Gobierno colombiano destituye al jefe del Estado Mayor del Ejército

EFE/TeleSUR
20/12/08

El Gobierno del presidente colombiano, Álvaro Uribe, retiró del servicio activo al jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Guillermo Quiñónez, continuando con la purga en el estamento militar, con el fin de acallar los escándalos por las ejecuciones extrajudiciales, informó en Bogotá el propio oficial.

Quiñónez comunicó la decisión en un comunicado que leyó ante la prensa en la capital colombiana, su caso es el número 29 de militares que en menos de dos meses son separados, destituidos o que han pedido la baja del servicio.

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En una tácita alusión, el oficial atribuyó su salida al muy criticado ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, de quien dijo que "ha hecho del 2008 un año funesto para el ejército". Santos ha sido reciéntemente desautorizado por su mismo gobierno, por otra de sus polémicas declaraciones.

Este año "ha sido funesto para el ejército ha perdido a sus mejores comandantes y líderes", afirmó Quiñónez, que se refirió a casos como el del ahora ex jefe de la fuerza, el general Mario Montoya, que pidió el retiro el mes pasado tras una purga en la institución.

Un total de 27 oficiales, suboficiales y soldados fueron separados o destituidos tras denuncias sobre una serie de asesinatos, conocidos como falsos positivos, en el nordeste de Colombia.

El hallazgo, en fosas comunes de cementerios, de los restos de una veintena de jóvenes que desaparecieron en una población vecina a Bogotá y que fueron sepultados como rebeldes muertos en combate, destapó lo que parece es una práctica común de las autoridades castrenses para exhibir éxitos en la guerra sucia contra la guerrilla.

La salida de Quiñónez estuvo precedida de varias críticas del presidente Uribe a la tarea de los mandos militares en regiones del centro y el este del país en las que actúan algunos de los narcotraficantes y paramilitares más buscados del país, como los conocidos con los alias de "Cuchillo" y el "Loco Barrera".

El oficial fue hasta hace un mes jefe castrense en Villavicencio, la capital del Meta, región de influencia de esos presuntos delincuentes, cargo que dejó entonces para asumir la jefatura del Estado Mayor del ejército.

El oficial expresó en el comunicado que, pese a que dichos reparos pudieron ser una oportunidad para solicitar la baja del servicio, decidió continuar en activo por su deseo de servicio al país y el compromiso con su fuerza.

"Decidí permanecer hasta el final porque pienso que, de lo contrario, estaría en algún modo aceptando una acusación injusta y falsa", agregó Quiñónez.

Fuentes gubernamentales precisaron a la prensa que el decreto de retirada del militar fue promulgado el pasado 18 de diciembre por Uribe y el ministro de Defensa, y atribuyeron la decisión a la facultad discrecional del jefe del Estado para separar a mandos de la Fuerza Pública.

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