Egipto atiende la llamada espontánea para una jornada de 'desobediencia civil'

Mónica G. Prieto
El Mundo
06/04/08

La tecnología volvió a desafiar al rígido régimen egipcio a principios de abril. Los mensajes llamando a la huelga llegaron de forma masiva por SMS, e-mail y mediante el conocido portal de contactos Facebook sin que las autoridades pudiesen hacer nada para controlarlos.

"Quédate en casa o únete a nosotros en los espacios públicos. No salgas a la calle. No vayas a trabajar. No vayas a clase. No abras tu tienda. Queremos salarios decentes. Queremos trabajo. Queremos dar a nuestros hijos una educación decente. Queremos un buen transporte." Y otra larga lista de demandas que van desde la sanidad, el coste de los medicamentos, las libertades civiles o la inflación hasta la corrupción política.

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A dos días de la celebración de comicios municipales, la sociedad egipcia ha sido convocada hoy a una jornada de huelga general o desobediencia civil para exigir sus derechos y denunciar la miseria social, ejemplificado en el incesante goteo de muertos en las avalanchas que se crean en las colas del pan.

Las amenazas de las fuerzas de Seguridad de reprimir las protestas parecen tener cada vez menos efecto en una empobrecida sociedad que busca refugio en la religión y en los Hermanos Musulmanes, un movimiento islamista prohibido aunque enormemente activo y benecificiado de un vasto apoyo social que se perfila como la única alternativa al régimen de Hosni Mubarak.

Los Hermanos Musulmanes han anunciado que no participarán en esta huelga –si bien las autoridades les acusan de estar tras su organización- aunque recuerdan el "derecho constitucional" de los egipcios de protestar para exigir mejoras. Sin embargo, es de prever que el paro resulte efectivo aunque no se vean grandes manifestaciones susceptibles de ser reprimidas violentamente.

El origen

Todo comenzó con la convocatoria de una huelga en la fábrica de algodón de Ghazl al Mahalla, cuyos trabajadores exigen mejoras salariales. La oposición silenciosa egipcia ha aprovechado la cita para ampliarla a toda la sociedad, que tiene motivos variados para protestar.

El precio del pan ha aumentado un 50% desde principios de año, según el Programa Mundial de Alimentos. Sólo el pan subvencionado es asequible para buena parte de la población, obligada a guardar colas durante horas escenarios de avalanchas y riñas a menudo mortales: al menos 50 personas han fallecido de esta forma desde principios de año, según la prensa local.

Si el pan ya parece motivo suficiente para que se produzca una rebelión social, hay que sumar otros factores: la inflación ha subido en cuatro meses un 13% y la vivienda es tan cara que resulta inalcanzable para buena parte de la población. La situación es tan grave que, el martes, 226 diputados liderados por independientes e islamistas exigieron la dimisión del primer ministro Ahmed Nazif.

Detenciones masivas

Contestar la política oficial no resulta fácil en Egipto, y los Hermanos Musulmanes son la mejor prueba. En la última semana las detenciones se han cebado en sus filas hasta suscitar las denuncias internacionales. Pese a estar ilegalizada, la organización tiene sede, organigrama, órganos de propaganda y puede presentar candidatos a los comicios.

Otra cosa es que sean autorizados: el máximo líder de la organización, Mohamed Mehdi Akef, ha denunciado que de los 5.159 candidatos que trataron de registrarse en los comicios sólo 438 fueron autorizados a hacerlo. De ellos, sólo 22 han sido autorizados a concurrir en las elecciones del día 8, una cifra casi testimonial dado que en los comicios se decidirán 53.000 puestos municipales que, en un 90%, recaerán en los candidatos del Partido Nacional Democrático de Mubarak.

El movimiento, lejos de desmoralizarse, ha tratado de hacer campaña por esos candidatos. Y el Estado ha respondido arrestando a un millar de miembros en las últimas semanas –entre ellos 150 candidatos potenciales descartados por las autoridades-, una política represiva ampliada en los últimos días.

El pasado 1 de abril, cinco seguidores eran arrestados por pegar carteles electorales; ese mismo día, miles de simpatizantes salieron a las calles para protestar por el veto a sus candidatos en una protesta violentamente contenida por la policía que se reprodujo al día siguiente: hubo decenas de heridos y al menos 255 militantes detenidos. Un día después, otros 51 simpatizantes del movimiento eran arrestados en diversas redadas acusados de pertenecer a ‘una organización prohibida’ mientras que el día 4 de abril se daban cuenta de 30 detenciones.

Denuncias internacionales

Las ONG de Derechos Humanos critican duramente la farsa de 'democracia' egipcia financiada por Estados Unidos, que envía 2.000 millones de dólares anuales en concepto de ayudas. La Administración norteamericana dice estar "preocupada" por las detenciones, lo que no implica que vaya a denunciarlas. Sí lo hacen Amnistía Internacional –que señala que los arrestos son políticos y que "los presos de conciencia deben ser liberados inmediata e incondicionalmente" y Human Rights Watch, que califica la campaña de "forma vergonzosa" de arreglar las elecciones para el Partido Nacional Democrático en el poder.

Es un hecho que Mubarak tiene miedo a los Hermanos Musulmanes. En las elecciones legislativas de 2005, sus candidatos se presentaron como independientes y lograron hacerse con una quinta parte de los escaños en una victoria considerada histórica. De ahí que la única forma de impedir que sigan acaparando poder y la representación política que corresponde a su popularidad social sea, precisamente, evitando que participen en los comicios.

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