Campesinos chinos dicen no a las Olimpiadas

Por Fang Xiao, La Gran Época
21-07-2007

Después de tomar conocimiento sobre la sustracción de órganos a practicantes de Falun Gong con vida, y sobre cómo abusan de los niños tomados como esclavos en fábricas de ladrillo en Shanxi, los campesinos que perdieron sus tierras, tras ser expropiadas por el gobierno, dijeron a La Gran Época que conocieron la verdadera cara del Partido Comunista Chino (PCCh) y realmente creen que realizar las Olimpiadas en Beijing no significa nada si no hay derechos humanos básicos en China.

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“Necesitamos derechos humanos, no Olimpiadas”

Según Wang Guilin, representante de campesinos de Fujin que perdieron sus tierras como consecuencia de las acciones del gobierno, el PCCh desea solamente mejorar su imagen llevando a cabo las Olimpiadas; y la realidad es que hay una gran cantidad de gente en China que no puede comer, ir a la escuela, o ver a un doctor. En vez de solucionar los problemas básicos, el PCCh dice a la comunidad internacional que los derechos humanos en China están en su mejor momento. “El gobierno otorga los fondos provenientes de la recaudación impositiva para entrenar a atletas profesionales y para ganar las medallas de oro pero no benefician a quienes pagan esos impuestos, ni garantizan ningún derecho humano. ¿Las medallas de oro significan no significan nada? Cerca de 7.000 campesinos firmaron una petición solicitando que necesitan derechos humanos, no Olimpiadas”.

Para los campesinos llevar a cabo las Olimpiadas en China no tiene sentido “No hay derechos humanos aquí, el PCCh no nos trata como seres humanos, ¿Por qué molestarse en realizar los Juegos Olímpicos? ¡Paren de gastar nuestro dinero! Es realmente duro vivir para un granjero. No hay seguridad en la vida, el gobierno asume arbitrariamente el control de nuestras tierras cuando ven que presenta buenas condiciones y los funcionarios no podrían ser menos cuidadosos con nosotros. Cuando China tuvo la posibilidad de llevar a cabo las Olimpiadas el gobierno prometió mejorar las condiciones en los derechos humanos, pero están mintiendo”.

Para muchos campesinos, bajo las reglas del PCCh la gente no puede satisfacer sus necesidades básicas y nadie puede hacer nada el respecto, porque cualquier persona que se queje del régimen, es arrestada porque el gobierno interpreta que tiene malas intenciones políticas.


El despertar después de leer los “nueve comentarios sobre el partido comunista”

El año pasado con la ayuda de quienes aprendieron cómo romper la obstrucción a Internet y acceder a los sitios web censurados por el PCCh, algunos campesinos después de leer los “Nueve Comentarios” llegaron a tener una comprensión más clara del régimen comunista.

Verdaderamente se convencieron de que el PCCh es capaz de cometer los actos mas atroces después de enterarse que los hospitales de la ciudad de Shengyang sustraían los órganos de practicantes de Falun Gong mientras estaban aún vivos, e inmediatamente recordaron cómo la policía local arrestó ferozmente en diferentes ocasiones a practicantes de su región.

Según la reflexión de los campesinos, sin la aprobación del gobierno, ningún hospital se atrevería a sustraer órganos en una escala tan grande. Los incidentes que involucraron al gobierno por permitir secretamente que las fábricas de ladrillos utilicen a niños como esclavos, y la brutal persecución hacia quienes practican verdad, benevolencia y tolerancia condujo a que los campesinos descubran la naturaleza anti-humanidad del PCCh.


Antecedentes de campesinos perdiendo tierras

Hace doce años, un hombre llamado Zhang Zhende, diciendo ser un hombre de negocios de Corea del Sur, fue a la ciudad de Fujin como inversionista y acordó con el gobierno local apropiarse grandes cantidades de dinero del seguro del estado y entre ambos adquirieron ilegalmente 38.446,50 hectáreas de tierra de alrededor de 40 mil campesinos en 63 aldeas para “ayudar a desarrollar el área”.

Mientras que los campesinos llevaban adelante fuertes protestas, la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad de Fujin trabajó con criminales clandestinos que quemaron casas y escuelas y balearon y lastimaron a muchos trabajadores. Los campesinos fueron forzados a abandonar la tierra, y finalmente el gobierno en nombre de la construcción de infraestructura para el agua, expropió de forma obligatoria 80.940 hectáreas de tierra sin entregar remuneración alguna.

En un intento por conseguir la restitución de sus tierras, los campesinos acudieron al gobierno central demandando uno tras otro cada caso durante los últimos 12 años. La respuesta fue represión y violencia, un alto precio por luchar por sus derechos.