Bolivia logra que la ONU declare al agua como derecho humano
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America Latina
Alai Amlatina/Rebelión
01/08/10
El sexagésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer una histórica resolución, a iniciativa de Bolivia, que reconoce al agua potable y al saneamiento básico como derechos humanos universales y coronó una intensa campaña internacional liderada por el presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales Ayma.
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Tras 15 años de debates, 122 países votaron a favor de una resolución de compromiso redactada por Bolivia que consagra ese derecho, mientras que 41 países se abstuvieron. El texto de esa histórica resolución señala:
La Asamblea General, recordando sus resoluciones 54/175, de 17 de diciembre de 1999, sobre el derecho al desarrollo, 55/196, de 20 de diciembre de 2000, por la que proclamó 2003 Año Internacional del Agua Dulce, 58/217, de 23 de diciembre de 2003, por la que proclamó el Decenio Internacional para la Acción, “El Agua, Fuente de Vida” (2005-2015), 59/228, de 22 de diciembre de 2004, 61/192, de 20 de diciembre de 2006, por la que proclamó 2008 Año Internacional del Saneamiento, y 64/198, de 21 de diciembre de 2009, sobre el examen amplio de mitad de período de las actividades del Decenio Internacional para la Acción, “El Agua Fuente de Vida”, el Programa 21 de junio de 1992, el Programa de Hábitat de 1996, el Plan de Acción de Mar del Plata de 1977, aprobado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, y la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de junio de 1992,
Recordando también la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y el Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, de 12 de agosto de 1949,
Recordando además todas las resoluciones anteriores del Consejo de Derechos Humanos sobre “los derechos humanos y el acceso al agua potable y el saneamiento”, inclusive las resoluciones del Consejo 7/22, de 28 de marzo de 2008, y 12/8, de 1 de octubre de 2009, relativas al derecho humano al agua potable y el saneamiento, el Comentario General núm. 15 (2002) del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales sobre el derecho al agua (artículos 11 y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) y el informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre el alcance y el contenido de las obligaciones pertinentes en materia de derechos humanos relacionadas con el acceso equitativo al agua potable y el saneamiento que imponen los instrumentos internacionales de derechos humanos, así como el informe de la experta independiente sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el acceso al agua potable y el saneamiento,
Profundamente preocupada porque aproximadamente 884 millones de personas carecen de acceso al agua potable y más de 2.600 millones de personas no tienen acceso al saneamiento básico, y alarmada porque cada año fallecen aproximadamente 1,5 millones de niños menores de 5 años y se pierden 443 millones de días lectivos a consecuencia de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento,
Reconociendo la importancia de disponer de agua potable y saneamiento en condiciones equitativas como componente integral de la realización de todos los derechos humanos,
Reafirmando la responsabilidad de los Estados de promover y proteger todos los derechos humanos, que son universales, indivisibles, interdependientes y están relacionados entre sí, y que deben tratarse de forma global y de manera justa y equitativa y en pie de igualdad y recibir la misma atención,
Teniendo presente el compromiso contraído por la comunidad internacional de cumplir plenamente los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y destacando a ese respecto la determinación de los Jefes de Estado y de Gobierno, expresada en la Declaración del Milenio, de reducir a la mitad para 2015 la proporción de la población que carezca de acceso al agua potable o no pueda costearlo y que no tenga acceso a los servicios básicos de saneamiento, según lo convenido en el Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social (“Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo”),
1. Declara el derecho al agua potable y el saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos;
2. Exhorta a los Estados y las organizaciones internacionales a que proporcionen recursos financieros y propicien el aumento de la capacidad y la transferencia de tecnología por medio de la asistencia y la cooperación internacionales, en particular a los países en desarrollo, a fin de intensificar los esfuerzos por proporcionar a toda la población un acceso económico al agua potable y el saneamiento;
3. Acoge con beneplácito la decisión del Consejo de Derechos Humanos de pedir a la experta independiente sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el acceso al agua potable y el saneamiento que presente un informe anual a la Asamblea General, y alienta a la experta independiente a que siga trabajando en todos los aspectos de su mandato y, en consulta con todos los organismos, fondos y programas pertinentes de las Naciones Unidas, incluya en el informe que presente a la Asamblea en su sexagésimo sexto período de sesiones las principales dificultades relacionadas con la realización del derecho humano al agua salubre y potable y el saneamiento, y el efecto de estas en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Una victoria humana
La Asamblea General de la ONU) se reunió en el sexagésimo cuarto período de sesiones.
Tema: aplicación y seguimiento integrados y coordinados de los resultados de las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica y social y esferas conexas.
Varios países copatrocinaron la propuesta como Bolivia, Antigua y Barbuda, Arabia Saudita, Bahrein, Bangladesh, Congo, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador y otros.
El documento de la ONU: El derecho humano al agua y el saneamiento.
Tras 15 años de debates sobre el tema agua, 122 países votaron en favor de una resolución de compromiso redactada por Bolivia.
Durante la votación en la ONU, se registraron 41 abstenciones, entre ellas EEUU, Canadá, Reino Unido y Australia, algo que estaba previsto.
Alrededor de dos millones de personas, la mayoría niños, mueren cada año por enfermedades causadas por el consumo de agua no potable y la falta de instalaciones sanitarias.
Uno de los Objetivos del Milenio señala que antes de 2015 se incrementará el acceso al agua potable.
Larga batalla del Presidente del Estado Plurinacional
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, libró una larga batalla en todos los escenarios nacionales e internacionales para que la ONU reconozca al agua potable y al saneamiento básico como derechos humanos universales.
El 12 de julio, Morales convocó a los líderes mundiales a apoyar la resolución de Naciones Unidas que declare al agua un derecho humano, como clave para frenar el calentamiento global y combatir la extrema pobreza.
“Ahora que tenemos problemas serios por el calentamiento global, no es posible que países que tienen mayor responsabilidad por el cambio climático no quieran apoyar este proyecto de resolución”, subrayó el mandatario.
Señaló que la resolución presentada a la ONU responde a un pedido clamoroso de movimientos sociales de todo el mundo que se reunieron en abril en una conferencia sobre el cambio climático, de la cual surgió una propuesta dirigida a una cumbre mundial que se hará en México.
“Los derechos humanos no pueden ser posibles si la humanidad no cuenta con el agua como un derecho. Hago un pedido a los presidentes y a los jefes de Estado de los cinco continentes: cumplir con las metas del milenio porque es contradictorio que la ONU apruebe como una de las metas del milenio la necesidad de que la humanidad tenga agua y no quiere declarar al agua como un derecho humano”.
Informó que instruyó a las misiones diplomáticas de Bolivia en el mundo llevar adelante una campaña de socialización en diversos países con el fin de que sus gobernantes y movimientos sociales apoyen el proyecto de resolución de Bolivia.
“El agua no debe ser más un negocio privado, sino un derecho que el Estado da a sus pueblos”, declaró el Primer Mandatario.
“Lamentablemente, aquellos países que se dicen defensores de los derechos humanos no apoyan que el agua sea declarado un derecho humano”, indicó Morales.
“Si el agua sigue siendo un negocio privado, es una forma de vulnerar a los derechos humanos y por eso (debe) estar una resolución para declarar al agua un derecho humano. En algunos países, lamentablemente, está como un derecho y negocio privado, cuando debería ser de servicio público”, aseguró.
“Sin agua no podemos vivir, estamos trabajando para que el agua sea declarada un derecho humano”, declaró en rueda de prensa.
Solón: “Falta de agua mata a niños”
El embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón, argumentó en su exposición que cada año más de 3 millones y medio de personas mueren por enfermedades transmitidas por agua contaminada y la falta de líquido mata más niños que el sida, la malaria y la viruela juntos.
La diarrea es la segunda causa más importante de muertes de niños debajo de los cinco años y en el mundo una de cada ocho personas no tiene agua. En sólo un día, más de 200 millones de horas del tiempo de las mujeres se consume para recolectar agua para sus hogares.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud y de Unicef, que lleva por título Diarrea: por qué los niños siguen muriendo y qué se puede hacer, señala que cada día 24.000 niños mueren en los países en desarrollo por causas que se pueden prevenir como la diarrea producto de agua contaminada. Un niño muere cada tres segundos.
El diplomático boliviano subrayó que la situación de la falta de saneamiento es aún mucho peor porque afecta a 2.600 millones de personas que equivalen a un 40 por ciento de la población mundial.
“El saneamiento evoca el concepto de la dignidad humana, se debe considerar la vulnerabilidad y la vergüenza que tantas personas experimentan cada día cuando, una vez más, se ven obligadas a defecar al aire libre, en un cubo o una bolsa de plástico. Es lo indigno de esta situación lo que causa vergüenza”, señaló.
La gran mayoría de enfermedades en el mundo es causada por materia fecal. Se estima que el saneamiento podría reducir en más de un tercio las muertes niños por diarrea.
La mitad de las camas de los hospitales de todo el mundo están ocupadas por pacientes que padecen enfermedades asociadas con la falta de acceso al agua potable y la falta de saneamiento.
Subrayó que la Cumbre Mundial sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio está próxima, por lo que es necesario dar señales que el agua potable y el saneamiento son un derecho humano llegará a la población en los próximos cinco años.
“El acceso al agua potable y al saneamiento son derechos independientes que, como tal, deben ser reconocidos. No es suficiente exhortar a los Estados a que cumplan con sus obligaciones de derechos humanos relativas al acceso al agua potable y al saneamiento. Es necesario convocar a los Estados a promover y proteger el derecho humano al agua potable y al saneamiento”, dijo en la asamblea de la ONU.
Ningún país votó en contra
La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer una resolución a iniciativa de Bolivia que reconoce al agua potable y al saneamiento básico como derechos humanos universales.
El texto fue presentado por el embajador boliviano ante el organismos internacional, Pablo Solón, quien confirmó que la iniciativa fue ratificada con el respaldo de 122 países y ningún voto en contra.
La iniciativa boliviana tuvo el copatrocinio de países como Angola, Antigua y Barbuda, Arabia Saudita, Azerbaijan, Bahrein, Bangladesh, Benin, Eritrea, Burundi, Congo, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Fiji, Georgia, Guinea, Haití, Islas Salomón, Madagascar, Maldivas, Mauricio, Nicaragua, Nigeria, Paraguay, República Centroafricana, República Dominicana, Samoa, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Serbia, Seychelles, Sri Lanka, Tuvalu, Uruguay, Vanuatu, la República Bolivariana de Venezuela, y Yemen.
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Tras 15 años de debates, 122 países votaron a favor de una resolución de compromiso redactada por Bolivia que consagra ese derecho, mientras que 41 países se abstuvieron. El texto de esa histórica resolución señala:
La Asamblea General, recordando sus resoluciones 54/175, de 17 de diciembre de 1999, sobre el derecho al desarrollo, 55/196, de 20 de diciembre de 2000, por la que proclamó 2003 Año Internacional del Agua Dulce, 58/217, de 23 de diciembre de 2003, por la que proclamó el Decenio Internacional para la Acción, “El Agua, Fuente de Vida” (2005-2015), 59/228, de 22 de diciembre de 2004, 61/192, de 20 de diciembre de 2006, por la que proclamó 2008 Año Internacional del Saneamiento, y 64/198, de 21 de diciembre de 2009, sobre el examen amplio de mitad de período de las actividades del Decenio Internacional para la Acción, “El Agua Fuente de Vida”, el Programa 21 de junio de 1992, el Programa de Hábitat de 1996, el Plan de Acción de Mar del Plata de 1977, aprobado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, y la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de junio de 1992,
Recordando también la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad y el Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra, de 12 de agosto de 1949,
Recordando además todas las resoluciones anteriores del Consejo de Derechos Humanos sobre “los derechos humanos y el acceso al agua potable y el saneamiento”, inclusive las resoluciones del Consejo 7/22, de 28 de marzo de 2008, y 12/8, de 1 de octubre de 2009, relativas al derecho humano al agua potable y el saneamiento, el Comentario General núm. 15 (2002) del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales sobre el derecho al agua (artículos 11 y 12 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales) y el informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre el alcance y el contenido de las obligaciones pertinentes en materia de derechos humanos relacionadas con el acceso equitativo al agua potable y el saneamiento que imponen los instrumentos internacionales de derechos humanos, así como el informe de la experta independiente sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el acceso al agua potable y el saneamiento,
Profundamente preocupada porque aproximadamente 884 millones de personas carecen de acceso al agua potable y más de 2.600 millones de personas no tienen acceso al saneamiento básico, y alarmada porque cada año fallecen aproximadamente 1,5 millones de niños menores de 5 años y se pierden 443 millones de días lectivos a consecuencia de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento,
Reconociendo la importancia de disponer de agua potable y saneamiento en condiciones equitativas como componente integral de la realización de todos los derechos humanos,
Reafirmando la responsabilidad de los Estados de promover y proteger todos los derechos humanos, que son universales, indivisibles, interdependientes y están relacionados entre sí, y que deben tratarse de forma global y de manera justa y equitativa y en pie de igualdad y recibir la misma atención,
Teniendo presente el compromiso contraído por la comunidad internacional de cumplir plenamente los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y destacando a ese respecto la determinación de los Jefes de Estado y de Gobierno, expresada en la Declaración del Milenio, de reducir a la mitad para 2015 la proporción de la población que carezca de acceso al agua potable o no pueda costearlo y que no tenga acceso a los servicios básicos de saneamiento, según lo convenido en el Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social (“Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo”),
1. Declara el derecho al agua potable y el saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos;
2. Exhorta a los Estados y las organizaciones internacionales a que proporcionen recursos financieros y propicien el aumento de la capacidad y la transferencia de tecnología por medio de la asistencia y la cooperación internacionales, en particular a los países en desarrollo, a fin de intensificar los esfuerzos por proporcionar a toda la población un acceso económico al agua potable y el saneamiento;
3. Acoge con beneplácito la decisión del Consejo de Derechos Humanos de pedir a la experta independiente sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el acceso al agua potable y el saneamiento que presente un informe anual a la Asamblea General, y alienta a la experta independiente a que siga trabajando en todos los aspectos de su mandato y, en consulta con todos los organismos, fondos y programas pertinentes de las Naciones Unidas, incluya en el informe que presente a la Asamblea en su sexagésimo sexto período de sesiones las principales dificultades relacionadas con la realización del derecho humano al agua salubre y potable y el saneamiento, y el efecto de estas en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Una victoria humana
La Asamblea General de la ONU) se reunió en el sexagésimo cuarto período de sesiones.
Tema: aplicación y seguimiento integrados y coordinados de los resultados de las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en las esferas económica y social y esferas conexas.
Varios países copatrocinaron la propuesta como Bolivia, Antigua y Barbuda, Arabia Saudita, Bahrein, Bangladesh, Congo, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador y otros.
El documento de la ONU: El derecho humano al agua y el saneamiento.
Tras 15 años de debates sobre el tema agua, 122 países votaron en favor de una resolución de compromiso redactada por Bolivia.
Durante la votación en la ONU, se registraron 41 abstenciones, entre ellas EEUU, Canadá, Reino Unido y Australia, algo que estaba previsto.
Alrededor de dos millones de personas, la mayoría niños, mueren cada año por enfermedades causadas por el consumo de agua no potable y la falta de instalaciones sanitarias.
Uno de los Objetivos del Milenio señala que antes de 2015 se incrementará el acceso al agua potable.
Larga batalla del Presidente del Estado Plurinacional
El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, libró una larga batalla en todos los escenarios nacionales e internacionales para que la ONU reconozca al agua potable y al saneamiento básico como derechos humanos universales.
El 12 de julio, Morales convocó a los líderes mundiales a apoyar la resolución de Naciones Unidas que declare al agua un derecho humano, como clave para frenar el calentamiento global y combatir la extrema pobreza.
“Ahora que tenemos problemas serios por el calentamiento global, no es posible que países que tienen mayor responsabilidad por el cambio climático no quieran apoyar este proyecto de resolución”, subrayó el mandatario.
Señaló que la resolución presentada a la ONU responde a un pedido clamoroso de movimientos sociales de todo el mundo que se reunieron en abril en una conferencia sobre el cambio climático, de la cual surgió una propuesta dirigida a una cumbre mundial que se hará en México.
“Los derechos humanos no pueden ser posibles si la humanidad no cuenta con el agua como un derecho. Hago un pedido a los presidentes y a los jefes de Estado de los cinco continentes: cumplir con las metas del milenio porque es contradictorio que la ONU apruebe como una de las metas del milenio la necesidad de que la humanidad tenga agua y no quiere declarar al agua como un derecho humano”.
Informó que instruyó a las misiones diplomáticas de Bolivia en el mundo llevar adelante una campaña de socialización en diversos países con el fin de que sus gobernantes y movimientos sociales apoyen el proyecto de resolución de Bolivia.
“El agua no debe ser más un negocio privado, sino un derecho que el Estado da a sus pueblos”, declaró el Primer Mandatario.
“Lamentablemente, aquellos países que se dicen defensores de los derechos humanos no apoyan que el agua sea declarado un derecho humano”, indicó Morales.
“Si el agua sigue siendo un negocio privado, es una forma de vulnerar a los derechos humanos y por eso (debe) estar una resolución para declarar al agua un derecho humano. En algunos países, lamentablemente, está como un derecho y negocio privado, cuando debería ser de servicio público”, aseguró.
“Sin agua no podemos vivir, estamos trabajando para que el agua sea declarada un derecho humano”, declaró en rueda de prensa.
Solón: “Falta de agua mata a niños”
El embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón, argumentó en su exposición que cada año más de 3 millones y medio de personas mueren por enfermedades transmitidas por agua contaminada y la falta de líquido mata más niños que el sida, la malaria y la viruela juntos.
La diarrea es la segunda causa más importante de muertes de niños debajo de los cinco años y en el mundo una de cada ocho personas no tiene agua. En sólo un día, más de 200 millones de horas del tiempo de las mujeres se consume para recolectar agua para sus hogares.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud y de Unicef, que lleva por título Diarrea: por qué los niños siguen muriendo y qué se puede hacer, señala que cada día 24.000 niños mueren en los países en desarrollo por causas que se pueden prevenir como la diarrea producto de agua contaminada. Un niño muere cada tres segundos.
El diplomático boliviano subrayó que la situación de la falta de saneamiento es aún mucho peor porque afecta a 2.600 millones de personas que equivalen a un 40 por ciento de la población mundial.
“El saneamiento evoca el concepto de la dignidad humana, se debe considerar la vulnerabilidad y la vergüenza que tantas personas experimentan cada día cuando, una vez más, se ven obligadas a defecar al aire libre, en un cubo o una bolsa de plástico. Es lo indigno de esta situación lo que causa vergüenza”, señaló.
La gran mayoría de enfermedades en el mundo es causada por materia fecal. Se estima que el saneamiento podría reducir en más de un tercio las muertes niños por diarrea.
La mitad de las camas de los hospitales de todo el mundo están ocupadas por pacientes que padecen enfermedades asociadas con la falta de acceso al agua potable y la falta de saneamiento.
Subrayó que la Cumbre Mundial sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio está próxima, por lo que es necesario dar señales que el agua potable y el saneamiento son un derecho humano llegará a la población en los próximos cinco años.
“El acceso al agua potable y al saneamiento son derechos independientes que, como tal, deben ser reconocidos. No es suficiente exhortar a los Estados a que cumplan con sus obligaciones de derechos humanos relativas al acceso al agua potable y al saneamiento. Es necesario convocar a los Estados a promover y proteger el derecho humano al agua potable y al saneamiento”, dijo en la asamblea de la ONU.
Ningún país votó en contra
La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) aprobó ayer una resolución a iniciativa de Bolivia que reconoce al agua potable y al saneamiento básico como derechos humanos universales.
El texto fue presentado por el embajador boliviano ante el organismos internacional, Pablo Solón, quien confirmó que la iniciativa fue ratificada con el respaldo de 122 países y ningún voto en contra.
La iniciativa boliviana tuvo el copatrocinio de países como Angola, Antigua y Barbuda, Arabia Saudita, Azerbaijan, Bahrein, Bangladesh, Benin, Eritrea, Burundi, Congo, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Fiji, Georgia, Guinea, Haití, Islas Salomón, Madagascar, Maldivas, Mauricio, Nicaragua, Nigeria, Paraguay, República Centroafricana, República Dominicana, Samoa, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Serbia, Seychelles, Sri Lanka, Tuvalu, Uruguay, Vanuatu, la República Bolivariana de Venezuela, y Yemen.
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