras que controlan y hegemonizan el comercio exterior de los países periféricos exportadores, que cartelizan y suben los precios a niveles astronómicos.

Obviando como siempre que la causa de la suba de alimentos es la explotación capitalista, el presidente del Banco Mundial señaló que actualmente existe un "debate" sobre el uso de granos y productos agrícolas, como el maíz en Estados Unidos y la caña de azúcar en Brasil, para promover la producción de combustibles biológicos sin encarecer los precios de los alimentos.

Como ya está lo suficientemente probado y reconocido, la escalada de los precios del petróleo tiene como efecto inmediato la disparada del precio de los alimentos a nivel mundial, multiplicando a escalas siderales las ganancias de los consorcios petroleros y de los pulpos de la industria de la alimentación.

A su vez, los especuladores bursátiles se hacen un festín con las acciones petroleras en suba en los mercados energéticos.

En las antípodas, y a modo de "producto final" con esta fiesta capitalista de los "mercados", miles de millones de seres humanos en las áreas más empobrecidas y desprotegidas del planeta se ven privados del acceso a los alimentos de consumo básico y se empiezan a rebelar por medio de revueltas y estallidos sociales

La producción de biocombustibles procedentes de alimentos, como el maíz, en Estados Unidos, o la caña de azúcar, en Brasil, ha propiciado en los últimos meses una subida de los precios mundiales de los principales granos y ha originado el acopio de estos productos.

La creciente demanda de biocombustibles, que obliga a dedicar amplias extensiones de cultivo, pone en serias dificultades a las denominadas "tierras marginales", que cumplen un papel clave para el desarrollo de las poblaciones rurales más pobres y que suelen ser cultivadas por mujeres, dice el estudio.

Según el último informe del Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y el Hambre (FAO), la producción de biocombustibles a gran escala amenaza la salud y las posibilidades de trabajo de los más pobres, acentuando la situación de exclusión en la que viven millones de campesinos en los países empobrecidos.

La creciente demanda de biocombustibles, que obliga a dedicar amplias extensiones de cultivo, pone en serias dificultades a las denominadas "tierras marginales", que cumplen un papel clave para el desarrollo de las poblaciones rurales más pobres y que suelen ser cultivadas por mujeres, señala el informe.

La FAO advierte que, convertir estas tierras en plantaciones para obtener biocombustibles puede provocar "el desplazamiento parcial o total de las actividades agrícolas de las mujeres a tierras aún más marginales", con consecuencias negativas en las posibilidades de las mujeres de obtener alimentos.


El presidente del Banco Mundial explicó que los mercados internacionales "han detectado los riesgos" que implican los aumentos de los precios internacionales de granos, pero las autoridades y los gobiernos han tomado "medidas" para impulsar la producción agropecuaria, en particular en las zonas más atrasadas.

Zoellick olvida explicar un detalle: En la inmensa mayoría de los países pobres el comercio de granos no lo controlan los gobiernos, sino las corporaciones que hegemonizan sus comercios exteriores "privatizados", como es el caso de la Argentina, uno de los mayores exportadores agrícolas.

Zoellick señaló que la institución que dirige ha convocado a todos los países socios a establecer un fondo de emergencia de US$ 700 millones para apoyar a las naciones que tengan problemas de abastecimiento de alimentos.

Curiosamente, y también para librar el combate mundial contra el hambre, George W. Bush, también ofreció la semana pasada US$ 700 millones de dólares en ayuda alimentaria para "mitigar" el efecto de los altos precios de los alimentos en todo el mundo.

Los US$ 700 millones de dólares ofrecidos por Bush, y ahora por el Banco Mundial, para "mitigar el hambre mundial" equivalen al 2,54% aproximadamente de las ganancias del primer trimestre juntas de los gigantes petroleros EXXON, Shell y BP (27.000 millones de dólares).

Solamente las ventas de uno de los pulpos principales de alimentación, Nestlé, crecieron 6%, frente al primer trimestre del año anterior, para ascender a los 25.700 millones de francos suizos (US$24.800 millones).

A su vez, la cifra ofrecida por Bush (700 millones de dólares) para que EEUU encabece la guerra contra el hambre en el mundo, equivale al 0,1% del presupuesto armamentista de EEUU (700.000 millones de dólares).

Solamente para la "guerra contraterrorista" 2008 en Irak y Afganistán Bush solicitó al Congreso 235.100 millones de dólares.

Como se puede apreciar, tanto la potencia imperial regente, como las máximas autoridades y organizaciones del sistema capitalista, manejan cifras absurdas y sin sentido para manipular a la opinión pública mundial y hacer creer que de veras "combaten contra el hambre" que sus propias corporaciones y bancos generan a escala mundiaL.

Además, cuentan con el silencio y la complicidad de la prensa internacional que titula e "informa" sin analizar estas cifras manejadas como "políticas para combatir el hambre" que no alcanzan ni siquiera a cubrir un programa alimentario para un país como Haití.

Lo que "ofrecen", todos juntos, Bush, la ONU y el Banco Mundial para "combatir el hambre mundial" no superan los US$ 2.500 millones.

Para mensurar el absurdo de esta cifra, baste citar la ganancia trimestral de las cuatro primeras petroleras:

Exxon, Shell, Chevron y BP, ganaron más de US$ 35.000 millones solo en los tres primeros meses del año (esa cifra hay que multiplicarla por cuatro anualmente).

Solamente para la "guerra contraterrorista" 2008 en Irak y Afganistán Bush solicitó al Congreso 235.100 millones de dólares.

Los PBI juntos de EEUU y la Unión Europea (las potencias centrales del sistema capitalista) ascienden a más de US$ 45 billones (millones de millones).

Como se puede apreciar ante estos números, los farsescos US$ 700 millones que el Banco Mundial solicita a sus "donantes" (los bancos, empresas y potencias transnacionales) para "combatir el hambre mundial" prueban que el sistema capitalista, además de ser el gran depredador de la riqueza mundial, está aquejado de decadencia demencial.

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