En México las cifras de la guerra contra las drogas no tienen sentido

Kristin Bricker
Narconews
Traducción del inglés por Fernando León
08/12/09

En México las cifras de la guerra contra las drogas no tienen sentido

Tan solo una semana antes de que Felipe Calderón cumpliera la mitad de su sexenio, La Jornada reporta que en su administración han ocurrido 16,500 ejecuciones extrajudiciales. Según las fuentes de La Jornada en el gabinete de Calderón 6,500 ejecuciones han ocurrido en 2009.

...Siga leyendo, haciendo click en el título...


Estas últimas cifras significan que este 2009 romperá una nueva marca en la guerra contra las drogas de Calderón. En solo tres años, Calderón ha rebasado la cifra de muertos relacionados con el narco del sexenio entero de su predecesor Vicente Fox. Se estima que en el sexenio de Fox hubo entre 9,000 y 13,000 muertos relacionados con el narco. Calderón también ha superado su propia marca: a solo un mes de que el año termine las 6,500 ejecuciones claramente han pasado las 6,262 del año anterior.

Las nuevas cifras publicadas en La Jornada sugieren que el gobierno previamente no ha reportado muertes por el narco. El gobierno reportó que hubo 2,477 muertes relacionadas con el narco en 2007, y en 2008 el número se elevó a 6,262 muertes, dando un total de 8,739 muertes en 2007 y 2008. Para que las cifras oficiales alcancen el número de 16,500 ejecuciones en lo que va del sexenio de Calderón, como afirman fuentes de su mismo gabinete, 7,761 personas tendrían que morir en 2009, no las 6,500 que el gobierno afirma. Esta es una discrepancia de más de 1,000 ejecuciones.

Esta discrepancia no sería extraña si se toman en cuenta las desapariciones relacionadas con el crímen organizado (esto es cuando alguien es secuestrado y nunca más aparece); el gobierno cuenta ambas cifras de forma separada. En el curso de la administración de Calderón han desaparecido 3,160 personas. Para tener una referencia, en el sexenio de Vicente Fox desaparecieron 95 personas.

La caída de las incautaciones de droga

La impresionante violencia en México ni siquiera puede ser justificada por los resultados cuantitativos de la guerra contra las drogas. Según el Reporte Internacional del Control Estratégico de los Narcóticos (INCSR por sus siglas en inglés) las incautaciones de droga han disminuido desde que Calderón inició con su guerra contra las drogas, mientras que la producción de drogas está aumentando.

La primera gráfica muestra las incautaciones de opio y heroína en México del 2006 al 2008, según las cifras del INCSR. Calderón desplegó a los primeros soldados en la guerra contra las drogas en diciembre de 2006, lo que significa que la abrumadora mayoría de los resultados reportados en 2006 ocurrieron durante el mandato de su antecesor Vicente Fox. Por lo tanto, el 2006 es presentado como valor de base. El 2008 es el registro más reciente disponible en INCSR.

La gráfica muestra como las incautaciones han disminuido constantemente desde que Calderoń declaró la guerra contra las drogas. Las incautaciones de goma de opio tuvieron un aumento drástico en 2007, el primer año completo de la guerra de Calderón, pero cayó a la mitad en 2008. La erradicación de la amapola tuvo una caída en 2007, y a pesar de que aumentó en 2008, no recobró los niveles de 2006.

Como la gráfica siguiente muestra, la incautación y erradicación de marijuana cayó también. La incautación subió un poco en 2007, pero desde entonces ha caído de los niveles de 2006. De acuerdo con el INCSR, la erradicación de la marijuana ha experimentado una constante caída desde 2003; la guerra de Calderón no ha hecho nada por frenar esta tendencia.

El plan de gastos en la Iniciativa Mérida del Departamento de Estado, publicado el año pasado, sugirió que si las incautaciones de droga disminuían, como ocurre en la actualidad, podría significar que Calderón está ganando la guerra contra las drogas. De acuerdo con el plan de gastos:

Con recursos adicionales a los esfuerzos de interdicción en todo México, es natural esperar el aumento inicial de las cantidades de materiales ilícitos incautados (drogas, armas, dinero en efectivo en gran cantidad, y otros artículos de contrabando.) Sin embargo, es importante señalar que si estos esfuerzos resultan exitosos, es probable que las incautaciones—en algún punto indeterminado—disminuyan a medida que las organizaciones delictivas se debiliten y se interrumpan las rutas del tráfico.

Es decir, que ¿la reducción en los niveles de incautación significan que la estrategia de Calderón ha debilitado a las organizaciones del tráfico de drogas al punto en que la industria ha sido interrumpida significativamente como sugiere el plan de gastos de la Iniciativa Mérida? Absolutamente no. Como la tabla de abajo muestra, el INCSR reporta que los niveles de producción de droga han aumentado desde que Calderón inició su guerra contra las drogas. (La información de la producción de droga en 2007 no está disponible.)

En otras palabras, de acuerdo con el Departamento de Estado, que prepara el INCSR y es el responsable de supervisar la Iniciativa Mérida, la incautación y erradicación de droga está disminuyendo en México, y la producción de droga está aumentando. Esto significa que desde que Calderón inició su guerra, hay más drogas mexicanas en el mercado, no menos.

Las violaciones a los derechos humanos aumentan

Mientras las ejecuciones aumentan, las incautaciones disminuyen, y la producción de droga aumenta, México también experimenta un incremento alarmante en las violaciones a los derechos humanos perpetradas por agentes del gobierno—particularmente el ejército—en la guerra contra las drogas de Calderón. Organizaciones de derechos humanos en México han afirmado que las violaciones a los derechos humanos cometidas por el ejército han aumentado seis veces en los últimos dos años.

El proyecto conjunto No Más Abusos del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, el Centro Fundar para el Análisis y la Investigación y la Sección México de Amnistía Internacional monitorea los abusos a los derechos humanos cometidos por soldados, policías, y otros agentes del gobierno. No Más Abusos le dio seguimiento a las quejas por derechos humanos recibidas en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en los últimos años. Los resultados son los siguientes:

No Más Abusos apunta que las quejas por derechos humanos presentadas ante la CNDH “se duplicaron de 2006 a 2007 y presentaron un incremento mayor al 330% para el 2008 con relación al año anterior. Por el patrón que presentan las quejas notificadas en los primeros siete meses de 2009, las cuales sirven para aproximarnos a la tendencia del año [2009], todo parece indicar que se volverá a presentar un aumento significativo en los abusos denunciados.” No Más Abusos menciona que: “Cabe aclarar que los datos presentados en esta entrega del Boletín No más Abusos sólo representan un porcentaje parcial del universo de víctimas de abusos militares a lo largo y ancho del país.” Esto se debe a que la información está basada en quejar recibidas por la CNDH, organismo gubernamental, y no todos los abusos llegan a ser quejas formales, esto debido al miedo por represalias o por la desconfianza en la eficacia de presentar una queja ante la CNDH.

¿La guerra contra las drogas vale la pena?

La guerra contra las drogas es una guerra fallida en todos los sentidos: seguridad, derechos humanos, e interdicción a las drogas.

El gobierno mexicano, en algún nivel, parece estar dándose cuenta de esto. En julio anunció que reduciría el involucramiento de los militares en las actividades policiacas en Ciudad Juárez. Hasta ese momento Ciudad Juárez era “el laboratorio del estilo calderonista de combatir a los cárteles del crimen organizado”, con soldados haciendo la mayoría de las actividades de la policía local. Fue en un experimento que salió muy mal.

En julio, el Secretario de Seguridad Pública de Chihuahua, Victor Valencia de los Santos, y el Secretario de Seguridad Pública Federal Genaro García Luna, tomaron la decisión de dar marcha atrás en el rol de los militares en Ciudad Juárez, debido a que “los miles de soldados y policías municipales no han hecho otra cosa que desfilar a diario por toda la ciudad y ese sistema de vigilancia no ha dado resultado, aparte de que sale demasiado caro solamente en lo concerniente al consumo de gasolina y de diesel’. Todo ello, además de los gastos para el sostenimiento de las tropas que provienen desde otros lugares del país.”

Pero ahora el rol del ejército en Ciudad Juárez no solo será modificado: los regidores de Ciudad Juárez decidieron sacar completamente al ejército de la ciudad. La Jornada reporta: “Leopoldo Canizales, de la fracción mayoritaria priísta, dijo que un estudio sobre costos y resultados del Ejército en nada favorece a los militares, pues no se han alcanzado los resultados que se esperaban porque la delincuencia, los homicidios, secuestros, extorsiones, robos de autos y otros delitos siguen creciendo.” Según funcionarios locales en solo ocho meses el gobierno de la ciudad gastó más de MX$14.5 millones (US$1.3 millones) para sostener la ocupación militar. Además, más de mil denuncias se han presentado contra los militares y policías desde enero de 2008; la mayoría de las denuncias son por daño a la propiedad y daños físicos. Frente a estos hechos, los regidores de la ciudad decidieron no renovar el contrato con la Secretaría de Defensa.

El fracaso total de la guerra contra las drogas, ha llevado a que el ex secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda hiciera un llamado al gobierno para “restablecer el acuerdo tácito o modus vivendi que se tenía con los cárteles de la droga al considerar que con la política de enfrentamiento total a esas organizaciones criminales ni se logró frenar la violencia ni tampoco se modificó el bajo porcentaje de consumo o de impacto de las drogas en el país”, reporta El Universal.

Sin embargo, los altos costos de la guerra contra las drogas en México, no han significado que el gobierno de los Estados Unidos tome medidas concretas para cambiar el curso de su participación en la guerra contra las drogas en México. El gobierno de Obama financiará completamente a la Iniciativa Mérida militar, un plan concebido por Calderón y por el entonces presidente de los Estados Unidos George W. Bush para declararle la guerra al crimen organizado en México. El embajador de los EEUU en México, Carlos Pascual anunció que los Estados Unidos planea seguir financiando la Iniciativa Mérida más alla de su fecha de vencimiento en 2010, pero sin su nombre controversial.

El diputado de Chihuahua Victor Quintana argumenta que los Estados Unidos continúan con la declaración de guerra y financiando esta guerra fallida debido a que ese país no sufre las consecuencias como México lo hace: “Los Estados Unidos no sienten los efectos, porque es una posición hipócrita. Es uno de los mercados de droga más grandes y al mismo tiempo la fuente de las armas de los narcotraficantes, y no paga el costo por ello. Solo disfruta de los beneficios del lavado de dinero y del narcotráfico.”

0 comentarios: