Una vieja estrella arrastra una gran cola, como la de un cometa

Malen Ruiz de Elvira
El País
16/08/07

La estrella Mira, una vieja conocida de los astrónomos de los últimos 400 años, tiene una gran cola de materia que arrastra mientras recorre a velocidad vertiginosa el cielo y va sembrando los elementos de los que surgirán otras estrellas y también los planetas. Los astrónomos estadounidenses que han descubierto este fenómeno, nuevo entre las estrellas, no saben explicar todavía en detalle cómo se produce, aunque sí saben que Mira, que está a 418 años luz de la Tierra, en la constelación de La Ballena, pierde continuamente materia de su superficie. La cola, que tiene una longitud de 13 años luz, representa la masa perdida desde hace 30.000 años, cuando todavía vivían los neandertales.

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Hace miles de millones de años Mira era una estrella similar al Sol pero ahora es una gigante roja variable, que periódicamente aumenta su brillo hasta ser visible a simple vista. Al final de su vida habrá perdido toda la masa y sólo quedará una nebulosa planetaria que también desaparecerá y entonces se verá únicamente una enana blanca.

Lo que distingue a Mira de otras estrellas gigantes rojas es la gran velocidad a la que se mueve, posiblemente debido a la atracción gravitatoria de otras estrellas en movimiento. Ahora se traslada a 130 kilómetros por segundo, en compañía de lo que parece ser una enana blanca, informa la Carnegie Institution. En su recorrido, la estrella pierde carbono, oxígeno y otros elementos importantes en la formación de planetas y de otras estrellas.

El descubrimiento, que hoy publica la revista Nature, se ha hecho con un telescopio en órbita de la NASA, el Galaxy Evolution Explorer, que observa en ultravioleta. El hecho de que la cola de Mira sólo brille en el rango del ultravioleta lejano explica que otros telescopios no la hayan descubierto antes, a pesar de la popularidad de la estrella, explicaron ayer los astrónomos, liderados por Chistopher Martin, de Caltech.

Mark Seibert comparó los complejos fenómenos físicos que desembocan en que se forme la cola de la estrella con los que produce una bala disparada. El satélite está realizando un estudio completo del cielo en ultravioleta.

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