El esperma de los europeos pierde calidad
A este paso, en vez de preocuparnos por el exceso de población, tendremos que preocuparnos por si nos vamos a extinguir... Supongo que aunque la noticia se refiere a los hombres europeos, se puede extrapolar a los de todo el mundo.
El esperma de los europeos pierde calidad
Tabaco, estrés, obesidad y contaminación ambiental contribuyen al empeoramiento del semen.- Los lituanos obtienen el mejor resultado; los daneses, el peor, y los españoles quedan en medio.
Seguir Leyendo...CARMEN PÉREZ-LANZAC - Madrid - 11/03/2007 El País
El estado de los espermatozoides empeora. Tanto en cantidad como en calidad. Un estudio científico realizado en varios países europeos asegura que en las últimas cinco décadas su número se ha reducido a la mitad (de 113 millones por mililitro de media se ha pasado a 66 millones) y su movilidad es cada vez menor y más torpe. Por países, los hombres lituanos son los que mejor calidad de semen tienen, mientras que los daneses presentan el cuadro más deficiente (los españoles se sitúan en la zona media). Los expertos atribuyen la reducción de la calidad del esperma a fenómenos como el tabaco, el estrés, la obesidad, el aumento de productos contaminantes y a un lento pero imparable proceso de degeneración genética.
Algo pasa con la calidad del semen de los hombres. O así lo creen científicos de todo el mundo. Según muchos estudios, en algunas zonas se está reduciendo el número de espermatozoides por eyaculado. El tema empezó a preocupar a los expertos en 1992.
Ese año, investigadores daneses hicieron saltar las alarmas al publicar en el British Medical Journal un estudio pionero sobre el descenso de la calidad del semen. Tras analizar 61 trabajos publicados entre 1938 y 1991 con datos de 15.000 varones, llegaron a la conclusión de que la calidad espermática se había reducido en un 50% en esas cinco décadas (el número de espermatozoides por mililitro de eyaculado había bajado de 113 millones a 66), lo que venía a suponer una disminución del 1% anual.
Desde entonces, la literatura científica le ha dedicado muchos estudios al tema, unos apoyando la tendencia, otros restándole dramatismo. Recientemente, Niels Skakkebaek, uno de los coautores de aquella primera publicación, puso en marcha un estudio en varios países europeos para poder hacer una comparativa regional. Dinamarca, Finlandia, Francia, Reino Unido, Suecia, Lituania, Estonia, Letonia y España participaron en el estudio.
Los resultados preliminares señalan lo que ya sospechaban: que hay importantes diferencias regionales. Los daneses, con 44 millones por mililitro de eyaculado, son los peor parados. Los mejor situados son los lituanos (con 65 millones por mililitro), letones (63), estonios (62) y finlandeses (61). Los españoles, con 52 millones, se encuentran en un punto intermedio.
El estudio español ha sido dirigido por Nicolás Olea, del Laboratorio de Investigaciones Médicas del hospital Clínico de Granada, y Cristóbal Avivar, del área Integrada de Biotecnología del hospital de Poniente de Almería, que han analizado el semen de 300 voluntarios almerienses de entre 18 y 23 años. Teniendo en cuenta los tres parámetros fundamentales con los que la Organización Mundial de la Salud evalúa la calidad del semen (y que debe tener más de 20 millones de espermatozoides por mililitro de eyaculado, un 25% de espermatozoides con movilidad adecuada y un 30% con una morfología definida), las medias de los españoles se ajustan a los parámetros mínimos de calidad. Pero hay datos a tener en cuenta: el 14,5% de los participantes no cumplía el criterio mínimo de concentración (es decir, tenían menos de 20 millones de espermatozoides por eyaculado) y un porcentaje bastante significativo (el 32,8%) no superó el de movilidad.
El estudio de Skakkebaek explica los factores asociados al descenso de calidad seminal: tabaco, estrés, sedentarismo, consumo de drogas, hábitos alimenticios y el uso de ropa ajustada, que sube la temperatura testicular. A éstos se unen los compuestos químicos ambientales que actúan sobre el organismo.
"El efecto combinado de los compuestos químicos de contaminantes ambientales, como los pesticidas órganoclorados persistentes (el DDT, metoxicloro, las drinas) puede haber influido en esta pérdida de calidad seminal", comenta Nicolás Olea. Lo explica Marieta Fernández, coautora del estudio junto a Olea y Aviar: "Está demostrado que hay una serie de sustancias que el hombre ha producido que tienen la capacidad de imitar a nuestras hormonas endógenas, como la testosterona o las hormonas tiroideas, y estamos convencidos de que están teniendo un papel preponderante en patologías dependientes de las hormonas como el cáncer de próstata y mama o la calidad seminal".
De hecho, y pese a que de momento no se puede establecer una causa efecto directa, se encontró una media de 9 pesticidas prohibidos (de los 18 analizados) en la sangre de los 300 almerienses que participaron en el estudio. "Se trata de pesticidas ya prohibidos, pero a los que hemos estado expuestos desde que estábamos en el vientre materno", explica Olea. "Quedaría por demostrar su incidencia en la calidad seminal. Y en ello estamos. Por lo menos ahora tenemos algo de lo que carecíamos: un estudio fiable en el que basar futuros análisis".
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