Los teléfonos inalámbricos digitales tambien son peligrosos
Carlos M. Requejo
Dsalud
15/08/09
La peligrosidad de las radiaciones producidas por las torres de alta tensión y los centros de trasformación está fuera de toda duda. Y otro tanto cabe decir de las antenas de telefonía, los teléfonos móviles y los Wi-Fi. En la revista hemos dedicado varios artículos a ello y el lector tiene la información que lo demuestra. Pero no sabíamos si son igualmente peligrosos los teléfonos inalámbricos así que decidimos averiguarlo y la respuesta es contundente: sí. Especialmente los modernos inalámbricos digitales DECT. Nos lo explica en detalle Carlos M. Requejo, experto en Domobiótica -disciplina que estudia los edificios enfermos- y fundador del gabinete Domobiotik que se dedica al asesoramiento profesional en bioconstrucción.
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Tras muchos años de investigación y evaluación del peligro potencial de las emisiones radioeléctricas que emiten las antenas de telefonía móvil los expertos nos encontramos ahora con una sorpresa: empieza a ser mayor el número de personas afectadas por las radiaciones de microondas generadas ¡dentro de los domicilios! Y no sólo a causa de los teléfonos móviles y las redes WiFi, Wimax o similares, sino cada vez más por ¡los teléfonos inalámbricos!
Evidentemente la alarma social ante las antenas está justificada porque la abundante investigación científica -incluidas numerosas evidencias experimentales- permite ya afirmar que toda antena de telecomunicación emite radiofrecuencias potencialmente peligrosas. Lo que muchos ignoran es que en la actualidad la primera fuente de radiaciones de microondas en una vivienda la constituyen los teléfonos inalámbricos digitales tipo DECT, hoy prácticamente presentes en todas las casas. Y es que la radiación que recibe el usuario de un teléfono DECT puede ser ¡cientos de veces más potente! que la recibida de las antenas de telefonía móvil exteriores.
A fin de cuentas la tecnología digital DECT -la más usada hoy en los teléfonos inalámbricos- es muy similar a la de los móviles GSM pues emiten señales pulsantes de la misma estructura. Una tecnología que además se está extendiendo aceleradamente al aumentar cada día sus aplicaciones comerciales que no se limitan ya a la telefonía, al RDSI sin hilos (centralita sin hilos) o a cubrir micro-células sino que hasta existen m onitores para bebés tipo DECT ( style baby monitors ).
QUÉ ES UN TELÉFONO DECT
La siglas DECT corresponden a la expresión Digital Enhanced Cordless Telecommunication, es decir, Telecomunicación inalámbrica intensificada digitalmente. Y el acrónimo GAP que aparece con frecuencia asociado corresponde a Generic Access Profile y es un estándar de los fabricantes que garantiza compatibilidad entre una base y un terminal inalámbrico de fabricantes distintos.
Dicho esto el lector debe saber que la radiación de un teléfono inalámbrico con tecnología DECT es similar a la de un teléfono móvil, que la frecuencia portadora está situada entre 1,88 y 1,9 GHz y la información se transmite en "paquetes" digitalizados mediante "pulsos" a una frecuencia de 100 Hz -con lo que se producen picos en dientes de sierra y los correspondientes armónicos-, que la potencia -depende de cada fabricante- está alrededor de los 10 miliwatios pero los picos máximos de la pulsación pueden alcanzar los 250 miliwatios, que la estación base emite radiaciones continuamente ( non stop ) -incluso cuando el aparato está colgado- y, finalmente, que puede interferir con otros aparatos electrónicos (ordenadores, equipos de música, aparatos médicos, etc.).
ATRACTIVAS VENTAJAS
En Europa los teléfonos inalámbricos DECT se comercializan de manera masiva por las grandes marcas como "teléfono doméstico sin hilos". Su principal ventaja es que una única estación base central conectada a la red eléctrica y a la red telefónica permite usar varios teléfonos supletorios sin necesidad de cables merced a la emisión constante de señales desde la estación base. Con un alcance que puede llegar a varios cientos de metros.
Además existen ya modelos DECT a partir de 19,90 € y resulta barato y sencillo pues crear una red telefónica interna no ya para domicilios sino para fincas de gran tamaño. Y la gente los ha aceptado encantada porque los fabricantes afirman que los teléfonos digitales DECT mejoran la seguridad en las comunicaciones y reducen las interferencias obteniéndose un sonido más claro que con los analógicos. Añadiendo que al transmitir en formato digital la privacidad de las conversaciones está más protegida. Además ofrecen opciones comunes con los móviles como pantalla digital con identificación de llamada, memorización de agenda de teléfonos, tarjeta SIM, bloqueo de teclado, manos libres, auriculares Bluetooth, mensajes SMS, conferencia a tres, función walkie-talkie con llamadas gratuitas entre terminales... Y por si fuera poco tienen contestador. Es más, algunos son auténticas centralitas que incorporan repetidores que permiten extender la cobertura 300 metros más.
TENER UN TELÉFONO DECT ES COMO INSTALAR UNA ANTENA DE TELEFONÍA DENTRO DE CASA
En suma, las ventajas son muchas y por eso se dan a conocer pero lo que no se les dice a los usuarios es que un teléfono DECT emite radiaciones de alta frecuencia ( microondas 1.8 GHz ) las 24 horas del día. Incluso cuando no se usa el teléfono. Emite radiaciones siempre que la estación base esté enchufada a la red eléctrica. Por tanto, instalar un teléfono de tecnología DECT es instalar una antena de telefonía dentro de nuestra propia casa. Con una diferencia importante: su peligrosidad suele ser mayor que la de una antena exterior porque aunque la potencia sea inferior la fuente emisora está más cerca. En muchos casos, en la mesa de nuestra oficina o, aún más grave, en la cabecera de la cama o cerca de ella. Y dónde se halla la fuente emisora es vital pues la radiación se atenúa de manera proporcional al cuadrado de la distancia. Es decir, a doble distancia se recibe la cuarta parte de radiación (2 x 2 = 4); a una distancia triple una novena parte (3 x 3 = 9); y a una distancia diez veces mayor la radiación recibida es cien veces menor (10 x 10= 100).
Así que si sufre usted de dolores de cabeza, insomnio, nerviosismo y otros problemas de salud compruebe ante todo si tiene un teléfono DECT en su vivienda... o en el trabajo. E, incluso, si lo tiene un vecino. Porque ello podría ser la causa.
Piénsese que un teléfono tipo DECT es en realidad un radioemisor short range (de corto alcance) con una potencia de 250 mW y se concibió como una estación base de telefonía. Con un alcance de más de 400 metros en espacio abierto y de unos 60 si hay tabiques de por medio. Y, sobre todo, que emite microondas las 24 horas del día aunque no se hagan llamadas.
Para que pueda comparar le diremos que una antena de telefonía móvil exterior estándar emite con 20 W de potencia y alcanza varios kilómetros en campo abierto (cientos de metros si es en medio urbano). En cambio, el sistema Bluetooth que se utiliza en informática para poder manejar un ratón inalámbrico -es decir, sin cable- funciona con potencias de entre 1 y 100 mW alcanzando hasta 100 metros.
ALTERACIONES DE SALUD
La radiación pulsante de los teléfonos DECT atraviesa hasta las gruesas paredes de cemento por lo que, por razones obvias, atraviesa igualmente los huesos del cráneo, mucho más finos. Y de ahí que estén especialmente expuestos los niños -porque sus cráneos no se han formado aún por completo- así como las personas mayores y los enfermos -porque sus defensas son menores- y las mujeres embarazadas -pues las radiaciones llegan al feto.
En cuanto a las alteraciones de salud que pueden producir son similares a las de la telefonía móvil. Es decir:
Trastornos nerviosos: dolores de cabeza, insomnio, déficit de concentración, agotamiento, cansancio, depresiones e irritabilidad.
Alteraciones del comportamiento en niños como hiperactividad y agresividad; trastornos del aprendizaje, niños "llorones" y alteraciones en el crecimiento y desarrollo.
Arritmias y presión arterial alta.
Ruidos y vibraciones en el oído (acúfenos), mareos y vértigos.
Conjuntivitis y alteraciones de la vista.
Alteraciones en el cuadro hemático, especialmente en niños en los que a veces los glóbulos rojos no alcanzan su total madurez y debido a ello ven limitada su capacidad de trasportar oxígeno provocando síntomas similares a la anemia.
Compactación de los glóbulos rojos y formación de trombos con el consiguiente riesgo incrementado de sufrir trombosis/ictus.
Posibilidad de agravamiento de enfermedades preexistentes.
Cáncer; especialmente tumores cerebrales.
Tales son los principales efectos observados pero otras investigaciones han encontrado que las microondas pulsantes también pueden:
Lesionar el material genético (rotura de ADN).
Alterar la comunicación intercelular.
Influir en el sistema nervioso central.
Romper la barrera hematoencefálica.
Provocar alteraciones del sueño.
Disminuir la capacidad de aprendizaje.
Debilitar el sistema inmunitario.
Afectar al sistema hormonal.
Disminuir la secreción de melatonina.
Aumentar el riesgo de contraer cáncer.
Coadyuvar en los problemas de infertilidad y provocar malformaciones y trastornos al feto y a la madre durante el embarazo.
CÓMO SOLUCIONAR EL PROBLEMA
La única manera de asegurarse de que no recibe radiaciones por esta causa es no instalar un teléfono inalámbrico digital tipo DECT en casa o en la oficina. Y si lo tiene lo mejor es quitarlo y sustituirlo por uno tradicional con cable. O por uno analógico pero sabiendo que éstos también funcionan a alta frecuencia de microondas si bien no emiten pulsaciones y además sólo contaminan cuando se telefonea, no las 24 horas.
Al hacerlo logrará, si se siente mal, que en unas semanas mejore su estado de salud. Aunque librarse de las radiaciones por completo también depende de si sus vecinos más próximos tienen teléfonos con tecnología DECT o cerca de su casa hay una instalada alguna antena de telefonía móvil.
Agregaré que si en su caso cree "imprescindible" usar un inalámbrico puede optar por un teléfono de emisión analógica tipo CT (como el modelo KX-TC1220SPB de Panasonic o el modelo ZET-Phone 600 CT 1 de DSC-Zettler ). Aunque son difíciles de encontrar ya en el mercado pues hoy día la mayoría de los teléfonos inalámbricos comercializados son DECT.
Desde hace poco existen además modelos de teléfonos que siguen la Norma ECO DECT -llamados ecológicos - cuya contaminación radioeléctrica es menor. Como el modelo ZET-Phone 1100, también de DSC-Zettler. Menor contaminación que se debe a que con ellos la emisión de ondas de la base se desconecta automáticamente cuando el teléfono no está siendo usado... pero siempre que tengamos un solo terminal y éste esté colocado en su zócalo o base. Por otro lado, el alcance de la radiación se reduce automáticamente en un 75%: a 25 metros dentro de edificios y a 150 metros al aire libre. Si sobrepasamos esas distancias mientras hablamos por el teléfono éste recupera su potencia máxima.
Ahora bien, entienda que aunque el modelo llamado ecológico es potencialmente menos peligroso emite igualmente radiaciones y por tanto sólo puede aceptarse para un uso breve y puntual debiendo excluirse totalmente su uso si existen niños o personas electrosensibles.
LOS TELÉFONOS INALÁMBRICOS DECT DEBERÍAN PROHIBIRSE
En suma, la preocupación actual por las radiaciones de las grandes antenas externas de telefonía móvil está justificada pero afectan seriamente sólo a un 1% de la población mientras que los teléfonos móviles y los inalámbricos afectan ya a la mayoría de la población y con dosis de radiación mucho más altas. De ahí la importancia de los diversos llamamientos hechos en los últimos años por numerosos científicos advirtiendo de este peligro. Desde las declaraciones de Friburgo, Catania y Benevento pasando por el Informe ECOLOG o la Declaración de Alcalá hasta la más reciente conocida como Bioinitiative Report.
La ministra de Sanidad francesa Roselyn Bachelot, por ejemplo, alertó recientemente en televisión a los padres del riesgo que suponen los teléfonos móviles e inalámbricos para los niños. Y Gerd Oberfeld, miembro del Departamento Público de Salud de Salzburgo (Austria), hizo un llamamiento público para que ni la tecnología WLAN (WiFi-Wimax) ni la DETC se use en escuelas y guarderías.
Es más, muchos expertos están pidiendo ya la prohibición de los teléfonos con tecnología DECT y otros sistemas de telecomunicación pulsantes y que se investiguen de inmediato los efectos sobre la salud a largo plazo de las tecnologías GSM, UMTS, DECT, Bluetooth, WiFi y Wimax.
Para empezar, en un estado de derecho todos esos dispositivos tendrían que indicar la banda de frecuencia (GHz), el sistema de modulación (GPS, UMTS, DECT o WiFi), la potencia de salida (W), la densidad de potencia máxima (mW/m 2 ) y el impacto energético sobre el cerebro humano (SAR o similar). Y, por supuesto, dada su peligrosidad exigir para ellos un etiquetado que diga algo como "El uso continuado de este producto puede tener efectos nocivos sobre la salud".
En suma, conviene eliminar todo emisor de microondas de nuestras casas sustituyendo el teléfono inalámbrico por uno fijo, cambiando la red Wifi interna por una red informática por cable tipo Ethernet y limitar el uso de los teléfonos móviles a las llamadas urgentes para hablar el menor tiempo posible. Y por supuesto, no usar el teléfono móvil cerca de los niños y mucho menos permitir que tengan uno a su disposición.
En cuanto a las radiaciones externas sepa que es posible blindar electromagnéticamente una casa pero es costoso hacerlo cuando ya está construida. A fin de cuentas usando un escáner de microondas con antena logoperiódica (direccional) se puede identificar por dónde entran las radiaciones en la vivienda; sabiendo de antemano que el principal punto de peligro son las ventanas ya que los muros y forjados atenúan en cierta medida las radiaciones.
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