Israel, el miembro número veintinueve de la OTAN global
Red Voltaire
http://www.voltairenet.org/article164175.html
24/02/10
Los EEUU, la Unión Europea (UE) e Israel — este último, quien desde 2005 está enganchado de facto, pero no legalmente, como miembro de la OTAN — tienen sus intereses entrelazados con la Alianza militar Atlántica (OTAN). Israel, percibido como un puesto de avanzada militar del Occidente en el Medio Oriente, ha establecido una diplomacia y estrategia para poder juntarse con la UE y lograr ser un miembro a parte entera de la OTAN en 2010. Israel y sus partidarios han estado ocupados preparando el camino, y el éxito podría finalmente colocar a Israel en una posición confortable. Pero en todo caso, sería sin embargo, de mal agüero para la paz en el mundo.
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Mientras la Organización del Tratado del Atlántico Norte está presionando a sus 28 Estados miembros y a decenas de miembros de asociación en los cinco continentes para que contribuyan con más soldados a la guerra en Afganistán, el 13 de enero el Jerusalem Post informaba de que “Israel está lanzando una iniciativa diplomática para influir en el resultado del nuevo Concepto Estratégico de la OTAN que actualmente está revisando un equipo de expertos dirigidos por la ex Secretaria de Estado estadounidense Madeleine Albright” [1].
La OTAN está trabajando en su Concepto Estratégico actualizado para sustituir al último formulado en 1999, el año de la expansión del bloque militar dentro de la Europa del este y de su primera guerra en toda regla, la campaña de 78 días de bombardeos sobre Yugoslavia.
Madeleine Albright, de la que podría decirse que es la persona más públicamente identificada con organizar tanto la absorción por parte de la OTAN de tres antiguos miembros del Pacto de Varsovia, incluyendo su República Checa natal, como con el lanzamiento de la Operación Fuerza Aliada, copreside en Grupo de Expertos de la OTAN junto con Jeroen van der Veer, presidente de Royal Dutch Shell hasta junio de 2009.
Además, “para asegurar la estrecha coordinación entre el Grupo de Expertos y el Cuartel General de la OTAN, el Secretario General de ésta ha designado a un pequeño equipo de la OTAN dirigido por el dr. Jamie Shea, director de la Unidad de Planificación Política, para funcionar como una secretaría y apoyo del personal” [2]. Shea era el portavoz de la OTAN en 1999 y ahora es director de Planificación Política en la Oficina Privada del Secretario General de la OTAN en el Cuartel General de la OTAN.
El pasado 1 de octubre la OTAN y Lloyd’s de Londres (“la principal empresa mundial del mercado de seguros”, en sus propias palabras) organizaron conjuntamente una conferencia en Londres para dar a conocer y promover el nuevo Concepto Estratégico. El Secretario General de la OTAN Anders Fogh Rasmussen y el presidente de Lloyd’s Lord Peter Levene pronunciaron los principales discursos.
El anfitrión Levene evocó “las miles de amenazas decididas y mortales” que requerían la intervención de la OTAN por todo el mundo y Rasmussen detalló no menos de dieciocho de estas amenazas, ninguna de las cuales se parecía remotamente a un ataque militar o a un desafío a un sólo Estado miembro [3].
Madeleine Albright ha estado viajando últimamente a varias capitales europeas para presidir una serie de seminarios sobre el Concepto Estratégico actualizado, y al último de ellos celebrado en Oslo, Noruega, el 13 de enero asistieron altos cargos del ministerio israelí de Asuntos Exteriores.
Como preparación a este encuentro, “un ex-diplomático de alto rango israelí se reunió hace varias semanas en privado con Albright para discutir los intereses israelíes en el concepto que se está revisando” [4].
La misma fuente añadió los siguientes antecedentes de la información:
“Las relaciones entre Israel y la OTAN han aumentado de forma espectacular en los últimos años. El presidente del Comité Militar, almirante Giampaolo Di Paola, visitó Israel en noviembre y la Armada israelí ha anunciado sus planes de desplegar un barco de misiles con el Esfuerzo Activo [Active Endeavour], una misión de la OTAN de patrulla del mar Mediterráneo […]. una vez que concluya la revisión del Concepto Estratégico Israel también está tratando de obtener un estatus que mejore su categoría y permita a los altos cargos israelíes participar en los principales foros de la OTAN […]. Israel es miembro del Dialogo Mediterráneo, que se creó en 1994 para promover las relaciones con países de Oriente Medio, como Israel, Jordania, Egipto y Marruecos” [5].
Para el año 2000 el Diálogo Mediterráneo de la OTAN se había expandido para incluir a siete naciones de Oriente Medio y África: Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Mauritania, Marruecos y Túnez.
En 1994 el bloque del Atlántico Norte también lanzó el programa Asociación para la Paz (PfP, en sus siglas en inglés). Ambas asociaciones se inauguraron sólo tres años después de que la disolución del Pacto de Varsovia y el desmoronamiento de la Unión Soviética dejaran no sólo a la Europa del este sino también a Oriente Medio, África y Asia abiertos a la penetración y a la expansión militar de Occidente.
La Asociación para la Paz ha incluido tanto a las quince ex-repúblicas soviéticas y a las seis ex-repúblicas federales yugoslavas como a los miembros no soviéticos del Pacto de Varsovia. Doce de estos – Albania, Bulgaria, Croacia, la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia – se convirtieron en miembros de pleno derecho de la OTAN durante la década que acabó el año pasado después de pasar por la PfP.
Además, el programa incluye a todos los Estados que eran neutrales, no alineados de Europa excepto Chipre: Austria, Finlandia, Irlanda, Malta, Suecia y Suiza. Malta se retiró del PfP en 1996 pero fue reabsorbida en 2008. Partidos pro-estadounidenses en el parlamento de Chipre están emprendiendo una campaña total para arrastrar a su nación dentro del programa.
Excepto Malta, reintegrada sólo recientemente en la PfP, las seis naciones antes mencionadas han enviado a Afganistán contingentes de tropas de diferentes dimensiones para servir bajo el mando de la OTAN. Los únicos países de toda Europa (excluyendo los micro-Estados de Andorra, Liechtenstein, Malta, Mónaco, San Marino, y Ciudad del Vaticano), incluyendo el Cáucaso, que no han ofrecido soldados para el frente de la guerra afgana son Rusia, Bielorusia, Serbia, Malta, Moldovia y Chipre.
En su cumbre de 2004 en Estambul, Turquía, se produjo la mayor expansión de la OTAN en su historia cuando siete Estados se incorporaron como miembros de pleno derecho, todos ellos de la Europa del este e incluyendo a las primeras ex repúblicas yugoslavas y soviéticas reclutadas como miembros de pleno derecho de la Alianza.
La cumbre de Estambul se prestó también a otro proyecto igual de ambicioso: la Iniciativa de Cooperación de Estambul (ICI, en sus siglas en inglés) [6]. La ICI planeó elevar a los siete socios del Diálogo Mediterráneo a un estatus análogo al de la Asociación para la Paz y consolidar relaciones militares con los seis miembros del Consejo de Cooperación del Golfo: Bahrain, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
Desde que en 2000 Argelia se unió al Diálogo Mediterráneo, en 2006 Montenegro se convirtió en un Estado independiente y entró la Asociación para la Paz ese mismo año, y Malta también entró dos años después, cada nación e isla del litoral mediterráneo, excepto (por el momento) Chipre, Líbano, Libia y Siria es o bien miembro de la OTAN o socio de ella. El Diálogo Mediterráneo también permite a la OTAN desplegarse por la costa atlántica de África a Marruecos y Mauritania.
Si el acceso de nuevos miembros y la Asociación para la Paz proporcionaron a la OTAN puestos de avanzada en las fronteras de Rusia (Azerbayán, Estonia, Finlandia, Georgia, Kazajastán, Letonia, Lituania, Polonia y Ucrania) y de China (Kazajastán, Kirguizstán y Tajikistán), la Iniciativa de Cooperación de Estambul ha permitido rodear aún más a Irán moviendo la influencia y presencia militar de la Alianza hacia el interior del Golfo Pérsico.
De las trece naciones de Oriente Medio y África en las que se centra, Israel es la que más rápida y sustancialmente aprovechó la ocasión que le ofrecía la Iniciativa de Cooperación de Estambul.
El estatuto de mayor categoría del Diálogo Mediterráneo llevó a Israel, a pocos meses de la cumbre de la OTAN en Estambul, a implicarse en las actividades de la OTAN por primera vez.
El 24 de febrero de 2005 Jaap de Hoop Scheffer se convirtió en el primer Secretario General de la OTAN que visitaba Israel y al mes siguiente “Israel y la OTAN llevaron a cabo su primer ejercicio naval conjunto en el mar Rojo, con lo que mostraban un estrechamiento en sus relaciones”. Un grupo naval de la Alianza visitó el puerto israelí de Eilat en el mar Rojo en una visita de una semana “que incluyó un ejercicio conjunto con la armada israelí” [7].
Como informaba la revista británica Jane’s Defence Weekly, “la novedad del ejercicio era el hecho de que estuviera dirigido por barcos de la OTAN que operan regularmente en el Mediterráneo pero que raramente visitan el mar Rojo” [8].
En mayo de ese mismo año se anunció que “Israel planea organizar tres ejercicios militares con la OTAN durante 2005. Altos cargos israelíes afirmaron que el gobierno del primer ministro Ariel Sharon ha presentado a la OTAN un plan que incluiría la organización de tres ejercicios navales con el ejército israelí para los próximos diez meses. Afirmaron que los ejercicios tendrían lugar en el Cuartel General de la OTAN en Bruselas […]”.
Se citaron las siguientes palabras de un alto cargo israelí: “No tenemos dudas de que Israel ganará enormemente con unas relaciones más estrechas con la OTAN y también creemos que Israel, a cambio, tiene mucho que ofrecer a la OTAN” [9].
Ese mismo mes se celebró en Macedonia una conferencia que se había planificado para un programa de “ejercicios militares dirigidos por la OTAN en el marco de la Asociación para la Paz” y “ a la que asistieron representantes de más de veinte países, incluyendo por primera vez dos países del llamado Diálogo Mediterráneo (Israel y Jordania)” [10].
De nuevo según la revista Jane’s Defence Weekly, “mientras que la situación geopolítica de Israel podría ofrecer una ‘base externa’ para la defensa de Occidente, el estatuto militar y económico de la OTAN podría ofrecer una seguridad añadida y beneficios económicos al Estado anfitrión. En un entorno estratégico que cambia rápidamente, los políticos israelíes están reconociendo claras ventajas, especialmente en cuestiones de seguridad, en desarrollar unas relaciones más estrechas con la OTAN. El actual entusiasmo del gobierno israelí por este proyecto se puede ver en el ambicioso paquete de propuestas presentado a la Alianza”, que incluye “adiestramiento militar conjunto [y] futuro desarrollo conjunto de sistemas de armamento” [11].
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