Nanollamaradas alimentan el calor de la corona del Sol
Scientific Blogging / Ciencia Kanija
17/08/09
Pequeños estallidos de calor y energía llamadas nanollamaradas provocan que las temperaturas de la atmósfera del Sol alcancen millones de grados, de acuerdo con investigadores de la NASA.
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La atmósfera exterior del Sol, o corona, está hecha de bucles de gas caliente que se arquean a gran altura sobre la superficie. Estos bucles están formados por haces de tubos magnéticos menores individuales o hebras que pueden tener temperaturas que alcancen varios millones de grados Kelvin (K), incluso aunque la superficie del Sol esté a sólo 5700 grados K.
Las nanollamaradas son pequeños y súbitos estallidos de energía que tienen lugar dentro de esos finos tubos magnéticos en la corona. Al contrario que las llamaradas solares, que pueden verse a través de satélites y telescopios terrestres, las nanollamaradas son tan pequeñas que no pueden resolverse de forma aislada. Sólo podemos ver el efecto combinado de muchas de ellas cuando tienen lugar al mismo tiempo.
Los hallazgos se presentaron por parte de James Klimchuk, astrofísico en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de Greenbelt, Maryland el 6 de agosto en la reunión de la Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional en Río de Janeiro, Brasil.
“Los bucles coronales son los bloques básicos fundamentales de la corona”, dice Klimchuk. “Su forma está definida por el campo magnético, el cual guía el flujo de gases calientes conocido como plasma. El campo magnético también es la fuente de la energía de las nanollamaradas. Creemos que esta tensión en el campo se libera cuando finas láminas de corriente eléctrica se hacen inestables”.
Dos regiones activas aparecen como áreas brillantes en esta imagen del disco completo del Sol, tomadas con el Telescopio de Rayos-X de la nave Hinode. Crédito de la imagen NASA.
Klimchuk y sus colegas han construido un modelo teórico para explicar cómo tienen lugar las llamaradas y cómo responde el plasma dentro de los tubos a temperaturas tan elevadas. “Simulamos estallidos de calor y predijimos qué aspecto tendría el bucle cuando se observó con una variedad de instrumentos”.
Para probar su modelo, el equipo observó emisiones de gas en la corona solar usando el Telescopio de Rayos-X patrocinado por la NASA y el Espectrómetro de Imagen del Ultravioleta Extremo de la nave Hinode de Japón.
“Las temperaturas de 10 millones de grados detectadas en la corona sólo pueden producirse mediante impulsivos estallidos de energía”, dice Klimchuk. El plasma ultra-frío se enfría muy rápidamente, no obstante, lo cual explica por qué es tan tenue y ha sido tan difícil detectarlo hasta el momento. La energía perdida en los conductos de enfriamiento baja hasta la superficie solar relativamente fría. El gas allí es calentado a aproximadamente 1 millón de grados K y se expande hacia arriba para convertise en el componente de 1 millón de grados de la corona que ha sido observado durante muchos años.
La próxima misión de la NASA para estudiar el Sol, el Observatorio de Dinámica Solar, ayudará a los científicos a responder las destacadas preguntas sobre el calentamiento de la corona observando el plasma coronal a distintas temperaturas con una combinación sin precedentes de secuencias rápidas y detalles cercanos.
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