Proponen usar armas nucleares contra los asteroides

Canarias al día
24/07/10

El científico Boris Shustov, director del Instituto de Astronomía de la Academia Rusa de las Ciencias, se ha convertido en el protagonista de una alarmante información aparecida en numerosos medios de comunicación, según la cual, el científico ruso habría afirmado que cerca de 7.000 asteroides de gran tamaño se dirigen hacia la Tierra. Para evitar un posible impacto, este experto opta por el uso de armas nucleares.
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Obviamente, la noticia, exagerada en sus titulares era incorrecta. Shustov se refería más concretamente al problema que supone la existencia 7.000 objetos cercanos a la Tierra, según el catálogo de la NASA, que en algún momento pudieran cruzarse en el camino de nuestro planeta. No es cierto que tal cantidad de objetos (asteroides y cometas) se hallen en rumbo de colisión.

Las declaraciones de Shustov pretendían crear un estado de alerta, que no de alarma, sobre una situación que se producirá tarde o temprano y que necesitará de la coordinación de los países del mundo para tomar medidas. No en vano, a principios del presente mes tenía lugar una reunión entre miembros de la Academia Espacial Rusa y representantes europeos para afrontar una amenaza que, lejos de parecer una película de ciencia ficción, cada vez se toma más en serio.

Canariasaldía.com ha podido ponerse en contacto con Boris Shustov para aclarar algunos de los aspectos más controvertidos de este asunto y para conocer, de primera mano, si se están exagerando las informaciones que casi a diario llegan al público sobre una posible colisión con un asteroide. Para el científico ruso, ciertamente, el peligro existe. Aparte del mediático asteroide Apophis, que en 2029 pasará en “vuelo rasante” cerca de nuestro planeta, destaca la existencia de otra roca de la que apenas se han hecho eco los medios. Se trata del 2007VK184, de 130 metros de diámetro, cuyo impacto sería probable en 2048.

La probabilidad de que el choque tenga lugar está establecida en 1 frente a 3.000; según Shustov, “esto es una probabilidad de unas 50 veces superior a la del Apophis”. Ante este panorama, surge la duda de si realmente es posible evitar el impacto de un asteroide. El experto responde que “si es pequeño y detectado a tiempo (años o décadas con anterioridad al impacto), podemos intentar desviarlo de su trayectoria. La tecnología necesaria para ello existe”. Pero, ¿y si fuera de gran tamaño? En este caso, Shustov es claro al respecto: “La interrupción sería el único camino posible”.

El científico se refiere al posible uso de armas atómicas, algo que se había descartado por las consecuencias inciertas que pudiera tener y por lo controvertido de tal medida. “Es comúnmente aceptado por lo expertos que, en caso de emergencia, nos veremos forzados al uso de armas termonucleares” aclara. Se trata de una solución final que cada vez contemplan más científicos. Recientemente, el físico David Dearborne, ha defendido esta opción en el caso de que quedara escaso tiempo para reaccionar, quizás semanas, al margen de ser una alternativa rentable desde el punto de vista del esfuerzo empleado. Aún con todo, Shustov, advierte de que no se trata de una solución ideal y “con consecuencias impredecibles”.

Desastre total si mide más de un kilómetro

Para el peor de los escenarios, aquel en el que el peligro lo constituyera una roca de más de un kilómetro, el científico no conserva grandes esperanzas. “En este caso, parece que no habría forma de evitar una colisión desastrosa” responde. Afortunadamente, este tipo de asteroides constituyen alrededor de un centenar de los 7.000 catalogados, están vigilados y no parece que alguno suponga un peligro especial.

La envergadura de la amenaza y la necesidad de desarrollar medidas eficaces hace que la pelota pase al tejado de los políticos, quienes deberán establecer un marco apropiado que permita una capacidad de respuesta óptima. Shustov aclara que “en este momento, los gobiernos están tomando decisiones en este terreno”. Pone el ejemplo de los Estados Unidos, el país que encabeza la detección de asteroides potencialmente peligrosos, que “ha apoyado el programa Space Guard con fondos del Congreso y el Gobierno”.

Sin embargo, un peligro de alcance global no deberá limitarse a las decisiones individuales de los países. Deberá crearse un foro internacional que permita coordinar las decisiones. El científico responde que “en el plano internacional, la cooperación está en progreso. En la ONU hay un grupo especial, el Action Team 14, que se ha establecido para coordinar las actividades en relación a los NEOs (Objetos Cercanos a la Tierra)”. También revela que “el próximo año, un documento, Recomendaciones para una respuesta internacional ante la amenaza de impacto de un Objeto Cercano a la Tierra, será presentado a este grupo ante el COPUOS (una organización de la ONU cuyo acrónimo en castellano significa Comisión para el Uso Pacífico del Espacio)”.

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