Algunas de las falsedades que propagan sobre Irán

Juan Cole
Information Clearing House
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
04/10/09

El jueves es un día funesto para el mundo, cuando EE.UU., otros miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y Alemania se reúnan en Ginebra con Irán en un intento de solucionar temas pendientes. Aunque el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad había intentado sacar el tema nuclear de la mesa de negociaciones, ese despliegue retórico fue sólo una táctica inicial y los temas nucleares ciertamente dominarán las conversaciones. Como señaló Henry Kissinger, esas conversaciones no hacen que comenzar y es muy poco probable que haya algún adelanto durante mucho tiempo. La diplomacia es un maratón, no una carrera corta.

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Pero pensé que aprovecharía esta oportunidad para enumerar algunas cosas que la gente tiende a creer que sabe sobre Irán, pero que se basan en evidencia poco firme.

Creencia: Irán es agresivo y ha amenazado con atacar a Israel, sus vecinos o EE.UU.

Realidad: Irán no ha lanzado una guerra agresiva en la historia moderna (a diferencia de EE.UU. o Israel), y sus dirigentes tienen una doctrina de “ningún primer ataque.” Esto vale para el Supremo Líder Ali Jamenei, así como para los comandantes de los Guardias Revolucionarios.

Creencia: Irán es una sociedad militarizada repleta de armas peligrosas y una creciente amenaza para la paz mundial.

Realidad: El presupuesto de Irán es de poco más de 6.000 millones de dólares por año. Suecia, Singapur y Grecia tienen todos presupuestos militares más grandes. Además, Irán es un país de 70 millones, de modo que sus gastos per cápita en defensa son ínfimos en comparación con esos países, ya que son países con una población mucho más pequeña. Irán gasta menos en sus fuerzas armadas per cápita que cualquier otro país en la región del Golfo Pérsico con la excepción de los Emiratos Árabes Unidos.

Creencia: Irán ha amenazado con un ataque militar contra Israel y con “borrarlo del mapa.”

Realidad: Ningún dirigente iraní en el ejecutivo ha amenazado con un acto agresivo de guerra contra Israel, ya que esto contradeciría la doctrina de “ningún primer ataque” a la cual ha adherido el país. El presidente iraní ha dicho explícitamente que Irán no constituye una amenaza para ningún país, incluido Israel.

Creencia: ¿Pero no amenazó el presidente Mahmud Ahmadineyad con “borrar a Israel del mapa”?

Realidad: El presidente Mahmud Ahmadineyad citó a Ayatolá Jomeini en cuanto a que “este régimen de Ocupación sobre Jerusalén debe desaparecer de la página del tiempo”

(in rezhim-e eshghalgar-i Qods bayad as safheh-e ruzgar mahv shavad). No fue una promesa de hacer rodar los tanques e invadir o de lanzar misiles. Es la expresión de una esperanza de que el régimen se derrumbe, como sucedió con la Unión Soviética. No es en absoluto una amenaza de matar a nadie.

Creencia: ¿Pero no son negacionistas del Holocausto los iraníes?

Realidad: Algunos lo son, otros no. El ex presidente Mohamad Jatami ha criticado a

Ahmadineyad por cuestionar toda la extensión del Holocausto, que calificó de “el crimen del nazismo.” Muchos iraníes educados en el régimen tienen perfecta conciencia de los horrores del Holocausto. En todo caso, a pesar de lo que implican los propagandistas, ni la negación del Holocausto (por maligna que sea) ni los insultos contra Israel son lo mismo que el compromiso con un ataque militar contra ese país.

Creencia: Irán es como Corea del Norte porque tiene un programa activo de armas nucleares, y es el mismo tipo de amenaza para el mundo.

Realidad: Irán tiene una instalación de enriquecimiento nuclear en Natanz, cerca de Isfahán, donde dice que trata de producir combustible para futuros reactores nucleares civiles para crear electricidad. Todos los dirigentes iraníes niegan que esa instalación sea para la producción de armas, y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) la ha inspeccionado regularmente y no ha encontrado un programa de armas. Irán no es enteramente transparente, lo que genera algunas dudas, pero toda la evidencia que el OIEA y la CIA han podido reunir apunta a que no existe un programa de armas. El Cálculo Nacional de Inteligencia de 2007 de 16 agencias de inteligencia de EE.UU., incluidas la CIA y la Agencia de Inteligencia de la Defensa, evaluó con bastante seguridad que Irán no tiene un programa de investigación de armas nucleares. Esta evaluación se basó en informaciones de científicos nucleares tránsfugas, así como en los documentos que se llevaron con ellos, aparte de señales de inteligencia de EE.UU. desde Irán. Aunque los servicios de inteligencias de Alemania, Israel y recientemente el Reino Unido muestran más sospechas respecto a las intenciones iraníes, todos estos se equivocaron totalmente respecto a las supuestas Armas de Destrucción Masiva de Iraq y Alemania, en particular, fue engañada por Curveball, un fanfarrón iraquí borracho.

Creencia: Occidente descubrió recientemente una planta secreta de armas nucleares iraní en una montaña cerca de Qom.

Realidad: Irán anunció el lunes de la semana pasada al OIEA que había iniciado la obra para una segunda instalación civil de enriquecimiento de uranio cerca de Qom. No hay materiales nucleares en el lugar y no ha iniciado la producción, de modo que técnicamente Irán no está en violación del Tratado de No Proliferación Nuclear, aunque rompió su promesa al OIEA de que informaría de inmediato a la ONU sobre cualquier trabajo en una nueva instalación. Irán ha prometido que permitirá que la instalación sea inspeccionada regularmente por el OIEA, y si cumple con su promesa, como lo ha hecho en general en la planta de Natanz, Irán no podrá producir armas nucleares en el lugar, ya que serían detectadas por los inspectores. La secretaria de Estado Hillary Clinton admitió el domingo que Irán no podría producir armas nucleares en Natanz precisamente porque está siendo inspeccionado. Pero a pesar de ello los halcones belicistas estadounidenses han exigido repetidamente un ataque contra Natanz.

Creencia: El mundo debería sancionar a Irán no sólo por su programa de investigación de enriquecimiento nuclear sino porque el actual régimen robó la elección presidencial de junio y reprimió brutalmente las manifestaciones siguientes.

Realidad: El movimiento de reforma de Irán se opone decididamente al aumento de las sanciones contra Irán, que probablemente no afectarían al régimen, y que dañarían a los iraníes de a pie.

Creencia: ¿No es irracional y demencial el régimen iraní, de modo que una doctrina de destrucción mutuamente asegurada simplemente no funcionaría en su caso?

Realidad: Los políticos iraníes son protagonistas racionales. Si fueran dementes, ¿por qué no han invadido a ninguno de sus vecinos? Sadam Husein de Iraq invadió Irán y Kuwait. Israel ha invadido a sus vecinos más de una vez. Al contrario, Irán no ha iniciado ninguna guerra. La satanización de otros llamándolos desequilibrados es un viejo truco propagandístico. La elite de EE.UU. se oponía otrora inalterablemente a que China tuviera ciencia nuclear porque creía que los chinos eran intrínsecamente irracionales. Esa manera de expresarse es una forma de racismo.

Creencia: La comunidad internacional no habría impuesto sanciones contra Irán, y no estaría tan preocupada, si no constituyera una futura amenaza nuclear.

Realidad: La tecnología de centrifugación que Irán está utilizando para enriquecer uranio es continua. Antiguamente, se podía decir qué países podrían querer una bomba nuclear al saber si estaban construyendo reactores de agua ligera (inadecuados para la producción de bombas) o de agua pesada (podrían ser utilizados para hacer una bomba). Pero con las centrífugas, una vez que se puede enriquecer a un 5% para alimentar un reactor civil, teóricamente se puede volver a procesar el material muchas veces y enriquecerlo hasta un 90% para hacer una bomba. Sin embargo, mientras las plantas de centrífugas sean activamente inspeccionadas, no pueden ser utilizadas para hacer una bomba. Las dos señales de peligro serían si Irán expulsara a los inspectores o si encontrara una manera de crear una instalación secreta. Esta última tarea sería extremadamente difícil, sin embargo, como lo demuestra el descubrimiento por la CIA de la construcción de la instalación de Qom en 2006 mediante fotos satelitales. Las instalaciones nucleares, especialmente las de centrifugación, consumen mucha agua, material de construcción, etc., de modo que la construcción secreta de una es algo muy difícil. En todo caso, no se puede atacar y destruir un país porque se intuye que podría estar haciendo algo ilegal. Se necesita algún tipo de prueba. Además, Israel, Pakistán e India son mucho peores ciudadanos del globo que Irán, ya que se han negado a firmar el TNP y luego se dedicaron a fondo a conseguir una bomba; y el Consejo de Seguridad de la ONU no ha hecho nada en su contra.

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